Os cuento mi pesadilla: todo comenzó el día 29 de agosto en Charlotte, Carolina. Los Steelers acababan de perder el cuarto partido de pretemporada y las alarmas empezaban a saltar. Todos los medios de la ciudad de Pittsburgh empezaban a sacar datos y comparaciones sobre qué habían conseguido durante la historia los equipos que habían perdido todos sus partidos de pretemporada. Nadie le dio importancia, "venga ya, es preseason" decían todos, está bien: falsa alarma. Pasaron las semanas y el pánico siguió cundiendo por la ciudad del acero, incluso cruzó el charco. El día 29 de septiembre, en una tarde fría de Londres (quería ambientarlo un poco y en Londres siempre hace frío), más de 83.000 personas presenciaron como Big Ben recibía un sack en la redzone perdiendo de 7 puntos y sin tiempo en el marcador. El pánico se disparó. En la entrevista postpartido vimos a Roethlisberger a punto de llorar y le oímos declarar que "ahora mismo somos el peor equipo de la liga". Estallaron las alarmas, el Apocalipsis había llegado, los cuatro jinetes recorrían las calles de Pittsburgh arrasando con todo a su paso, los fans escondían sus "black and gold" jerseys y se ponían sus gorritas de los Pirates, mientras gritaban "¡corred, insensatos!
Ha habido muchas cosas negativas esta temporada, por supuesto. Ike Taylor ha sido quemado una y otra vez, Ryan Clark ha sido un dummie en el campo en la mitad de las jugadas y parece que hemos visto el último partido de Brett "The Beard" Keisel. Pero también han habido muchas cosas buenas, la primera sin duda el destape de Le'Veon Bell. Bell es sin duda un "feature back", la comparativa con Lacy le perseguirá durante años pero sinceramente creo que el ex de Michigan State no tiene nada que envidiar al de Alabama. Bell es un corredor muy grande, a primera vista nos recuerda a Peterson, mide lo mismo que All Day y pesa unos 15 kg más. Lo que más me gusta de él es que es muy paciente a la hora de atacar los huecos, espera a que la jugada se desarrolle y casi nunca pierde yardas. Todos nos levantamos de la silla con un grito cada vez que salta a un defensa y es que tiene un físico impresionante, lo que además le hace muy buen bloqueador. Dice que le encanta la pass protection porque siempre está recibiendo golpes de los defensas y que es su oportunidad para "take a shot on them". Además es muy versátil, ha conseguido 400 yardas en 45 recepciones y, aún habiéndose perdido los tres primeros partidos, ha superado el récord de la franquicia de más yardas desde la línea de scrimmage en una temporada por un novato, que ostentaba un tal Franco Harris.
Para terminar con el ataque vamos al tema más turbulento, la línea ofensiva. Es cierto que su actuación podría haber sido mejor, mucho mejor. Es cierto que se podría haber ahorrado el bochorno de Levi Brown, que Mike Adams ha decepcionado y que Marcus Gilbert ha sido mediocre. Pero también es cierto que una elección de 7º ronda (y más o menos 10 cm más bajito y 10 kg más ligero que todos los LTs de la liga) llamado Kelvin Beachum, empezó la temporada como 3º OT, 3º OG y 2º C y por una serie de lesiones y malas actuaciones, la acabó como LT titular y no parece que vaya a tener que volver a cambiar de posición. Beachum ha sido un seguro, ha equilibrado a toda la línea y aunque haya tenido sus malos momentos en protección de pase, ha mantenido el jersey de Ben bastante limpio y ha ayudado a revitalizar el juego de carrera. Es cierto también que DeCastro ha empezado a jugar como el guard de élite que se esperaba de él y que Velasco y Cody Wallace, dos jugadores que ni siquiera estuvieron con el equipo durante el trainning camp, han firmado actuaciones muy sólidas en el centro de la línea, tras la desesperanzadora lesión de Pouncey. El caso es que no parece necesario draftear offensive linemen en abril, lo cual permitiría al staff centrarse en la secundaria y otras posiciones de mayor necesidad.
PD: Una de las cosas que más me han gustado de este año ha sido ver como Big Ben era enterrado.