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Esta semana, el Podcast viene cargadito, que todos teníamos muchas ganas de contar cosas. Pero antes de escucharlo, os dejo un vídeo cuya historia viene a cuento por uno de los temas que tratamos en el programa. Como veis, el kicker intenta anotar un field goal, el balón rebota, le cae en los brazos y él, como una exhalación, corre para anotar el touchdown de la victoria. La jugada es increíble, única en su especie, y además, ha vuelto a la actualidad. 33 años después de conseguirla, Chester Marcol, su autor, ha confesado que consiguió la hazaña gracias a que en el descanso había esnifado unas rayas de cocaína. Os cuento toda la historia más abajo.
00,00 - INTRO
00,33 - RESULTADOS DE LA JORNADA
02,12 - EL BUZON DEL OYENTE
09,50 - LA TERTULIA DEPORTIVA
· 10,55: Una semana de sustos
· 12,09 SDvsWAS: Los Redskins, un equipo al alza !y un himno molón!
· 19,00 TBvsSEA: Seattle aprendiendo a remontar.
· 23,22 INDvsHOU: Luck toma el mando y Keenum, un regalo inesperado.
· 33.49 CHIvsGB: La peor pesadilla hecha realidad.
45,10 SABOR A FOOTBALL: 'Too much Hutson' por Jose Villelabeitia
57,00 LA LLAMADA DE MARIANO: La Universidad convertida en trámite
1,08,10 DESPEDIDA Y CIERRE
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Tomás Monge
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Marcol y el touchdown de la cocaína
Antes de empezar, os aviso de que esta historia la tenía preparada Dani Hidalgo para el Blue42 de esta semana y se la he robado para poder dedicarle más espacio, porque creo que lo merece.
El 7 de septiembre de 1980, los Packers y los Bears se enfrentaron en uno de los capítulos más conocidos de su eterna rivalidad. El partido fue una batalla defensiva que llegó 6-6 al tiempo extra. Por fin, los Packers consiguieron llegar a distancia de field goal y Chester Marcol pateó el balón de la victoria… que no fue tal porque Alan Page, defensa de los Bears, consiguió bloquearlo. En ese momento comenzó una increíble carambola. El balón rebotó en el casco de Page y terminó volviendo por donde había venido para caer en los brazos de Marcol.
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En esos casos lo normal es que el kicker no sepa lo que hacer con el balón y termine llevándose un golpazo, pero Marcol no se lo pensó dos veces y echó a correr como alma que lleva el diablo para anotar el touchdown de la victoria. La jugada pasó a los anales de la historia de los Packers como una de las más grandes del equipo, e incluso el balón se exhibe en el salón de la fama de Green Bay.
El caso es que ahora, 33 años después, Chester Marcol ha escrito su biografía y en ella cuenta que en el descanso del partido se había metido unas rayas de cocaína y que cuando se produjo la jugada aún estaba bajo sus efectos. Él no dice que lo uno llevara a lo otro, pero viendo el vídeo es innegable el estado de euforia en el que se encontraba. Me le imagino dirigiendo la oración en el vestuario, cuando Starr le pidió que dirigiera el rezo del equipo. Seguro que más bien estaba pensando que necesitaba un confesor para librarse de los remordimientos, que si suelta esta perla 33 años después, es porque la historia aún le produce cierta desazón.
Pero os dejo literal la traducción que ha hecho Dani de la historia, como la cuenta Marcol en su libro:
"Miré hacia arriba, esperando ver al balón entrar entre los postes... Pero, en vez de ello, sólo vi los números de la camiseta de Page. Tal y como dijo que lo haría, saltó y bloqueó la patada.
Medio segundo más tarde, el balón se estrelló contra mi pecho y conseguí agarrarlo.
Instintivamente, empecé a correr hacia la izquierda. Gran parte de los Bears seguían envueltos en una pila humana en el medio del campo. Hay que recordar que dieron todo lo que tenían para intentar bloquear la patada.
Cuando se dieron cuenta de que tenía el balón, ya era demasiado tarde. Un compañero se deshizo del único Bear que se cruzaba en mi camino y me dejó vía libre. De todas formas, poco importaba, ya que nada me podría haber parado.
Cuando entré en el end zone, Lambeau estalló. Mis compañeros no me dejaron respirar.
No sólo había marcado un Touchdown, además conseguí la victoria ante nuestros más detestados rivales, los Bears. Ya en los vestuarios, Starr me dio el balón del partido y me pidió liderar el rezo del equipo. Lo hice con lágrimas de alegría. Aquel balón está ahora en el Salón de Fama de los Packers.
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Pero hay algo de aquel Touchdown que no sabe nadie. Estaba bajo los efectos de la cocaína cuando marqué. En el descanso del partido entré al vestuario y, mientras mis compañeros preparaban la segunda parte, me metí unas rayas. No sé si estaba colocado cuando marqué el Touchdown casi dos horas después, pero sí bajo los efectos.
No es algo que me enorgullezca, pero contar esta historia sin añadir lo de la cocaína no sería sincero por mi parte".
Y a partir de aquí, los vídeos de la semana
Michael Irvin elige a LA BESTIA de la semana 9 y, curiosamente, se olvida de Nick Foles y prefiere a T.Y.Hilton.
Los cinco mejores pases de la semana...
...y las cinco mejores recepciones (que no es lo mismo).
El FedEx Air and Ground.
Los pases de modelos de Tom Brady en las ruedas de prensa.
Para los morbosos, las imágenes del soponcio de Kubiak en el descanso del Texans-Colts y las primeras informaciones sobre su estado (el entrenador ya está en su casa).
Un análisis sobre lo que deben hacer los Packers para cubrir la baja de Rodgers.
Éste se me escapó la semana pasada y no tiene desperdicio. Heath Evans elige al mejor equipo, el MVP y el equipo sorpresa en la primera mitad de la temporada. ¡Yo tampoco doy crédito!
Y, como siempre, lo mejor para el final. Un documental 'A Football Life' en dos partes sobre Randall Cunningham.
mtovarnfl@yahoo.es / twitter: @mtovarnfl
