Esta vez, le espera el equipo más duro y que peor le viene a ellos. Los Seattle Seahawks han demostrado durante todo el año una solidez que asusta, pero llega al final dando muestra de alguna debilidad, y si los Niners huelen sangre, no suelen perdonar. Voy a mostraros, desde mi punto de vista, como pueden hacerse daño uno al otro.
El ataque de los Seahawks me tiene un poco despistado. Las bajas de Sidney Rice y de Percy Harvin los deja en una situación nada cómoda para el juego aéreo. Si a esto le unimos que Russell Wilson no está jugando sus mejores snaps, el resultado es el que vimos frente a Saints...atasco en la segunda parte, y balones a Lynch.
Lynch es una bestia. Eso nadie lo duda. El juego de carrera de Seattle es, de largo, lo más peligroso de su ataque, y lo juegan hasta la saciedad.
A Lynch lo veremos corriendo por fuera, por dentro, formando como receptor abierto o saliendo desde el backfield para recibir balones.
Estas situaciones también son muy habituales en el juego de los Seahawks.
El objetivo para San Francisco es parar la carrera de Seattle, y eso no es nada fácil. Ya sea Lynch, o Turbin, lo primero que Seattle va a buscar, será correr. Y lo hará porque es lo que mejor hace, porque controlará el tiempo de juego y porque su ataque aéreo (como dije antes) no está fino.
Pero el juego por aire da un salto de calidad enorme cuando juega Percy Harvin. No está fisísicamente en su mejor momento, y después de la dureza de la secundaria de los Saints el otro día, no sé como llegará a esta final de conferencia. Aún así, la calidad de Harvin es indudable. Velocidad en las rutas, cambios de ritmo y de dirección, y unas manos fuera de lo común. Lo que se conoce como un "playmaker".
E incluso él, además de jugar rutas medias o rutas profundas, puede salir desde el backfield o jugar mano a mano con el QB.
Y la tercera clave del juego ofensivo de los locales, sin duda es su QB. Wilson ha demostrado en estos dos años que puede llegar a ser un hombre importantísimo dentro de la liga. Tiene algo que lo hace realmente especial: sus lanzamientos en movimiento.
Él es un QB pequeño y que necesita moverse mucho en el pocket, e incluso salir de él para poder tener buenas líneas de pase. Y aquí, marca la diferencia.
San Francisco tiene algo que no tiene nadie más, a Navorro Bowman. Que su año ha sido buenísimo, si. Que los playoffs están siendo estratosféricos, también. Él solito se encargó de mantener las zonas medias defendidas el día de Green Bay, y en la segunda parte frente a Panthers, entró al pocket, cayó en cobertura y ayudó a parar a la carrera de una manera brillante.
La línea defensiva de los Niners es muy buena, pero la hace mejor Bowman.
Pero al igual que es una maravilla entrando al pocket, lo es también cayendo en cobertura.
Aquí vamos a ver como Bowman provoca lo que a la postre sería el clavo que cerró la tumba de los Panthers.
Objetivo número uno de los Niners, parar la carrera. Objetivo número dos, presionar a Wilson y cerrar las rutas medias de Percy Harvin. Navorro Bowman estará en todas esas facetas.
¿Y los Niners que harán frente a la mejor defensa de la liga?
La base del juego de ataque será la misma que ya expliqué en la previa del partido frente a los Packers (podéis pinchar en este enlace para los que no la vieron). Greg Roman y Harbough le dan a su QB todas las posibilidades para que brille. Y su línea ofensiva se encarga del resto. Si San Francisco consigue establecer el juego de carrera, tiene mucho ganado. Si la defensa de Seattle flojea en algo (y no lo hace mucho), es en el juego de carrera (también podéis ver como corre San Francisco pinchando en este enlace). Una vez que corren, Kaepernick está más cómodo lanzando a esas primeras lecturas donde sus receptores combinan rutas para darle líneas de pase.
Muchas veces lo veremos formando junto con Vernon Davis, como vemos en la situación de arriba. Boldin siempre irá al agujero que provoca en la defensa las rutas de Davis. Vemos como Vernon arrastra al LB con su ruta profunda y Boldin con una ruta "quick-in" ocupa la zona vacía. Fácil lectura para Kaepernick. Y por sí acaso, su línea le proporciona el tiempo necesario. Cada vez, la línea juega mejor, y ha llegado a este momento de la temporada en un estado de forma perfecto. Se dijo que los Packers no consiguieron presionar al QB porque su línea defensiva no es del todo buena. Pues Carolina tiene una línea increíble, y salvo los primeros momentos del partido, tampoco fue capaz de poner en apuros a Colin.