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ASÍ LOS VEMOS: Cleveland Browns (AFC Norte)

Mariano Tovar

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Cambio de propietario, cambio de manager general, cambio de entrenador principal, cambo de coordinador ofensivo, cambio de coordinador defensivo, cambio de mentalidad, de ciclo, de pie, de velocidad, de espíritu… cambio, cambio, cambio, cambio… Y sí, por supuesto, por enésima temporada consecutiva estamos hablando de los Browns. El equipo en eterno estado de cambio. La demostración empírica de que es viable la máquina del movimiento perpetuo que jamás avanza un milímetro.

Y sí, creo que soy el único al que le gustaron los Browns del año pasado. Bueno, tengo que matizar. No es que me encantaran, pero sí que me divirtió mucho verles jugar. Siempre tuve la sensación de que con un nuevo propietario, un nuevo manager general y un nuevo staff técnico con ideas frescas, este equipo podría carburar. Ahora solo hace falta que los astros se hayan alineado de una puñetera vez y deje cada uno de tocar una partitura diferente. Lo que, vistos los antecedentes, puede ser una entelequia. Y más después del draft que ha perpetrado Michael Lombardi, el nuevo manager general. Mike, tío, si solo tenías cinco elecciones, y si nos olvidamos de las de sexta y séptima ronda, que son proyectos a largo plazo, te estabas jugando el todo por el todo en dos picks. ¿Era tan difícil hacerlo como Dios manda? ¿Tanta prisa había por ponerlo todo patas arriba?

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Así que, en resumen, la idea es romper completamente con el pasado y empezar de cero, lo que, como os he contado, no es ninguna novedad en un equipo que ha tenido siete entrenadores desde su refundación, reaparición, retorno o lo que sea, en 1999. Rob Chudzinski, el nuevo valiente que se ha atrevido a lidiar este toro, vuelve a la casa donde ya fue entrenador de tight ends (2004) y coordinador ofensivo (2009/2010). Sinceramente no sé si eso es bueno o malo. Llega sabiendo lo que se esconde bajo las alfombras, pero el virus que persigue a la franquicia se esconde latente en su organismo. Para empezar, le da el mando de la defensa a Ray Horton, que como primera medida decidió que había que cambiar el sistema defensivo de 4-3 a 3-4. Eso ha obligado a reconstruir a toda prisa el front seven, que es lo único que funcionaba como un reloj, ha condicionado el draft y ha provocado esfuerzos adicionales en la agencia libre. ¿Por qué tanta prisa?

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Otra de las grandes ideas de Lombardi y Chudzinski fue anunciar públicamente desde el primer día que no quieren ver a Weeden ni en pintura. Pero como en el draft no había nada decente con el que sustituirlo, se conforman con aguantarlo un año más para elegir a su nuevo pasador con el pick global número 1 del draft de 2014, lo que no es una profecía, sino solo una sospecha. Chudzinski quiere un QB móvil y Weeden, Campbell y Hoyer no son precisamente bailarines de claqué, así que, indirectamente, la franquicia ha anunciado que este año se borran, que no tienen ni ‘como’ ni ‘con qué’, y que ya veremos en 2014. Que quede muy claro que me encantaría equivocarme y que algún aficionado de los Browns me diera argumentos que me convenzan de lo contrario.

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Yo creo que Weeden, que entra en su segunda temporada, durante la que cumplirá 30 añazos, el año pasado no jugó pensando en los Browns, sino en salvar su vida. El chaval no es tonto, todo lo contrario, sabía que el mundo de la NFL se carcajeó a gusto cuando los Browns decidieron gastar en él una primera ronda del draft y que tenía muy poco crédito. Además, los analistas no suelen soltar una presa moribunda fácilmente, así que Weeden dedicó su temporada a intentar asombrar a la grada con sus hazañas. Y claro, el staff técnico se tiraba de los pelos al ver que su QB hacía lo que le salía de las narices sin importar el plan de juego o las indicaciones desde la banda. Pero claro, la opción era sacar a McCoy, que es un señor muy pequeñito y sin un pijo de fuerza en el brazo, así que era Weeden o Weeden, un novato desbocado con 29 años.

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Este año Weeden no podrá seguir a su bola. Tiene detrás a Jason Campbell, que tiene veteranía, solvencia y muchas probabilidades de acabar la temporada como titular de circunstancias. Weeden también tiene algo a favor. Parece que Chudzinski quiere un ataque muy vertical. Dicho todo lo anterior, creo que Weeden es bastante mejor de lo que están diciendo. Tuvo momentos auténticamente brillantes, pero han quedado enterrados por esos ataques megalomaniacos que le daban. Entiendo que es difícil no vivir en un estado permanente de ansiedad sabiendo que eres carne de cañón y que tu equipo, hagas lo que hagas, te mandará a la porra en cuanto acabe la temporada, pero tiene por delante 16 partidos para demostrar que detrás de su bien brazo no hay una cabra loca y ganarse un cómodo trabajo de balneario como segundo QB donde sea.

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También habría que valorar si la primera ronda del draft de 2013 de los Browns está maldita. Porque incluso antes que a Weeden eligieron a Trent Richardson, nada menos que con el tercer pick global. Y el corredor, el nuevo Peterson, la repanocha, el futuro referente del juego de carrera en la NFL, consiguió la ridícula cifra de 3,6 yardas por intento mientras acumulaba dolores, lesiones y justificaciones. Creo que Richardson tiene futuro, pero la experiencia dice que cuando un corredor no triunfa en su primera temporada suele pasarlas canutas para remontar.

Podríamos seguir así, jugador por jugador, todo el día y toda la noche. Los nuevos Browns, que estrenan propietario, GM, HC, OC, DC y cualquiera de las siglas que se os puedan ocurrir, dejarán su ataque en manos de un QB que no quieren y de un RB que vuelve a llegar lesionado a la pretemporada. Es asombroso descubrir que, en este mundo convulso que no deja de sorprendernos, hay cosas que nunca cambian por mucho que se muevan.

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Y ahora, la valoración línea por línea. La nota será sobre 5. (5=sobresaliente. 4=notable. 3=bien. 2=suficiente. 1=insuficiente. 0=Muy deficiente).

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ATAQUE

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Quarterback 0. Si fuera por Weeden les pondría más nota, pero tener como titular a un quarterback que no quieres y como suplentes a unos que no te valen, es del género tonto.

Backfield 2. ¡Hala, le ha puesto un 2 a Richardson! ¡Cómo se pasa! Os aseguro que me encantaría darle un notable o un sobresaliente, pero ni él ni Montario Hardesty han demostrado nada todavía.

Receptores 1. Josh Gordon tuvo un debut prometedor y este año debería confirmarse como un número 1 para muchos años, pero Greg Little ya ha demostrado, después de dos temporadas, que tiene las manos de mantequilla. Davone Bess, recién llegado desde Miami, y Travis Benjamin tampoco asustan a nadie. Es curioso que un entrenador como Chudzinski, especialista en tight, ends haya abierto la puerta a Ben Watson para fichar en la agencia libre a Kellen Davis y Gary Barnidge cuando, muy probablemente, apostará al final por Jordan Cameron. ¿Y todos esos quienes son?, me diréis. Pues eso.

Línea 4. Sin ninguna duda, el mejor jugador de estos Browns es Joe Thomas, su tackle izquierdo, quizá el referente de la NFL actual en esa posición. El tackle derecho, Mitchell Schwartz, tuvo un magnífico debut en 2012. Por dentro, Alex Mack es un center muy sólido y John Greco se ganó el año pasado la titularidad con merecimiento. El otro guard, Shawn Lauvao, es el eslabón más débil, pero se beneficia de jugar al lado de Thomas.

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DEFENSA

Línea 4. Como contaba en el texto general, los Browns cambiarán su sistema de 4-3 a 3-4. Y como no tenían demasiados jugadores óptimos para el cambio de sistema, tuvieron que apostar por Barkevious Mingo con el pick global número 6 del draft, y ficharon en la agencia libre a Paul Kruger (Ravens), un linebacker exterior magnífico, Desmont Bryant (Raiders), un tackle muy completo, y Quentin Groves (Cardinals), otro OLB que ni fu ni fa, para intentar aliñar la ensalada con todos ellos y lo que ya había. Fijándonos en la línea, Ahtyba Rubin es un tackle estupendo que va a jugar como end izquierdo; Phil Taylor, un tackle elegido primera ronda de 2011, puede ser el más beneficiado por el cambio de esquema, porque es muy bueno y su posición natural es la de NT. Taylor se perdió la primera mitad de la temporada pasada por una lesión de pectorales mientras hacía pesas. Desmont Bryant será el titular por la derecha. Si los tres consiguen acoplarse, pueden formar una línea muy potente, porque individualmente son grandes jugadores.

Linebackers 3. Paul Kruger se destapó como un linebacker exterior muy peligroso el año pasado en Baltimore. Sus nueve sacks son una buena carta de presentación. Jabaal Sheard tendrá que demostrar por la derecha que es capaz de rondar la decena de sacks en su nueva posición. Por dentro, Craig Robertson y D’Qwell Jackson despiertan muchas dudas y no parecen armas suficientes. Me diréis ¿y entonces, para que eligieron a Mingo? Pues por si Sheard, uno de sus mejores jugadores, fracasa en su nueva posición. Si, lo sé, todo es demasiado enrevesado.

Secundaria 3. Joe Haden es un grandísimo cornerback, pero Skrine Buster quizá no sea capaz de cargar con la responsabilidad de ser segundo. Por eso apostaron en tercera ronda del draft por Leon McFadden, que deberá rendir a tope desde el primer día. T.J. Ward es un strong espectacular y en el free no tienen, literalmente, a nadie. Parece que el titular será Tashaun Gipson, un jugador no drafteado que en su año de rookie jugó ocasionalmente.

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PRONÓSTICO

Estos Browns no están para muchas fiestas. Creo que hoy firmarían sumar media docena de victorias. Su división, que promete una lucha encarnizada, tampoco es el lugar ideal para intentar una reconstrucción tranquila. Al final, la clave estará en su defensa. El año pasado fue la que sostuvo el equipo, pero nadie sabe si ahora será capaz de acoplarse para ser competitiva a tiempo. Todo sea que Weeden se transforme en un monstruo completapases y Richardson empiece a cabalgar como John Wayne por el emparrillado, pero la pinta es que el enésimo proyecto de los Browns también comienza con el pie cambiado.

mtovarnfl@yahoo.es / twitter: @mtovarnfl

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