Una imagen, una frase (semana 5)

Mariano Tovar

Ampliar

Ampliar

Ampliar

Ganaron los Browns, pero perdieron los dos. Brian Hoyer, el nuevo paladín de Cleveland, es baja para toda la temporada. EJ Manuel, la ilusión de Buffalo, también quedó K.O. Unos tendrán que lidiar con el insensato Weeden y otros con el aterrorizado Tuel. Por mucho que intenten consolarse con los retornos de Travis Benjamin, o con la resurrección de CJ Spiller, la alegría dura muy poco en la casa del pobre.

Ampliar

Ampliar

Jay Cutler jugó un partido casi perfecto, ha encontrado en Jeffery un objetivo casi tan peligroso como un vigiladísimo Marshall, la defensa de Chicago fue muy eficaz en la zona roja aunque esta vez no consiguiera grandes jugadas… ¿Entonces por qué perdieron los Bears? Quizá porque Drew y Peyton viajan hacia MetLife a velocidad de colisión y el destino es inevitable. ¡Qué bien juegan estos Saints!

Ampliar

Ampliar

Jamás pensé que diría esto, pero el domingo sentí lástima por Tom Brady. Su línea se hundía una y otra vez, los receptores eran incapaces de sujetar un solo balón y ‘Dropson’, el dios del drop, ahora ha conseguido un nuevo superpoder: confunde las rutas con una precisión letal (para su equipo). Y para colmo de males, sin Wilfork en la defensa, incluso Green-Ellis parecía el dios del viento. Pese a todo, los Bengals no debieron irse a la cama tranquilos. Sufrieron para tumbar a un rival que estuvo grogui desde el primer minuto.

Ampliar

Ampliar

Los Lions se rindieron antes de empezar el partido, cuando decidieron guardarse a Megatrón para batallas más sencillas. Detroit, esclavo de su tridente, no es nadie si falta Bush, pero mucho menos sin Calvin Johnson. Su defensa, al menos, volvió a demostrar que ha dado un gran salto de calidad y los Packers no consiguieron romper el partido hasta mediado el tercer cuarto, cuando Cobb cortaba el campo con un carretón y poco después Rodgers conectaba con James Jones para firmar el único touchdown. Pero visto el partido, vuelvo a preguntarme qué le sucede a Rodgers éste año y si el dedo roto de Matthews puede terminar convirtiéndose en talón de Aquiles de todo el equipo.

Ampliar

Ampliar

Durante el tercer cuarto se produjeron unos sucesos que definen perfectamente el partido. Los Titans, en la yarda uno rival, fueron incapaces de entrar en la zona de anotación en tres intentos, En vez de jugarse un field goal lo volvieron a intentar y se volvieron a estrellar. Los Chiefs, que tenían por delante 99 yardas en su ataque, se comieron entero el resto del cuarto, anotaron un field goal y se fueron al descanso 0-13. La defensa de Kansas es una cosa muy seria como para intentar superarla con Fitzpatrick.

Ampliar

Ampliar

Cuando un árbitro concede un safety, revisa la jugada y se reafirma en el error, me pregunto si el problema es de soberbia, ceguera o incompetencia, pero de 0-12 a 0-17 hay un mundo. Pero para mundos, los que nos descubrió Andrew Luck en una segunda parte portentosa en la que, si entornabas los ojos, parecía vislumbrarse en él la sombra de Peyton Manning. Descolocar a toda la defensa con un simple giro de la cabeza solo está al alcance de los genios.

Ampliar

Ampliar

Llevo un rato buscando la manera de encontrarle un aspecto positivo a este partido, y lo único que se me ocurre decir es que Justin Blackmon regresó de su sanción a lo grande, con 136 yardas y un touchdown. Casi todo lo demás apesta, pero más que ninguna otra cosa, Gabbert. Por favor, que alguien se lleve muy lejos a ese tipo de una puñetera vez. ¡Tíos, en serio, que encima cobra (y mucho) por su ‘trabajo’!

Tannehill está a punto de sufrir un ataque de nervios. Su impresionante pose de los primeros partidos ha desaparecido tras tanto jarabe de palo. Ahora sale al campo como un perro apaleado, agachado, temeroso, y con el rabo entre las piernas. Seguro que el domingo soñó con Suggs. Y pese a todo, sigue teniendo multitud de detalles de gran jugador. Los Ravens, con la lección aprendida, se centraron en hundir la línea ofensiva de Miami. Mientras, su ataque, que esta vez sí balanceó pase y carrera, tardó en arrancar, y cuando parecía que estaba cogiendo velocidad, fue frenado en seco por una costosísima intercepción a Flacco. Al final, todo se decidió en un duelo de kickers.

El domingo se desveló un misterio. Foles tiene capacidad para suplir a Vick en el ataque de Chip pese que su estilo parece chocar con el plan de juego. Correr, no correrá, pero asegura solvencia en el pase. Lo que nadie es capaz de predecir es cuándo tocarán fondo de los Giants. Sin línea ofensiva, sin carrera, con Eli desquiciado y Coughlin resignado, no son capaces de dar una a derechas, y mucho menos de jugar a un buen nivel durante un partido completo.

Una vez más, no hace falta ver el resultado para saber si ganaron los Panthers. Es suficiente con mirar los números de Cam Newton: 308 yardas, tres intercepciones, un fumble perdido, y solo 4 carreras para 25 yardas. Newton en el pocket es un desastre y como scrambler un peligro. Por eso, su staff, que sabe que la línea es un coladero, le obliga a quedarse ahí quietecito, para que le sacudan a gusto. Y claro, los Cardinals, con un Palmer casi tan incompetente como Newton en el pocket, se limitaron a recoger el regalo y agradecerlo con efusividad.

Tony Romo es el único jugador de la historia capaz de perder un partido después de conseguir un rating perfecto. Es la segunda vez que lo hace. Pero me postro ante él. Estuvo genial, con jugadas imposibles, hasta que, al final, una intercepción le dio la razón a su leyenda negra y la victoria a los Broncos. Las defensas, ambas, pese a lo que pueda parecer, jugaron un muy buen partido, pero cuando se te viene encima un tornado es muy complicado no salir volando.

Matt Schaub ya es un cadáver andante. Después de una actuación espantosa tiene las horas contadas en Houston. Su primer pase fue interceptado, y luego acumuló otros dos robos y una actuación siempre errática. Los Niners, con un Kaepernick que fue un espectador en el campo, todavía no saben muy bien cómo consiguieron 34 puntos con tan poco esfuerzo.

Nunca acabamos de aprender por mucho tiempo que llevemos viendo NFL. Los Raiders, que hace un mes parecían un juguete roto, tuvieron un arranque meteórico tanto en ataque como en defensa. Cuando se quisieron dar cuenta, los Chargers tenían el partido perdido. Creo que ahora, dos días después, los de San Diego no tienen aún muy claro qué es lo que les atropelló. Y eso que en el último cuarto tiraron de corazón para maquillar el resultado.

Mike Smith le tiene alergia a los field goals. En serio, cuando ve la posibilidad de intentar uno, le sube la fiebre y le entran sudores fríos. Si a eso le sumamos que la defensa de los Falcons es solo parte del mobiliario y que la línea ofensiva no le da un instante a Matt Ryan, los de Atlanta, a estas alturas, han pasado de ser favoritos a depender de un milagro para entrar en postemporada. Y mientras, los Jets, desahuciados desde el primer día, siguen pasito a pasito, dirigidos en la banda por un genio, y en el campo por un novato con mucho que aprender todavía, pero paladas de profesionalidad y ganas. Me descubro ante Rex Ryan y Geno Smith.

mtovarnfl@yahoo.es / twitter: @mtovarnfl