TRIBUNA LIBRE: Todos los ojos están puestos en Kaepernick
Kaepernick fue la cara de la offseason. Nadie vende más camisetas en la NFL que él. En mayo, fue invitado a la Casa Blanca y logró que la primera dama de EEUU besara su propio bíceps, movimiento registrado del quarterback del San Francisco 49ers. Este mes ha salido desnudo en la portada de la ESPN Magazine y ha ganado el premio ESPYS de Mejor Atleta Revelación.
No fuera por la lesión de Alex Smith en la décima semana de la temporada pasada, Kaepernick probablemente seguiría siendo hoy aquél mismo joven prácticamente desconocido, que salió de un pequeño colegio de la ciudad californiana de Turlock para la mediocre Universidad de Nevada, la única que le ofreció una beca para jugar fútbol americano.
“Adoptado. Mestizo. Todo tatuado. A veces un corredor. A veces un pasador. Colin Kaepernick, 25 años, es el anti-Manning”, define el periodista Peter King en un reciente y largo perfil hecho para la revista estadounidense Sports Illustrated.
La popularidad y fascinación por Colin Kaepernick puede ser explicada por su imagen y estilo tanto dentro como fuera del campo de juego.
Quarterbacks como Steve Young, Fran Tarkenton, Randall Cunningham o Michael Vick marcaron la historia por ofrecer riesgo tanto por el suelo como por el aire, pero los tres primeros no tenían la explosión y agilidad de Kaepernick y Vick no disfruta de la capacidad de pasador de élite que la nueva estrella del 49ers posee.
Fuera del campo, llama la atención por llevar más del 70% de la parte superior de su cuerpo cubierta por tatuajes. Nada que ver con el esteriotipo de la posición, lo que ha generado innumeras críticas del ala conservadora de la prensa deportiva estadounidense. Pero aunque su imagen exterior sugiera lo contrario, Kaepernick es ejemplo de comportamiento y conducta. El problema más grave que ha tenido desde el instituto es haber usado una gorra del Miami Dolphins para combinar los colores de la ropa que llevaba.
La mayoría de los quarterbacks de alto nivel llegan a NFL acostumbrados a la fama, ya que el futbol americano universitario es uno de los deportes más mediáticos de EEUU. Nombres como Tom Brady, Cam Newton o los hermanos Manning han jugado en grandes universidades y tuvieron que aprender desde muy jóvenes a lidiar con la prensa. Kaepernick, por otro lado, llegó a la NFL prácticamente desconocido del gran público y, durante la temporada pasada hasta la Super Bowl, mantenía distancia de las cámaras y contestaba las preguntas con nada más que dos o tres palabras.
Kaepernick tendrá que probar en campo que toda la expectación creada no ha sido un amor de verano. Que su estilo de juego revolucionario puede garantizar éxito duradero y no ha sido apenas una novedad de media temporada. En la NFL da igual quien da más entrevistas, tiene más seguidores en Twitter o vende más camisetas. El éxito es medido en victorias y, al día de hoy, Colin Kaepernick es el único quarterback del San Francisco 49ers que ha perdido una Super Bowl.