En 2014, justo sesenta años después de escapar del foso de Tercera (fue en 1954), el Real Betis Balompié (Sociedad Anónima Deportiva, para los olvidadizos) se enfrenta a la situación más crítica en estas últimas seis décadas. A falta de 45 puntos por disputar, a diez de la salvación, con un equipo hundido y ante una agenda de rivales que incluye a Athletic de Bilbao, Villarreal, Atlético de Madrid, Barcelona, Sevilla... el planteamiento de la permanencia se antoja misión con visos de irrealidad, no sólo por la dificultad material... sino por las tristes carencias deportivas de ese equipo. De consumarse el retorno a los infiernos de Segunda, y pese a mensajes y filtraciones que se deshacen por sí mismos, el Betis se enfrentaría a la reconstrucción de la plantilla, con la cantera sometida a cartillas de racionamiento, además de un severo replanteamiento económico: y por añadidura, a una catarsis institucional cuyo abordaje está lejos no ya de resolverse, sino tan siquiera de plantearse. Veamos. Realidades...

1) La jueza Mercedes Alaya cree firmemente (...), y al contrario que la Fiscalía y gran parte del sistema judicial sevillano, que Lopera es o puede ser culpable de muchas cosas. Ella sabrá: en consecuencia, no está dispuesta, en modo alguno, al alzamiento de sus medidas cautelares contra el accionista mayoritario, que en julio cumplirán, para incredulidad general en los Juzgados... cuatro años de vigencia. La barrera judicial contra Lopera sólo desaparecerá cuando Alaya dé por rematada la Instrucción, cosa que ni está ni se espera para pronto, pese a las intuiciones o intenciones de Lopera, sus abogados y bastantes personas neutrales. ¿Por qué retiene Alaya la instrucción de este modo desproporcionado, casi surrealista? Para que quede claro: no es por ningún recurso de los abogados de Lopera. Más bien, al contrario. Ahí tienen que ver (al margen de la propia Alaya, que acabará teniendo su propio y ansiado capítulo en la 'Encyclopaedia Britannica')... otros abogados: no son precisamente los de Lopera.

2) En consecuencia, salvo gran sorpresa o intervención judicial superior a Alaya, cuando la temporada termine y con el equipo en Segunda si un milagro no lo remedia, el Betis, o lo que de él quede, se enfrentará a la planificación de la temporada 2014-15 en Segunda: dentro del mismo caos institucional o situación de comuna que ahora preside su devenir. Ahí intervienen representantes de plataformas con menos acciones que yo o que muchos periodistas, a los que luego se acusa fulanescamente, (mientras se maniobra bajo cuerda); arribistas de todo tipo con más o menos corbata o gomina; desclasados varios que creen merecer el Pulitzer por su actividad en foros y Twitter: en general, el coro de los grillos que cantan a la luna: esos van a ser los dirigentes del Real Betis Balompié, con o sin Guillén, pero siempre bajo la protección de Nuestra Señora de las Mercedes. Ese es el 'Betis Libre', mucho más libre, of course y miren por dónde que... Chelsea, Manchester City, Bayern o Real Madrid. Y así, y en estas condiciones de libertad...

3) ¿Alguien cree factible que el cargo de presidente del Atlético de Madrid, del Sevilla Fútbol Club o de quien fuera, se estuviera ofreciendo por las calles a personas que poseen unas pocas décimas del paquete accionarial...? ¿No o sí? Pues eso está pasando ahora mismo en este dantesco Betis en plena fractura social, al borde de la desintegración o refundación, en situación de escándalo permanente. Algo hay peor: aquellos con cierta sensatez a quienes se le ofrece el actual cargo de Guillén, lo van rechazando: o sea, por ahora, todos los contactados, OK. ¿Descender, mantenerse? En este escenario, bastante hará el Betis con subsistir como Sociedad Anónima Deportiva. No se había visto nada igual desde 1954. Sí hay algo parecido. Es lo que va ocurriendo en el asaltado palco de otro equipo verdiblanco, actualmente en Segunda B. Pues que Viva el Betis Libre: en este país en plena fractura de desvergüenza y catalepsia social, ¿qué más da? Las Ligas, las Champions y esas cosas se diría que son asunto de corruptos. De paso, y si es preciso, Viva Andalucía Libre. Ya puestos...