Una imagen, una frase (semana 13)
Estoy completamente de acuerdo con los que dicen que el problema de Green Bay es mucho más profundo que la ausencia de Aaron Rodgers. Pero también creo que con él en el campo los rivales afrontarían el partido de otra manera, que los Lions estuvieron a punto de solicitar que en vez de balón ovalado se utilizara uno playero.
Ahora solo falta saber si Romo sería capaz de protagonizar remontadas igual de espectaculares, y drives decisivos igual de sostenidos, si se enfrentara en postemporada a equipos tan potentes como Seahawks, Saints, 49ers o Panthers... Para empezar, antes tendrá que demostrarlo ante los Eagles el 29 de diciembre en un choque que podría convertirse en aperitivo de postemporada.
Si los Steelers hubieran ganado después de la ‘viveza’ de Tomlin, ahora habría un clamor que estaría cambiando una ‘e’ por una ‘a’ en su nombre, en una de esas polémicas que se recuerdan durante años. Insisto en que la sanción debe ser ejemplar, para quitarle a cualquiera las ganas de repetirla. De lo contrario, la NFL puede terminar convirtiéndose en una plaza de toros de tercera en la que los espontáneos salten una y otra vez para dar un par de muletazos. ¿Os acordáis de aquel tipo, creo que era un aficionado de los Bengals, que saltó al campo para intentar evitar un pase de touchdown de Favre?
Mientras Leslie Frazier se empeñaba en darle oportunidades a sus rivales para ganar el partido, Adrian Peterson firmaba una actuación descomunal en la que no solo conseguía 211 yardas de carrera, sino que destruía a una defensa de los Bears que terminó el completamente agotada por la paliza recibida, boqueando sin resuello después de cada jugada. Pero enfrente estaba Alshon Jeffery que cada día apunta más a ‘grande de la NFL’. Firmó 249 yardas y dos touchdowns nada menos. Y después de tantos fuegos artificiales, los Bears perdieron porque Gould falló un field goal, y los Vikings ganaron porque Walsh metió el suyo.
Definitivamente, Weeden es el quinto jinete de la Apocalipsis para Claveland. En los dos minutos finales del segundo cuarto desató una tormenta perfecta con dos intercepciones y un fumble perdido que le dieron 13 puntos a los Jaguars. Al final terminó conmocionado y fuera del partido, pero hoy se preguntan en las redes sociales si alguien con tan poco cerebro puede sufrir una conmoción. Mientras, Josh Gordon a lo suyo: 261 yardas y dos touchdowns. ¿Ha llegado Optimus Prime al planeta tierra?
Algunos pensarán que los Colts han mejorado. Yo creo que no demasiado. Más bien pienso que una decisión arbitral discutible antes del descanso, un regalo de George Wilson, y una intercepción a Fitzpatrick en la zona roja rival, enterraron a unos Titans que tal vez no fueron mejores, pero tampoco peores. La línea ofensiva de los Colts es una pena, falta un receptor de poder, y Trent Richarson… Al menos ese sí que ya parece desterrado a la banda para siempre. A ver si consiguen encontrar a otro ‘primo’ que lo quiera por una primera ronda del draft. Ah ¿Veis lo que os decía la semana pasada? No hay nada como hablar bien de Fitzpatrick para que de inmediato se venga arriba y empiece a hacerlo ‘a su manera’.
Geno ya ha firmado su acta de defunción. Lo malo es que por el camino puede firmar la de Rex Ryan. Los Jets, que empezaron la temporada sorprendiéndonos, han terminado por parecerse al zombie que casi todos esperábamos. Los Dolphins, que ni siquiera son la caricatura de lo que prometían en septiembre, ganaron sin despeinarse, pero siembre bajo esa sombra triste y gris que nunca parece abandonarles.
¿Es Belichick un genio del ajuste en el descanso? ¿Es un genio del espionaje? Lo único seguro es que es un genio sin aditivos, pero yo creo que si te has dedicado a espiar, y te sabes las llamadas defensivas y sus ajustes, no esperas a la segunda mitad para contrarrestarlas. Mientras tanto, los de Boston se dedican a hacer probaturas para conseguir recuperar la iniciativa defensiva. No sé si lo conseguirán a tiempo, pero da la sensación de que tito Bill este año ha olido sangre. Los Patriots tienen problemas, pero el lenguaje corporal de todo el equipo demuestra que tienen muy claro su objetivo: la cima.
El festival de pases que lanzó Foles a sus TE debería ser guardado para el recuerdo. Incluso Belichick sentiría envidia por el planteamiento de Chip, que destrozó a la defensa de Arizona. 97 yardas y tres touchdowns entre Ertz y Celek. Los Cardinals lucharon hasta el último segundo, e incluso dispusieron del balón a falta de dos minutos para intentar el drive de la victoria. No sé si deciros que su problema fue la irregular actuación de Palmer o la eficacia defensiva de los Eagles. Lo único seguro es que, doce partidos después, en Philadelphia tienen una defensa agresiva, que consigue sacks, intercepciones, y tiene argumentos para enfrentarse con éxito a ataques explosivos.
¡Qué poco dura la alegría en casa del pobre! Los Resucitados Bucs volvieron al hoyo, Revis terminó lesionado, y Glennon, que empezaba a ganarse el derecho a seguir una año más a los mandos del aparato, quedaba en evidencia tras una fumble y una intercepción, a cual más costosa. Demasiada pantera para tan poco pirata.
Aún no sé que me da más pena, si ver para lo que han quedado unos Falcons que hace pocas semanas eran aspirantes a ganarlo todo, o ver cómo regalan partidos unos Bills que la pifiaron tanto que parecían los Lions, pero sin el salero gitano de los discípulos de Schwartz.
Pues ha sido llegar Crabtree y se han encendido todos los focos en la Bahía y todas las alarmas en el resto de la NFL. Ahora Kaepernick sí que se parece a un quarterback, el ataque mueve las cadenas con más fluidez, y todas las dudas de hace unos días se han transformado en gestos de confianza. La cuestión es que los Rams siempre fueron una procesión de ursulinas y la auténtica prueba del algodón llegará el próximo domingo. Si ganan a los Seahawks, sí que llegará el momento de que los demás se compren un cargamento de pañales.
A veces ves partidos y no acabas de entender muy bien lo que está sucediendo. Ambos equipos parecían dominar con las defensas, pero dando también la sensación de que sus ataques estaban rindiendo muy por debajo de sus posibilidades. En un caso por culpa del lanzador, y en el otro por todo lo demás. Por eso, al final, me quedé pensando que me gustaría ver a este equipo de los Bengals dirigido por Philip Rivers. Quizá así sí que fueran auténticos aspirantes al anillo.
Las dos intercepciones tempranas a Peyton, y el retorno para touchdown, parecieron dar vida a los Chiefs, pero solo sirvieron para maquillar que su defensa ya no es capaz de ganar partidos. La fenomenal actuación de Alex Smith, otra vez en una derrota, demuestra que era mucho mejor la fórmula de muro de piedra y carretilla que la de pared de pladur y fuegos de artificio. Las 174 yardas con cuatro touchdowns de Decker han decidido muchos playoff in extremis en ligas fantasy.
Lo más comentado del partido fue el primer down que los árbitros regalaron a los Redskins en el drive final, cuando Garçon se quedó corto en un tercer down y decidieron reiniciar la cuenta con un primero. Pero detrás de un choque en el que lo de menos es el resultado, porque ninguno se jugaba nada, queda la sensación de que a los receptores de los Redskins se les caía todo lo que lanzaba Griffin, mientras lo Giants, que comenzaron completamente dormidos, son un equipo capaz de ganar a cualquiera cuando Eli rinde a su auténtico nivel.
Desde hace muchos años, cuando veo que Hochuli es el árbitro de un partido, lo valoro como un dato importante más, que certifica que estoy ante un encuentro muy especial. El Seahawks-Saints lo fue, a pesar del palizón. Porque los visitantes planearon una defensa centrada en la carrera, y lo que provocaron fue un recital de Wilson, un quarterback de otra dimensión que domingo tras domingo apunta a legendario. Su línea no es de las mejores, pero él se escabulle por rendijas imposibles y, sobre todo, es capaz de correr con el brazo armado en todo momento para soltarlo en un instante letal, algo que ni siquiera son capaces de plantearse otros QBs móviles de esta nueva hornada. Wilson corre para pasar mejor, y además tiene esa puntería y esa capacidad para encontrar el objetivo más dañino que no se aprende en ninguna escuela, sino que se lleva en los genes. Pero tan grande como el juego de pase de los Seahawks, fue su asfixiante defensa. Drew Brees se pasó todo el partido presionado e incapaz de encontrar objetivos. Muchas veces pienso que Carroll ha encontrado la manera de camuflar dentro del campo dos o tres defensas más de los debidos. Es la única explicación para que consiga poner tanta presión tanto en el punto de salida, como de llegada del balón. Ni un receptor con un metro de margen, ni un solo intento de pase sin agobios. Y para acabar la faena, además tienen de su parte a los dioses, que un pase rebotado en el casco para touchdown no se ve todos los días.
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