Estás leyendo

Del Bosque y muchos más

Mr. Pentland

Míster Pentland fue justo lo que la mayoría llevamos dentro: un entrenador. El precursor y más innovador. Este rincón tratará de su gremio. De los inicios, las trayectorias y las anécdotas de sus sucesores. Modestos y profesionales. Españoles y foráneos. De club o seleccionadores. Bienvenido. Pase y tome asiento.

Autor: Alfredo Matilla

Del Bosque y muchos más

Llevaba unas semanas sin asomarme a esta ventana. Y no por vacaciones o pereza. Mister Pentland también tiene familiares y a veces hasta les operan (satisfactoriamente) para mejorarlos.

Durantes estos días, ya con las ligas archivadas, hemos observado la Copa Confederaciones con la motivación que siempre da ver a la campeona (aún lo es). Pero también hemos mirado de reojo al campeonato con esa sospecha de que se asemeja mucho a un 'Ramón de Carranza' de selecciones. El análisis más justo de los banquillos podría ser éste: Prandelli engancha con el nuevo estilo más alegre y atrevido. Scolari convenció como estratega en la resurrección de la ‘canarinha’. Y Tabarez se ganó más respeto con un tridente de otra época. Aun así, a pesar de tener el foco en Río y alrededores, hubo una noticia más recurrente. Un aniversario que afectaba a nuestro seleccionador, el marqués Del Bosque, y por el que casi se agota la tinta en España.


Haca ya diez años que Don Vicente salió del Bernabéu. Y no veo mal que se recuerde, que conste. Fue un punto de inflexión. Las efemérides me gustan y el dato tiene una doble e importante lectura. Las vitrinas del Madrid le siguen echando de menos. Y además, el país entero debería agradecerle a Florentino Pérez su responsabilidad en el fichaje más importante de la Roja. Ahora, no entiendo que un despido (mejor dicho, una no renovación) cause todavía tanta sorpresa y alarma social por muchos títulos que un entrenador haya ganado en tres años y siete meses (2 Champions, 2 Ligas, 1 Supercopa de España, 1 Supercopa de Europa y 1 Intercontinental). Pasó, pasa y pasará. Este deporte se rige por mil intereses, desgasta, en él abundan las fobias y, sobre todo, no se lleva ver siempre las mismas caras. Los que criticaron su marcha por la puerta de atrás, posiblemente, hubieran (hubiéramos) pedido pronto su cabeza si las cosas no hubieran ido tan bien. Así funciona esto.

Floren-Vicente


Entre las sorpresas que regala el mundo del fútbol en su relación con los entrenadores, el puntapié a Del Bosque la misma noche de cantar un alirón lucharía por entrar en un histórico top-ten. Tiene mucha competencia. Sobre todo partiendo de la base de que varios campeones de Europa fueron despedidos nada más levantar la copa. E incluso en varias ocasiones. Heynckes lo sabe bien. Le finiquitaron tras hacer dueños del continente al Real Madrid y al Bayern. A Bela Guttman (Benfica) ya le sucedió en el pasado siglo y a Di Matteo (Chelsea), por ejemplo, le ocurrió en éste. Lo de Del Bosque es una anécdota más y no un caso único por el que nos debamos obsesionar. Creo.

Mucho más doloroso, infinitamente más cruel, fue cómo tuvieron que hacer las maletas otros colegas de profesión. Gustavo Poyet ha sido el último. Aquel gran centrocampista del Zaragoza que hasta hace nada dirigía al Brighton fue destituido hace días. Y el uruguayo (ver vídeo más abajo) conoció la ‘buena nueva’ mientras comentaba el España-Nigeria para la BBC. Así, como lo oyen. A Ramalho le echaron por teléfono en el Santos, cuando sus directivos estaban cegados por la ilusión de tener a Bielsa a tiro. A pesar de que el brasileño había ganado la Libertadores y llevó al club al Mundialito por primera vez. En el mismo club, Luis Álvaro Ribeiro, dirigente peixe, ya se cargó a Dorival Junior por vetar a Neymar, nueva estrella del Barça. Y eso que un principio le apoyó. El técnico pidió que un penalti ante el Atlético Goianense no lo lanzara él y el delantero le regaló mil insultos desde el césped. Tras el incidente, le dejó fuera en el siguiente partido ante el Guaraní. Y hasta el club multó a su joya por esa mala conducta. Pero al siguiente encuentro contra el Corinthians Dorival, Ramalho se vino arriba y tampoco lo alineó. Al acabar el choque fue despedido por “jugar con el patrimonio de la entidad”. Brasil está repleto de estas crueldades. A Luxemburgo le largaron del Gremio al llegar a la Ciudad Deportiva una buena mañana y comenzar a preparar la sesión.

 

Ya lo ven. Hay presidentes que son mucho más innovadores que Florentino para desprenderse de sus entrenadores. Carlos Ferry, máximo responsable del San Marcos de Arica chileno, lanzó una encuesta muy curiosa en Facebook. La pregunta era concreta: ¿Creen que debe seguir Luis Marcolete como entrenador? Dudaba de su continuidad y quería saber la opinión de la afición. Así es más sencillo mojarse.Tan democrático para la entidad como embarazoso para el técnico. Fue despedido, como el 70% de la plantilla, tras bajar a Primera B, pero luego fue readmitido porque el míster, con el orgullo aún intacto, aceptó bajarse el sueldo. El trato con el seleccionador de Etiopía, Iffi Onuora, también rozó lo cómico. El preparador hizo una reflexión en alto y se lo cargaron: “Que yo sepa no hay ningún campo de entrenamiento como el nuestro en el que se puedan encontrar vacas pastando”, dijo. El hecho de llegar a las semis de la CECAFA y ser tercero de grupo en la Copa de África no le valió para salvarse.

España y los técnicos españoles también han tenido un imán para los despidos por sorpresa. Víctor Muñoz protagonizó un capítulo increíble en el Sion. Constantin, su presidente, le suplantó en el descanso del partido ante el Thoune y no le dejó hacer los cambios. Le nombró ojeador. “Constantin entró al vestuario y se quedó la tiza y la pizarra”, aseguró la víctima en AS en una entrevista posterior a este ridículo. El de Caparrós en el Neuchatel también da para escribir un libro. Bulat Chagaev le dio boleto tras tres empates y una victoria después de entrar al vestuario con una pistola. Lo de Juande Ramos, en el CSKA, fue un caso de espionaje. Un miembro del club le escuchó decir que el nivel de los futbolistas de la liga ruso era “malo” y le invitaron a volver a casa. Aquí, en nuestras ligas, también hubo sorpresas que contar. A Esnáider no le dejaron entrar en su despacho en el Córdoba un buen día. Querían que se rindiera tras un final de curso para olvidar. Y a Salva Ballesta, por tratar la actualidad más radiante, le vetaron como ayudante de Abel en el Celta por ser más patriota de lo aconsejable.

Historias como estas hay mil. Y se ha escrito la mitad que sobre la de Del Bosque. A mí siempre me llamaron mucho más la atención dos casos. Y ambos ocurrieron también en el club blanco. Las cosas que te pasan siendo un crío son difíciles de olvidar. Quizás porque ambos casos tenían relación con el trasatlántico que era el Madrid para los que empezábamos y con el Albacete que nos representaba en la élite a los manchegos. Uno de ellos me conmocionó. Jamás pensé que Benito Floro, profesor antes que entrenador, pudiera hablar tan mal y pecara de esa forma de pardillo. El Plus cazó, como sólo hacen sus cámaras, su charla en el descanso ante el Lleida. Así que fue despedido entre la vergüenza por la derrota ante un modesto (2-1) y su verbo barriobajero. El segundo capítulo me hizo recapacitar. Con él entendí que el fútbol escapa a cualquier lógica. Sucedió poco después de ver mi primer partido en un estadio. Real Madrid 2-Albacete 1. El Madrid de Antic era líder sólido en esa temporada 1991-92 pero pronto, a pesar de sacar ventaja al Barça, le echaron a la calle después de ganar 2-1 al Tenerife en casa. No entendí nada, porque Mendoza había dicho esa Navidad que no le echarían “hasta que perdiera diez partidos seguidos”. Sin embargo, justificó su decisión y la llegada de Beenhakker diciendo que, pese a ir primeros, “las sensaciones no eran buenas”. Por eso, yo también recuerdo siempre otro aniversario. Cada 27 de enero pongo una vela. A Pinocho concretamente.

Antic



2 Comentarios

Mostrar
avatar

Michu

Hombre a Heynkes en el Bayern lo finiquitaron antes de que el Bayern resurgiera (en Diciembre no andaba demasiado boyante y fue cuando firmaron a Guardiola), a Di Matteo lo echaron al año siguiente de ganar la Champions no justo después. O tenemos memoria selectiva o deberías revisar y corregir esos datos.

Y si mi memoria no se equivoca a Floro lo echaron los resultados, la bronca de Lleida hizo que se dudara y que la afición viera que no tenía orchata en las venas y se encarara con los jugadores. En cuanto a lo de Antic fue una de las cantadas más grandes de Mendoza, si el Barça ganó esa Liga fue, gracias en parte, a esa destitución.

07/03/2013 05:08:15 PM

avatar

Dionisio

Florentino a pesar de sus enchufes es el peor Presidente de la historia del Madrid. Ha conseguido que el Madrid sea el más odiado perdiendo la ventaja que tenía gracias al franquismo: http://xurl.es/dzjlq

07/03/2013 05:18:55 PM