Una imagen, una frase (semana 12)

Mariano Tovar

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Ahora mismo cuelgo los vídeos según me llegan a lo largo de la noche del domingo. Mi idea es concentrarlos en una sola entrada, para que se puedan ver uno tras otro sin necesidad de ir cambiando de página. Sé que muchos habéis dejado de verlos en el blog porque vienen con anuncios de 30 segundos que además no se pueden detener. Esta semana he mantenido una reunión con NFL para que el anuncio solo aparezca en el primer vídeo visionado y parece que me han hecho caso. Si hiciera los comentarios de los partidos en esa misma entrada, los domingos por la noche, escribiría sobre algo que en muchas ocasiones no habría visto, ni siquiera en un resumen o en formato concentrado. Creo que es mucho mejor dejar los vídeos donde están, para que puedan ser vistos pocos minutos después de terminar el partido, y hacer los comentarios el martes, después de haber madurado lo sucedido. No quiero hacer resúmenes obvios como todo el mundo. Prefiero ofreceros algo distinto, aunque sea más tarde. Algunas veces será peor y otras mejor, pero al menos es diferente. Lo que tengo claro es que esto es un blog donde opinar mientras además se informa, no una sección en la que prime la información pura y dura. Para eso ya están las grandes webs americanas y sus secciones en español para quien no hable inglés.

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Os presento mi foto favorita de football americano. Doug Flutie, uno de mis mitos, un instante antes de ser absorbido por un agujero negro llamado Grady Jackson.

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Lo que me gusta del formato de este blog es que no hay limitaciones para el corte de las fotos. Las cuelgo tal como las editó el fotógrafo. Cada semana, desde que nació esta sección casi al principio del blog, dedico todos los martes por la mañana varias horas a ver todas y cada una de las fotos que me llegan por agencias de cada partido, en ocasiones cientos de ellas, para elegir mi favorita. La que más me gusta. A veces tiene que ver con los momentos clave y otras, simplemente, valoro su calidad, expresividad, etc… Es un trabajo que casi ninguno de vosotros valora, ya que las veis como de pasada, pero también sé que otros muchos os habéis dado cuenta, las miráis con placer, las descargáis e incluso las coleccionáis. Cada vez que alguien hace un comentario sobre una de ellas, diciendo lo mucho que le gusta, como hizo alguien el otro día sobre la que puse en el Bears-Ravens, me llevo una alegría. Así que en esta entrada lo de menos es el resumen de cada partido, para mí tiene más valor un álbum fotográfico que hago cada semana con cariño artesanal. Por algo en el título nombro antes la imagen que la frase. Siempre he intentado que este blog tenga diferentes niveles de lectura. Este caso es un ejemplo de ello.

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Y si todavía preferís los vídeos, pues decidlo. Al final me llevaría mucho menos trabajo y no merece la pena el esfuerzo si no lo valoráis.

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Los Falcons estaban ante su último tren y los Saints ante un trámite, y eso se notó desde el primer minuto, cuando la diferencia de intensidad era abrumadora a favor de los Falcons. Pero la intensidad no siempre es suficiente y la fe era muy poca. En un tercera y gol, Matt Ryan arrancó a correr y terminó arrojándose al suelo para evitar el golpe a cuatro yardas de la meta. No creo que hubiera llegado nunca, pero ni siquiera intentarlo es la prueba empírica de que a estas alturas en Atlanta solo les preocupa que esta pesadilla se acabe, y a Matt Ryan que el año que viene le pongan delante una línea que sí le proteja.

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Parece que tras la marcha de Bradford el ataque de los Rams ha resucitado, pero esta vez no tuvo nada que ver con el trabajo de Clemens, que casi ni existió, sino con la inoperancia de la defensa de los Bears, y los regalos de su ataque. Tavon Austin le ha dado a St. Louis la explosividad que le faltaba, Stacy (que se lesionó) y Cunninghham se paseaban por la línea de scrimmage como Pedro por su casa, Matt Forte sufría un fumble pegado a su propia end zone y McCown lanzaba una intercepción que terminaba en touchdown. En resumen, palizón.

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¡Trampa! ¡Así gana cualquiera! Troy Polamalu le hizo un sack descomunal a Jason Campbell que no solo provocó el touchdown que despegó definitivamente a los Steelers, sino que obligo a los Browns a sacar a Weeden al campo. Y ya sabéis que Weeden se ha convertido en el heraldo de las grandes catástrofes en Cleveland. Así que las 237 yardas y el touchdown de Josh Gordon se quedaron en anécdota. Hablando de anécdotas, ese pensábamos que sería el papel de los Steelers esta temporada, pero a base de despistes de los demás, corazón y coraje, los de Big Ben empiezan a apuntar hacia enero, y todos sabemos que ahí todos empiezan de cero.

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Muy pocas veces en mi vida he visto a un equipo hacer tantas cosas absurdas para perder un partido como hicieron los Lions en Tampa. Qué digo en Tampa, como llevan haciendo los Lions desde que están dirigidos por Jim Schwartz. Es increíble que un equipo con tanto potencial y talento, lo desperdicie a base de intercepciones, fumbles, penalizaciones y regalos justo en los peores momentos. Un apunte: Reggie Bush cada vez se parece más al tipo todo fachada pero sin enjundia que desecharon los Saints y menos al corredor sólido y con recursos que vimos en Miami. Otro apunte: ya lo dije la semana pasada, pero Mike Glennon, al que puse tercero por la cola en mi ranking de quarterbacks, ahora estaría a mitad de tabla y subiendo. Ese chico merece toda nuestra atención. Tiene ese algo que no abunda.

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Lo sencillo sería quedarse con que los Packers estaban muertos con Tolzien y resucitaron con Matt Flynn, pero no sería cierto. El autentico revulsivo fue Eddie Lacy, que tuvo una segunda parte portentosa hasta que tuvo que abandonar el partido en el tiempo extra con un ataque de asma. Y posiblemente los Packers no ganaron el partido porque sin carrera que le apoyara, Flynn demostró que no era para tanto. Al final, un triste empate que sabe a gloria en Green Bay y parece una broma para unos Vikings que habían destrozado a su rival a ritmo de Peterson y terminaron destrozando sus opciones en un último cuarto indecente.

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¡Por Dios, pero qué partidazo de Rivers! ¿Su mejor actuación de siempre? Quizá. Y es que si el Patriots-Broncos fue apasionante en la remontada, el Chiefs-Chargers lo fue en las alternativas. Que parecía un partido de tenis en el que uno y otro jugador no paraban de salvar bolas decisivas. Los fuegos artificiales se encendieron en el momento en que Tamba Hali y Justin Houston tuvieron que abandonar el choque, lesionados. Entonces descubrimos que la defensa de los Chiefs sin ellos se queda en nada, pero que su ataque sí puede ser explosivo si no queda más remedio y la defensa rival se deja. Y que los aficionados de Kansas estén tranquilos. Parece que ninguna de las lesiones es grave. Y que los de los Chargers se animen, la postemporada aún está a tiro a pesar de su defensa.

Creo que en Carolina aún se están preguntando cómo fueron capaces de ganar el partido. En la primera mitad fueron un juguete en manos de los Dolphins, que con una defensa contundente que zarandeó a Cam Newton y un Wallace explosivo que se atravesaba el campo casi en cada recepción, nunca se dejaron amedrentar por la famosa defensa de los Panthers. Pero en la segunda mitad, Miami perdió la frescura y demostró falta de corazón, ideas y armas terrestres que les permitieran controlar el reloj, mientras Wallace dejaba caer el balón del partido. Los Panthers, por el contrario, tiraban de carácter para llevarse una victoria que jamás merecieron por juego. Cuando se jugaron ese cuarta y 10 a falta de dos minutos y medio en su propia yarda 20, no hubiera apostado ni un euro por ellos. No contaba con la garra de Steve Smith y con el aura que parece proteger a los equipos ganadores.

Segunda derrota seguida de los Jets. El intermitente se ha roto. El juguete Geno Smith también. Por ahora seguirán soñando con el sexto hueco de postemporada de la Americana, que está tan barato que aún aspiran a él, pero a Rex Ryan se le acumulan los quarterbacks que no sirven y tiene por delante una difícil labor de limpieza de corrales en postemporada. Los Ravens, ni fu ni fa, defendieron muy bien la carrera rival, jugaron a lo que quisieron con Smith y contaron con un Flacco más inspirado de lo habitual este año, pero necesitan mucho más para aspirar a algo.

Os va a parecer una broma, pero a los Texans el partido les salió perfecto. Ya están los primeros en la carrera por Bridgewater, cada vez tienen más claro que Keenum solo es un buen segundo y se están llenando de argumentos para darle la patada a Kubiak. Nadie puede negar que los Jaguars ganaron con todo merecimiento pero ¿le importa eso a alguien? ¿Son de verdad menos malos que hace dos días?

La trayectoria de Fitzpatrick es curiosa. Cuando está peleando por un puesto en la NFL suele tener actuaciones muy meritorias. El problema llega cuando alguien apuesta por él ciegamente. Entonces es cuando aparece la faceta de paquete en todo su esplendor. Ahora, con status de interino, vuelve a parecer hasta bueno. El que cada vez está para menos trotes es Janikowski. Tiró fuera dos fieldgoals de los que él no fallaba ni borracho y su equipo no supo sobreponerse. La estrella de McGloin no brilló tanto, pero sigo queriendo verle en el campo, y creo que a estas alturas es lo que tienen que hacer en Oakland: probar jugadores de cara a 2014.

Llevo varias semanas preguntándome si los Colts no se equivocaron cuando se quedaron con Pagano y dejaron marchar a Bruce Arians. Si lo pensamos en frío, la clasificación de los Colts para la pasada temporada quizá se fraguó mientras Arians fue el entrenador interino del equipo por la baja de Pagano, que estaba recuperándose de un cáncer. Quizá la emotiva vuelta del entrenador, después de vencer en su batalla con la muerte, nubló el entendimiento de un equipo que, como he dicho ya alguna vez, desperdició toda la offseason para presentarse a la NFL en 2013 con casi los mismos problemas que en 2012. Otra cosa es que estén aflorando cuando la clasificación para postemporada es solo un trámite. Los Cardinals, por el camino, tiene una defensa cada vez más agresiva y capaz de conseguir grandes jugadas, un ataque aéreo en el que Palmer ha rejuvenecido y Fitzgerald gana más protagonismo cada semana, y un ataque terrestre que en mi opinión sigue lastrado por Mendenhall, pero en el que Ellington parece que puede romper la defensa rival casi en cada jugada. Si no habéis visto jugar a los Cardinals este año, creo que ha llegado el momento de hacerlo. Son muy buenos. Ya lo sabréis, pero Fitzgerald es el receptor que ha llegado más joven a las 11.000 yardas. ¡Qué crack!

A partir de ahora, y hasta el final de la temporada regular, cada vez serán más habituales los choques en los que ambos contendientes se estén jugando el todo por el todo. El duelo de Metlife tenía todos los ingredientes de partido a vida o muerte, y se notó desde el primer minuto. Quizá parezca precipitado, pero yo creo que la clave estuvo en el fumble de Cruz en el primer cuarto, que Heath retornó para touchdown. A partir de ahí los Giants casi siempre fueron a remolque y el partido quedó atascado en las trincheras hasta que los Giants consiguieron empatar a falta de 4:45. A partir de ahí, Romo tejió una red perfecta, para demostrar que sí sabe cerrar partidos. Alargó un drive hasta el último segundo para que Bailey diera la puntilla.

Ya conté a mi manera el partido en la crónica de ayer. Estuvo marcado por los errores, pero también por los detalles geniales. Al final me quedo con que Tom Brady posiblemente sea el mejor quarterback bajo cero de la historia. Muchas de sus actuaciones más épicas han transcurrido bajo un clima infernal. Hace no mucho tiempo dirigió una sinfonía de pases contra Chicago, bajo una tempestad de nieve, que sigue pareciéndome racionalmente inexplicable. El domingo, bajo condiciones extremas, volvió a firmar otra obra de arte. Quizá solo Jim Kelly y Brett Favre se le puedan comparar en su complicidad con el invierno. Por el contrario, el sureño Peyton sufre la misma maldición que Dan Marino: tiene alergia al mal tiempo. Si no habéis visto el partido, no sé a qué estáis esperando. Si lo habéis visto ya, merece la pena repetir la experiencia.

Creo que Griffin difícilmente olvidará la somanta a palos que le dieron los Niners, incluida patada en las pelotas (literal). No fueron solo los sacks, se pasó gran parte del partido huyendo de la manada de lobos que le perseguía. Los de la Bahía se reencontraron con las sensaciones defensivas, Kaepernick firmó su mejor actuación desde septiembre y Boldin volvió a ser un factor. Los 49ers respiran después de un par de semanas en cuidados intensivos y los Redskins dan por concluida una triste temporada. Y ahora que todo ha acabado me pregunto: ¿Qué hubiera pasado si en las primeras semanas hubieran jugado con Cousins? Ya nunca lo sabremos.

mtovarnfl@yahoo.es / twitter: @mtovarnfl