Una imagen, una frase (semana 10)
La defensa de los Vikings fue absolutamente incapaz de frenar el ataque de los Redskins. Pero Washington, inexplicablemente, mediado el tercer cuarto dejó de cargar el juego sobre Alfred Morris, que estaba destrozando a los Vikes, y se empeñó en cerrar el partido por aire. Y a partir de ese instante, la defensa local consiguió asfixiar al ataque de los Skins. Una breve mención a Ponder: muy bien, pese a su tempranera intercepción. Él, y un eficaz Peterson, mantuvieron a los Vikings en el partido. Cuando se lesionó el QB, salió Cassel para acabar de matarlo. Otra breve mención a Shanahan: ¿Por qué no le diste el balón a Morris en los instantes finales? ¿Por qué se lo quitaste en la segunda mitad?
Los Seahawks ganaron como les gusta ante unos inoperantes Falcons. Su línea ofensiva era infranqueable para la defensa de Atlanta y su línea defensiva cortaba la rival como si fuera mantequilla. Todo lo demás que queramos contar es pura anécdota. Los Falcons, definitivamente, han bajado los brazos y se están dejando llevar tranquilamente hacia una alta elección en el draft. Una semana más, Marshawn Lynch fue un trolebús que atropelló a todo el que se cruzó en su camino.
Los Steelers llevan toda la temporada haciendo valer su veteranía contra equipos inocentes y perdiendo por culpa de su veteranía ante equipos experimentados. Esta semana dejaron en ridículo al ataque de los Bills, que fue todo el tiempo a remolque y consiguió maquillar un poco los números en los minutos de la basura. Pero dicho esto, en Pittsburgh se han encendido todas las alarmas. Big Ben insinuó antes del partido que está frustrado en este equipo y que le gustaría un cambio de aires… aunque lo negara pocas horas después. Creo que esas declaraciones son el certificado de defunción de Todd Haley y un duro golpe al estómago de Tomlin.
Hay que ser insensato para sacar a jugar a un quarterback renqueante cuando enfrente está la defensa de los Lions plagada de inconscientes y tarados. Se dedicaron a sacudirle estopa a Cutler con o sin razón hasta que consiguieron sacarle del partido a boinazos. Incluso estuvieron a punto de provocar la prórroga por un golpe tardío absurdo e innecesario a McCown con el partido concluido. Con esta victoria divisional, y los Packers en la UVI, los Lions lo tienen casi a huevo no solo para entrar en playoffs, sino para ahorrarse la ronda de wild card. Y visto cómo está la NFL actual, Detroit puede ser un ‘coco’ terrible si consigue limitar el número de tonterías por partido. Ah, a los que dicen que en EEUU no se critica a los árbitros con la vehemencia europea, les recomiendo que entren a ver lo que dicen de ellos los periódicos de Chicago.
Llevábamos varias semanas esperando la batalla cruenta que marcaría el devenir de la AFC para lo que queda de temporada, pero se quedó en escaramuza. La realidad es que los Ravens anotaron 17 puntos y luego se derrumbaron… y los Bengals empezaron derrumbados, luego anotaron 10 puntos y, en una carambola final casi cómica, consiguieron empatar con un Hail Mary. Los dos QBs, horribles. Dalton tres intercepciones y Flacco dos, mas un fumble perdido. Y en la prórroga, Marvin Lewis quiso ser atrevido y eso le costó la vida. Desde aquí lanzo una llamada a los aficionados de los Bengals. Siempre que se quejan en este blog de que menospreciamos a su equipo, los de Cincinnati entran en una racha imparable de buen juego que termina irremediablemente en cuanto les convertimos en favoritos. Si quieren que su equipo resucite, deben volver a criticar que no les valoramos en su justa medida.
La afición de Green Bay hace mucho que no quiere a Dom Capers. Desde el domingo sabemos que Mike McCarthy tampoco quiere a Dom Capers. Y para cerrar el círculo ¿quiere la afición de Green Bay a Mike McCarthy? Creo que en la NFL actual, y entre los aspirantes, hay tres equipos que si perdieran a su QB titular pasarían inmediatamente a aspirar al número uno del draft. Son Patriots, Saints y Packers. Los Broncos, sin Peyton, podrían darle tantas armas a Osweiler que seguro que seguirían en la lucha. Lo que estamos contemplando es, simplemente, la constatación de la importancia de Rodgers y los pocos recursos de un staff. Vale, es verdad, Wallace se lesionó después de completar los cinco pases que intentó, pero todo el equipo estaba cogido con alfileres y a punto de derrumbarse. Y eso que los Eagles jugaron bastante mal y en la primera mitad los locales merecieron irse al descanso por delante, pero en la segunda parte los Packers, simplemente, no existieron. Cada uno de sus jugadores y entrenadores parecían en otra historia, pensando en que sin Rodgers en el campo, su trabajo estaba en el alero porque estaba quedando en evidencia su auténtico valor. Ahora, la esperanza se llama Matt Flynn, que debe salvar los muebles en plan hijo pródigo. ¿Tendrá Aaron las narices de volver en Acción de Gracias para que la enloquecida defensa de los Lions intente obsesivamente romperle otra vez la clavícula?
¡ALBRICIAS! Los Jaguars ya no son imperfectos, aunque hizo falta una lección magistral de imperfección absoluta de los Titans para que el equipo de los muertos vivientes resucitara. Cuando escribo estas líneas aún no se ha disputado el Bucs-Dolphins, así que aún hay posibilidades de que en esta semana llena de prodigios la incompetencia absoluta pase a la historia en la NFL 2013.
Los Colts parecen empeñados en dejar que sus rivales cojan ventaja para intentar remontar después, pero 28 puntos de diferencia en el descanso es una distancia demasiado grande incluso para ellos. Independientemente de que los Colts llegaran al partido con la sensación de que ya estaba ganado y que no merecía demasiada atención, tal vez sea el momento de pensar que la ausencia de juego de carrera es incluso más grave que la baja de Reggie Wayne. Richardson confirma cada semana que es un fiasco mayúsculo y Luck, por muy bueno que sea, no puede ganar cada domingo a base de cincuenta intentos de pase. Quizá no sea malo que se fijen en los pasadores Saints, que juegan sus mejores partidos cuando equilibran el ataque. Y que los aficionados de los Rams no se emocionen mucho. Su equipo se limitó a coger lo que le regalaron. No se puede vivir a base de bombas durante mucho tiempo.
En el partido de ‘a ver quién lo hace peor’, los Raiders se llevaron el primer premio y salieron derrotados. Pero entre tanto despropósito apareció Andre Brown para poner la cordura, correr más de 100 yardas y anotar el touchdown que adelantó definitivamente a su equipo. Y ahora, por arte de magia, si estos caóticos Giants ganan el próximo domingo a unos Packers más caóticos todavía, pueden depender de si mismos, y soñar con los playoffs, si montan el belén dentro de dos semanas contra los Cowboys y dentro de tres contra los Redskins. Sí, vale, son un desastre, pero todos sabemos que detrás de esa boñiga siempre es susceptible de aparecer una riquísima morcilla de león. Que esa película ya la hemos visto y es de terror… para todos los demás.
Tras la conmoción de Vernon Davis, los 49ers desaparecieron en ataque. Y tras la lesión de Lupati, la línea ofensiva de San Francisco se hundió estrepitosamente. A todo esto hay que sumarle que, inexplicablemente, Frank Gore estuvo de adorno gran parte del partido. Ayer señalé a Colin, pero hoy me planteo si Jim Harbaugh estaba de verdad en la banda, porque en ningún momento encontró soluciones para reconducir un partido que se le escurría de entre las manos. Los Panthers volvieron a apelar a su dominante defensa para presentar su candidatura, y además se aseguran la ventaja sobre San Francisco en caso de empate a victorias.
El resultado final solo indica la diferencia que hay actualmente entre estos dos equipos. Los Chargers lo intentaron con toda su alma, pero al principio se bloquearon en la zona roja rival, y en los últimos minutos, cuando la remontada parecía posible, la defensa de los Broncos tomó el mando y asfixió a Rivers. Creo que San Diego está en el camino correcto, pero necesita más explosividad en el ataque, mejorar su OL y reforzar significativamente su secundaria. Ahora todos están pendientes de Peyton Manning, que terminó el partido renqueante por un golpe en la rodilla y quizá se pierda el esperado duelo contra los invictos Chiefs.
Los Cardinals siguen bajo el radar, sin hacer mucho ruido, pero están 5-4, a una sola victoria de los Niners. El domingo empezaron sufriendo ante unos Texans resucitados en ataque por Keenum y con la defensa mucho más entonada que en todo el año, pero tras el descanso secaron a Keenum y dominaron sin paliativos. Solo un error de un inoperante Mendenhall (¿por qué no le dan el peso de la carrera a Ellington de una vez?) resucitó en los últimos minutos a unos Texans que a esas alturas ya se habían rendido.
Creo que este año no había visto jugar a ningún equipo al nivel de excelencia que lo hicieron los Saints frente a los Cowboys. Drew Brees estuvo simplemente sublime, completando casi todo lo que lanzaba. El ataque además estuvo balanceado, y el mejor Ingram de siempre se paseó entre el front seven de los Cowboys con una tranquilidad insultante. La defensa, por su parte, no le dio un respiro a Romo, incapaz de mover las cadenas. Lo único que funcionó en Dallas fue Demarco Murray, pero en la segunda mitad dejaron de utilizarlo por las prisas de la abultada derrota. Ahora se ha abierto de par en par la ya tradicional crisis anual de los Cowboys y todo apunta a que el sacrificado puede ser Monte Kiffin, el coordinador defensivo (entre nosotros, se está ganado el despido a pulso).
Los Bucs ganaron y además lo hicieron con todo merecimiento. Y eso que Mike James, su nuevo corredor titular tras la baja de Doug Martin, salió del partido lesionado después de atravesarse el campo en un drive espectacular, mientras la defensa de los Dolphins miraba incapaz de hacer nada para frenarlo. Parecía que ahí se acababa el impulso inicial de Tampa, pero siguió durante toda la primera parte. La defensa, tremendamente agresiva, tenía completamente amedrentado a Tanehill protegido por una línea de circunstancias (y eso que la titular ya era mala). Además, el ataque de Tampa se sacó de la manga a Leonard y Rainey, que siguieron martilleando con furia a la defensa de Miami por tierra, para derrumbarla una y otra vez. Pese a todo, los Dolphins llegaron a adelantarse en el marcador en el tercer cuarto, cuando sus rivales abandonaron la carrera y casi perdieron en un juego de pase innecesario todo lo conseguido anteriormente. Fue entonces cuando Schiano recuperó la sensatez y volvió a la fórmula del inicio del partido, machacando por tierra en ataque y abrumando a Tanehill en defensa, para que su equipo inaugurara el casillero de victorias y confirmara que en la NFL hay vestuarios incluso más patas arriba que el suyo.
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