Mi ranking de quarterbacks de la NFL
Antes de seguir leyendo, ruego encarecidamente que nadie se enfade. Es mi opinión actual, solo eso. Yo no soy ningún argumento de autoridad, ni éste es un ranking oficial. Está escrito sin importarme la actuación que tuvieron este fin de semana. Temo este tipo de artículos, porque es tradicional que provoque que algunos de vosotros alcance el punto de ebullición ante la baja clasificación de vuestro QB favorito, mientras que pongo por encima a no sé qué 'matao'. Insisto, es solo un ejercicio que no pretende ser riguroso, sino sincero. Estoy seguro de que si lo hiciera dentro de dos semanas, o lo hubiera hecho hace dos, muchas posiciones habrían cambiado. De todos modos, ahí tenéis los comentarios para discrepar con educación en todo lo que queráis.
Para terminar con la introducción, el criterio que he usado no es el mismo en todos los casos. En ocasiones he valorado una trayectoria y en otras ha primado la impresión causada en lo que va de temporada. A pesar de todo, mi forma de ordenar siempre ha sido la misma. Me imagino como manager general de un equipo de la NFL y voy comparando unos con otros haciéndome siempre la misma pregunta: ¿si tuviera que quedarme con uno para mi equipo, a cuál elegiría? Después de mucho repetir esa pregunta, y de enfrentar en duelos individuales a casi todos contra casi todos, os dejo con mi ranking de quarterbacks de la NFL actual.
Lo que primero me gustó de Rodgers fue la alegría que transmitía. Lo bien que se lo pasaba jugando a football. Es verdad que ha perdido parte de esa alegría, pero a cambio ha desarrollado una frialdad letal que da miedo.
Estoy perdidamente enamorado de Ryan. Cuando le veo jugar me recuerda a esa raza de genios que poblaron la NFL a mediados de los '90. Un pocket passer de los de siempre con una visión del juego, una frialdad y (me vais a perdonar) unas pelotas que no caben dentro de la coquilla. Estoy seguro de que en dos o tres años será mi favorito (si de una puñetera vez le ponen en manos de un entrenador como Dios manda).
6º Tony Romo (Cowboys).
No lo olvidaré. La primera vez que vi jugar a Romo le dije a Manolo Arana: "mira, tío, ¿has visto cómo se parece ese a Brett Favre?" Y Manolo respondió: ¡pues tienes razón, se le da un aire! Y desde entonces, Romo siempre me ha recordado a Favre, aunque le falte la alegría que definía al genio. Sí, es verdad, está algún escalón por debajo, pero no demasiados. Su único problema es que si un pájaro pasa por encima del estadio en el momento decisivo de la Super Bowl, echará una cagarruta que le caerá justo en el ojo en el instante en que lance el pase de la victoria... que será interceptado y retronado para touchdown.
Ben mola. En serio, es el que más mola. El chico malo es feliz en su vida de película picante de los ’80 en la América profunda. Y eso es lo que transmite en el campo, la despreocupación del que se lo está pasando de narices, pero que se lo estaría pasando igual de bien en casi cualquier otra parte. Por el camino, se deja todo en el emparrillado y el talento le sale a borbotones.
Mi relación con Philip es como un mal noviazgo. A veces le quiero matar y otras me deja embelesado. Hace solo unas semanas escribí que en mi opinión estaba acabado, pero ahora da gusto verle dirigir con precisión el práctico ataque de los Chargers. Siempre he echado de menos un poco más de temperamento, que sus arreones de genio no tienen nada que ver con el carácter ganador.
Flacco y Ryan tienen 28 años. Ambos fueron elegidos en primera ronda de 2008. Ryan con el pick 3 y Flacco con el 18. Ryan tiene unos números globales mucho mejores que los de Flacco, pero el de los Ravens tiene un récord en postemporada de 9 victorias y 4 derrotas, con un anillo, mientas que Ryan está 1-4. Flacco no me enamora. Nunca me ha gustado demasiado y en raras ocasiones le he visto dirigir un drive con autoridad en temporada regular. Eso sí, cuando llega postemporada se convierte en Genghis Khan.
Creo que Cutler lleva cinco años viviendo en Chicago de las 4.526 yardas y 25 touchdowns que consiguió en su última temporada con los Broncos. No voy a negar su talento natural, pero le sobra ego y le falta carácter en los momentos en los que un gran quarterback se diferencia de uno simplemente bueno. Después de ocho años, seguimos esperando a ese gran Cutler que iba a comerse el mundo.
El partido que más me ha gustado de Dalton hasta ahora, que no es ni mucho menos el mejor de su carrera, fue su derrota ante los Texans en el partido de wild card en 2011, el año de su debut. Sus números parecen desastrosos, (27 de 42 para 257 yardas y ¡3 intercepciones!). Sí, pero ese día le echo unas pelotas que me tuvieron encandilado gran parte del partido. Técnicamente es un portento, pero me gustaría ver más a menudo en Dalton todo el carácter, y la capacidad de liderazgo, que demostró tener aquel día. Otro con talento para estar muy arriba y que no termina de estallar.
Yo diferencio tres categorías: quarterbacks estáticos (lo que solemos conocer como pocket passer), scramblers y quarterbacks corredores (cuyo primer exponente claro tal vez fue Michael Vick). Cam Newton es el quarterback corredor que más me gusta. Maniatado en el pocket pierde gran parte de su eficacia, pero solo con sentir el alivio de una puerta disponible, se convierte en un pasador certero, letal e inteligente. Como sabéis, no me gustan los quarterbacks tan móviles, pero si tuviera que quedarme con uno en la NFL actual, apostaría por Newton.
El año pasado pensé que el talento de Griffin estaba por encima de su movilidad. Que podría convertirse en una estrella incluso anclándose en el pocket. Hoy creo que eso requeriría un aprendizaje que Shanahan no está dispuesto a acometer, y que antes o después un mal golpe terminará con la carrera de un QB que está siendo maltratado y sobreexplotado en la NFL. RGIII cada vez es más esclavo de su movilidad y a estas alturas ya ha perdido el factor sorpresa.
Los defensores de Bradford hablan de su talento innato y de la falta de calidad a su alrededor. Vale, me lo creo, pero después de cuatro años todavía estoy esperando que una actuación de Bradford me haga botar en el asiento. Una mala plantilla complica el éxito, pero el talento a borbotones no se puede esconder durante tanto tiempo. Quizá llegue el día en que me demuestre lo contrario, pero Bradford, hasta ahora, siempre me ha parecido un triste. Y os prometo que estoy deseando equivocarme.
Otro talento innato desperdiciado bajo quintales de conformismo, toneladas de egoísmo y un empeño inexplicable por aguantar la pelota demasiado y lanzar pases allá donde se pierde la vista. Una mala lesión en un polémico partido de postemporada contra los Steelers terminó con el Palmer de verdad. Desde entonces solo ha sido un mercenario sin ambición que en contadas ocasiones demuestra que podía haber sido un grande.
Algunos auguran que con su talento e inteligencia será el abanderado de una nueva raza de quarterbacks que revolucionarán la NFL. Yo ya he vivido muchos anuncios de la llegada del mesías y por ahora solo veo a un jugador con mucha chispa, que se siente muy cómodo corriendo, pero no tanto pasando. Creo que le salva jugar en un equipo tan bueno como los 49ers, pero en el desamparo de un conjunto mediocre quizá estaría luchando por tener oportunidades un año más.
Técnicamente es uno de los mejores quarterbacks de la actualidad. Desde la retirada de Favre, muy pocos han ejecutado el play action escondiendo la jugada tanto tiempo como él. Tiene brazo y tiene magníficas lecturas... pero pone cara de circunstancias cada vez que sufre el más mínimo problema. Dios le dotó de un talento excepcional, pero es un hombre de hojalata al que le falta corazón.
23º Ryan Tannehill (Dolphins).
Por ahora es una incógnita. Ha alternado actuaciones de carácter, con fogonazos de calidad propios de los muy buenos, con otras apariciones demasiado grises y plagadas de errores impropios de la calidad que se le presupone. Lo mismo se asienta y sube en este ranking como la espuma, que se convierte en otro Ponder y termina siendo el enésimo QB sacrificado a los dioses en Miami. Eso sí, su línea ofensiva es tan mala que complica mucho valorarle.
26º Geno Smith (Jets).
Por ahora le dejo en zona de nadie. Necesito verlo más. Algunos domingos me parece que tiene la chispa de los buenos, y otros, que no se entera de nada. En un sistema tan protector como el de Rex Ryan debería ser más regular.
Ya he hablado mucho sobre él en las últimas semanas. Algunos dicen que para los Vikings es suficiente. Vale, pero ¿suficiente para qué? En la NFL es más importante demostrar regularidad que brillantez puntual.
La edad no perdona y el portento físico de hace una década está muy cerquita de arrastrarse por el campo. Incluso aunque los Eagles terminaran en playoffs, creo que estamos ante su último año como titular en la NFL.
30º Mike Glennon (Buccaneers).
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