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Una imagen, una frase (semana 9)

Mariano Tovar

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APERTURA
Los Jets, a dos victorias de los Patriots; los Browns, a dos de los Bengals; los Titans, a dos de los Colts; los Broncos, a una de los Chiefs; los Eagles, a una de los Cowboys; Packers, Lions y Bears, empatados; los Panthers, a una de los Saints y los 49ers a dos de los Seahawks con un partido menos. Los campeones Ravens, y los gallitos Texans, Giants o Falcons, fuera de la carrera. La NFL encuentra la manera de hacer un centrifugado cada tres o cuatro semanas, llenado los marcadores de sorpresas, para que todo se apriete hasta la asfixia. Es como en el metro en hora punta. Aquí nadie puede ponerse chulo porque se la lleva.

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DOLPHINS
Dolphins 22-Bengals 20

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Los aficionados de Cincinnati vivieron una noche de Halloween de auténtico terror. Andy Dalton lanzó tres intercepciones, Marvin Lewis sigue empeñado en darle el balón a Green-Ellis en vez de a Gio Bernard (impresionante su segundo touchdown) y perdieron a Geno Atkins para toda la temporada. Los Dolphins ni siquiera necesitaron hacer un gran partido en ataque. Incluso su victoria llegó gracias a una jugada defensiva, un safety, en el tiempo extra. Además, en Miami están viviendo su particular Halloween de terror con una persecución a los rookies que merece ser investigada más a fondo y en todas las franquicias.

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PANTHERS
Panthers 34-Falcons 10

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Los Falcons fueron como un bebé que Matty Ice intentó cuidar sin éxito. Ante la nula ayuda del ataque terrestre, se dedicó a dar pasecitos cortos y muy rápidos antes de que la línea se hundiera. Lo malo es que de vez en cuando se animaba, soltaba el brazo y ¡¡pumba!! intercepción al canto. Hasta tres llegaron. Seguramente, esos tres errores cavaron la tumba de su equipo, pero él, y solo él, consiguió mantener a los suyos en el partido hasta el último cuarto. Los Panthers jugaron un partido gris después de las exhibiciones de las últimas semanas, pero no necesitaron más ante la inoperancia de sus rivales.

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BILLS
Bills 13-Chiefs 23

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Aunque no os lo podáis creer, los Bills le dieron una paliza a los Chiefs durante casi todo el partido, pero el touchdown de Buffalo que hubiera podido sentenciar el duelo, se convirtió en una intercepción retornada para un touchdown de 100 yardas que resucitó a Kansas City. Por si fuera poco, en el último cuarto, cuando los de Alex Smith volvían a oler a muerto, un fumble de Graham era recuperado por Tamba Hali y le daba la vuelta a la historia. La defensa de Kansas, irreconocible. Ni presionó al QB, ni funcionó en secundaria y además falló más placajes de los debidos. Ah, y el drop de McCluster fue para que le cortaran la cabellera.

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COWBOYS
Cowboys 27-Vikings 23

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Hubo un momento en que parecía que los Cowboys estaban empeñados en perder con su plan de juego absurdo. Romo intentó 51 pases y DeMarco Murray solo ¡cuatro carreras! Y en ellas consiguió 31 yardas, así que, si le arrebataron el balón, no fue por que lo estuviera haciendo mal. Los Vikings se aprovecharon del ridículo planteamiento de sus rivales y jugaron, posiblemente, su mejor partido de toda la temporada, con Ponder dirigiendo el pase sin grandes sobresaltos (salvo un costosísimo fumble dentro de su end zone) y Peterson corriendo casi a placer. Al final, los Cowboys tuvieron la última posesión y lo aprovecharon. A propósito, no os perdáis a Chase Ford cogiendo a Peterson en la yarda 5 de Dallas, levantándolo en vilo mientras varios defensas lo agarraban y arrastrándolo hasta la endzone para que anotara un touchdown que deberían apuntárselo al 86 de los Vikings.

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RAMS
Rams 21-Titans 28

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Fue un lujo ver a Chris Johnson y Zac Stacy en un impresionante duelo de corredores. Fue penoso ver a Locker y Clemens en un patético duelo de quarterbacks. El primero nunca tuvo buena protección de su línea y el segundo sufrió un fumble en el último cuarto que le costó el partido a su equipo. Luego, ni defensa prevent, ni leches, Clemens fue incapaz de dirigir un drive que llevara el partido al tiempo extra.

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JETS
Jets 26-Saints 20

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Rob Ryan tuvo que claudicar ante la genialidad de su hermano Rex, que una vez más destruyó a un rival pasador hundiendo su línea ofensiva. Drew Brees no tuvo un segundo de respiro en todo el partido y las cosas se le complicaron aún más cuando Darren Sproles salió lesionado y el QB se quedó sin opciones fiables de pase corto. Y ya que jugaba contra su antiguo equipo, Ivory aprovechó para reivindicarse con una de las mejores actuaciones de su carrera. Esta vez sí que se echó de menos más aportación del ataque terrestre de los Saints, que quedó casi inédito por unas prisas permanentes e innecesarias.

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REDSKINS
Redskins 30-Chargers 24

El resultado de este partido es totalmente engañoso, y su única explicación puede estar en la intercepción retornada para touchdown por San Diego y los dos fieldgoals fallados por los Redskins. Mientras que el ataque de Washington destrozaba a la defensa rival a base de option y de pases a media distancia a jugadores increíblemente solos, el ataque de los californianos se atascaba en un Rivers que nunca consiguió la precisión a la que nos tenía acostumbrados esta temporada. Por el rendimiento de los dos equipos, parecía que estábamos viendo un partido de la temporada 2012. Al final, como por arte de magia, los Chargers tuvieron el partido en su mano y lo dejaron escapar.

RAIDERS
Raiders 20-Eagles 49

Siete touchdown de Foles como siete soles ¿Es tan bueno Foles? ¿Son tan malos los Raiders? ¿Ha resucitado el ‘Chip way of live’? Estando estos dos equipos de por medio, lo único seguro es que el detalle de sacar del partido a Foles cuando quedaban algo más de 10 minutos, impidiendo que intentara el récord de todos los tiempos, fue un detalle muy feo por parte de Chip. Y de proteger a su QB nada, que durante el partido los defensas de Oakland solo le saludaban desde lejos y los dos sacks fueron casi accidentales.

SEAHAWKS
Seahawks 27-Buccaneers 24

Los Seahawks todavía se estaban atando las zapatillas cuando miraron el marcador y descubrieron que perdían 0-21 en su propia casa. Creo que el CenturyLink jamás había quedado tan enmudecido ante lo que estaba contemplando. A partir de ese instante comenzó la mayor remontada de la historia de Seattle. Pero no fue ningún espectáculo de fuegos artificiales, sino una labor de zapa lenta y trabajosa, ante unos Bucs agazapados y que se agarraban al terreno con todas sus fuerzas. Por fin, en el último cuarto, Wilson cogió velocidad y acompañó a un Lynch que había estado golpeando incansable el muro defensivo y que por fin vio como su esfuerzo fructificaba. Ah, se me olvidaba. Seattle permitió 205 yardas de carrera y que Glennon completara casi el 75% de sus pases. No se puede fallar así, por segunda semana consecutiva, ante rivales de tan poca entidad.

BROWNS
Browns 24-Ravens 18

La línea ofensiva de los Ravens es un desastre. Ni abre huecos para las carreras de Rice y Pierce, ni da tiempo a Flacco para que lance con tranquilidad. El problema, que ya es endémico, tiene muy mala solución y amenaza con terminar definitivamente con la decepcionante temporada de los campeones. Los Browns, mientras tanto, siguen construyendo su edificio lentamente, cimentándolo en una defensa espectacular y, esta vez, usaron a Josh Gordon y Cameron como cebo mientras Little y Bess se llevaban la gloria.

PATRIOTS
Patriots 55-Steelers 31

Es curioso cómo van mutando los Patriots. El equipo sin receptores y con una frágil línea ofensiva, que tenía que sobrevivir gracias a su defensa, se va convirtiendo, poco a poco, en el tradicional festival aéreo con las gotas necesarias de carrera y la defensa porosa de los últimos años. Ahora sí que me creo a este Brady, pero sigo sin creerme a todos los que le rodean, porque supongo que se aprovecharon de que la secundaria de los Steelers esté formada por un cónclave de madres. Pese a todo, y sin preocuparme de un Gronko que casi siempre lo hace bien, Amendola por fin empezó a justificar su fichaje y Dobson mereció que por una vez olvide su apelativo. Los Steelers, con manifiestas debilidades propias de alguien de su edad, aprovecharon para demostrar que la defensa de Boston es la mitad sin Mayo y todavía menos sin Talib.

TEXANS
Texans 24-Colts 27

Todo el mundo ha señalado el soponcio de Kubiak (que aún le mantiene en el hospital), como causa mayor de la derrota de los Texans, que hasta ese momento dominaban 21-3 a unos Colts que no habían olido la bola. Yo no sé si esa es la razón. Lo que sí tengo claro es que el front seven de los Texans, que había asfixiado a Luck durante toda la primera mitad, bajó el pistón mediado el tercer cuarto. En cuanto el genial QB notó que le llegaba el aire, protagonizó una remontada inapelable mientras que Keenum, infalible hasta entonces, se volvía errático y fallón ante una defensa de los Colts que se había ajustado durante el descanso. Pese a todo, Andre Johnson tiene que estar encantado con el cambio de QB, ahora vuelve a parecer el receptor imparable de hace un par de temporadas. Dicho todo lo anterior, quien decidió de verdad el partido fue Randy Bullock. Falló tres de cuatro field goals y quizá haya llegado el momento de que en Houston se planteen dejar de jugar sin kicker.

PACKERS
Packers 20-Bears 27

¡Manda narices! Todo el año esperando con ansia el duelo entre Rodgers y Cutler y se convierte en un enfrentamiento descafeinado entre McCown y Wallace. Ambos equipos, resignados, tiraron de backfield para intentar ganar, pero pese al partidazo de Lacy y Starks, Wallace puso muy poco de su parte y el ataque local no pudo sobreponerse a la tempranera lesión de Rodgers. Además, la defensa de los Packers pareció todo el partido desorientada, incapaz de llegar a un McCown más que aseadito, fallona en secundaria y superada por Forte.

mtovarnfl@yahoo.es / twitter: @mtovarnfl