Mundial Sub-20: Jesé certifica el pase con su gol frente a Ghana
Un gol de Jesé, su tercero del torneo, certificó el pase matemático de España para los octavos en un partido duro ante Ghana y en el que a falta de tanta brillantez como en el debut sí se vio mucho más empaque. Suso le dio claridad a la posesión española. El gaditano aportó el fenomenal toque que atesora para hacer crecer junto a él a Saúl y Óliver. Ahí se coció el fútbol de La Rojita, a fuego lento cuando convenía pero a fogonazos si era el caso.
Los laterales, de paso, pusieron la guindilla. Bernat y Manquillo profundizaron tanto en la primera parte que llegaron a convivir con la línea de fondo, algo habitual en el juego de la Selección. Mientras tanto, como en un carrusel, viajaba el balón de un lado al otro, de Saúl a Suso, de Suso a Óliver, de Óliver a Denis. El gallego, principal novedad de la alineación, no tardó mucho en demostrar su valía y tras una buena acción por la izquierda apareció Jesé para empujar su regalo. El idilio del madridista con él gol va más allá de la demarcación que ocupe. Extremo o delantero centro. Da igual. En cualquier puesto llega a posiciones de remate.
El gol tempranero, otro, invitaba a activar el mecanismo que tan buen resultado dio en el estreno ante EE UU, reducir revoluciones y abrir gas en cada contragolpe. España quiso mandar, tocar llegando, pero sus mejores opciones de aumentar la distancia fueron a la espalda de la defensa ghanesa. La primera la tiró al muñeco Deulofeu, la segunda a las nubes Denis. También Ghana había enseñado para entonces sus garras, aunque siempre con el miedo de que desmelenarse en ataque le costara un susto atrás. Tenía pánico, terror, a que Jesé y Deulofeu decidieran a la contra.
Lopetegui quiso dormir el partido y limitó las alegrías dando entrada a Campaña por Jesé. Quedaba partido, demasiado partido, pero el pase a octavos requería frialdad. Ghana apretó y pudo empatar mediante Acheampong y Boakye, aunque la ocasión más clara fue el bonus del contragolpe que tuvo Deulofeu y que de nuevo topó con el portero Antwi. No, no era el día de hacer grandes dispendios, sino de mantener el tipo, trabajar en equipo y asegurar lo que tanto cuesta. Una clasificación para octavos por la que otros aún deberán sudar y que para España ya es un hecho. Primera buena noticia del Mundial.