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Goikoetxea y Dios en los inicios de Puyol

Mr. Pentland

Míster Pentland fue justo lo que la mayoría llevamos dentro: un entrenador. El precursor y más innovador. Este rincón tratará de su gremio. De los inicios, las trayectorias y las anécdotas de sus sucesores. Modestos y profesionales. Españoles y foráneos. De club o seleccionadores. Bienvenido. Pase y tome asiento.

Autor: Alfredo Matilla

Goikoetxea y Dios en los inicios de Puyol

Los dos primeros partidos de Primera que uno vio en directo tuvieron al Albacete como protagonista. En el 91, con once añitos, me desvirgué en el debut del Queso Mecánico en el Bernabéu (2-1). Dos años después, aprovechando que mi equipo (infantil) jugaba un amistoso muy cerca del Carlos Belmonte, nos invitaron a un Albacete-Rayo Vallecano. Una gran tarde en la que Hugo Sánchez empató en el último minuto (1-1) y en la que pudimos apreciar su legendaria voltereta. Pero el primer partido grande de verdad, por ser internacional, fue un España-Finlandia Sub-18 en 1994. Aún recuerdo la emoción previa. El cascado himno de una cinta de casette. Las banderitas. Las gradas supletorias. Todavía guardo el autógrafo de un Raúl González desconocido. Y hasta hoy conservo la imagen de un entrenador rudo del que había oído perrerías por haber lesionado a Maradona. Llevaba los cordones de sus Adidas ‘Copa Mundial’ enredados al tobillo y mostraba un carácter de aúpa. Era Andoni Goikoetxea, exseleccionador español en las categorías inferiores y luego segundo de Clemente. El actual técnico de Guinea Ecuatorial, rival este sábado de la Roja.

Andoni


Como integrante de la escuela de fútbol de Alcázar de San Juan (Ciudad Real), donde se jugó aquel inolvidable partido, mis compañeros y yo tuvimos el privilegio el día antes de charlar con la plantilla de la Selección al término del entrenamiento. Goikoetxea me causaba mucho respeto. El que más. Quizás porque a los vascos, en aquella época, demasiada gente nos los pintaban como lo que no son: raros, especiales; muy suyos. Sin embargo, mis prejuicios iban más por otro lado. En el pueblo a los críos nos tenía bastante mosqueados. Había dejado fuera de la convocatoria a un paisano, gran delantero, cuya trayectoria servía de modelo a la chavalería que empezaba. Se llamaba Jaime Romero y ya metía goles sin descansar en el Real Madrid juvenil de Guti y Raúl. Un fichaje del mismísimo don Vicente del Bosque tras ir a verlo en directo en varias ocasiones. Goiko le había convocado alguna vez antes a pesar de ser Sub-17, pero como aún lo veía de suplente con tanta estrella por delante, no quería llevarlo a esta cita. ¿Por qué? Temía que la grada se le echase encima por no ponerlo ante Finlandia y enturbiase el ambiente. Así que lo dejó fuera. El partido (4-0) me marcó, así que seguí la pista de cuantos allí fueron protagonistas. Curro Torres, el deportivista César, Guti, Carlitos (Sevilla), Iván Ania, Roger, Raúl y, sobre todo, ese entrenador y antes futbolista.

Goikoetxea siguió ligado a la Selección hasta 1996, cuando empezó el cambio generacional en la Federación que catapultó más tarde a su sucesor: Iñaki Sáez. Pasó por el Salamanca, club donde mejor resultado dio con un ascenso a Primera. También se hizo cargo del Numancia, Rayo, Racing y Hércules hasta buscarse las habichuelas en el Ceuta de 2ªB. Le costó demasiado consolidarse. Ha estado mucho tiempo en el paro. Varias veces fue despedido. Hablan de su honradez. Y consultados muchos de sus jugadores, su aportación al fútbol se resume al orden, la fuerza y el fútbol directo. Quizás, lo más curioso para mí, aparte de que ser de los pocos seleccionadores españoles que se vayan a enfrentar a España, es que fue el primer técnico en sorprender y casi asustar a Puyol. No es fácil.

La España Sub-18 que Andoni dirigía jugó en Alassio (Italia) meses más tarde de su visita a Alcázar de San Juan. Fue en el verano de 1995 en un campeonato internacional ante las grandes potencias europeas. La Selección no lo hizo nada mal. Al equipo se sumaron Exteberría y Rivera para aportar más arte y Puyol, recién salido de su pueblo, para ayudar con su genio. Por fin, entre ellos, regresaba a la lista Jaime Romero, nuestro ilustre manchego. En el campeonato se compitió con honor. Hasta que se cruzó Francia en el camino. Entonces se perdió la figura y hasta las convicciones.

Puyi

El día antes de jugar, Goikoetxea no dejó de repetir una y otra vez el peligro que los franceses acumulaban en su delantera. Varios de los integrantes de aquel equipo no olvidan aún su reincidente mensaje al vestuario: “Cuidado con los dos negros de arriba”. Al día siguiente, en la charla previa, el técnico insistió de nuevo. Estaba obsesionado: “Cuidado con los dos negros de arriba”. Después de su arenga, antes de salir al campo, Goiko reunió al equipo en círculo para rezar un Padrenuestro. Era la primera vez que la mayoría, entre la que estaba Puyol, daba con un entrenador con estos métodos tan clásicos. Unos recitaban. Como hicieron antes en el cole. Otros miraban hacia abajo. Y alguno buscaba una mirada cómplice para echarse unas risas.

El equipo saltó al campo impresionado por la comparación física con los jugadores de Francia. Empezó el partido y las cosas fueron mal. Mucho peor de lo previsto. A los quince minutos ya iban 2-0. Nadie encontraba respuestas y, sorprendentemente, Goikoetxea estaba desgallitándose en la banda: “¡Me cagüen en Dios!, ¡Me cagüen Dios! ¡Os lo dije, os lo dije! ¡Cuidado con los dos negros de arriba!”. El técnico no paró de repetir la frase durante todo el partido, que acabó con una buena goleada: 5-0. Al llegar al hotel, con la humildad de saber reconocer que el rival era un equipazo y con el disgusto ya evaporado, dos chascarrillos corrían por la mesa posterior de la cena. Uno, muy general: los dos delanteros que nos han goleado (Anelka y Henry) darán que hablar. Y dos, entre risas de los más pillos: “¿Habéis oído al míster cómo nos gritaba? Siempre tiene a Dios en mente. Cuando le reza y cuando maldice”. Este sábado lo comprobaremos. Lleva seis partidos con Guinea (cuatro derrotas, una por alineación indebida de Nsué tras ganar 3-4, y dos empates) y no tiene pinta de romper la racha ahora.

Goiko

3 Comentarios

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Falcao

Goico es un asesino deportivo. A este tipo no deberían dejarle que se dedicara a nada relacionado con el deporte. Menuda pedazo de hdp después de romper la pierna a Maradona y Schuster.

11/14/2013 10:12:39 PM

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paco

No sabia que eras moñigon

11/14/2013 10:39:28 PM

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Fernando

Un carnicero.

11/14/2013 11:36:43 PM