ASÍ LOS VEMOS: Pittsburgh Steelers (AFC Norte)

Actualizado a 13 de junio de 2013 20:35 CEST

Mariano Tovar

No estoy exagerando en absoluto. Durante los últimos años veíamos jugar a los Steelers y solo nos chirriaba la ausencia de Cowher. Todo lo demás seguía siendo lo mismo de siempre, pero con matices. Con el paso del tiempo el cuadro se iba emborronando. Muy lentamente, de forma inapreciable, hasta que, al final, los Steelers se convirtieron en una mala copia de si mismos y terminaron fuera de postemporada, con un récord 8-8 y la sensación de que se habían salido del camino y no tenían muy claro cómo volver a él. Hace no mucho tiempo hubiera sido implanteable que su defensa terminara primera en el ranking de yardas totales permitidas, primera en yardas de pase y segunda en yardas de carrera, sin que todo el equipo entrara en enero como máximo favorito de la conferencia americana.

Aunque, todo hay que decirlo, una temporada decepcionante y plagada de lesionados en posiciones clave terminó con un récord que para bastantes franquicias hubiera sido un éxito.

Por mucho que la agencia libre, el límite salarial y el draft equilibren la NFL, todavía hay clases. Y los Steelers siguen perteneciendo a lo más florido de la nobleza. Aquí saben trabajar sin angustias, sin experimentos arriesgados, sin inventos. En el draft han vuelto a ser un bulldozer tal vez poco espectacular, pero sí muy eficaz. Quizá no hayan cubierto todas sus necesidades, porque eran muchas, pero han reunido un puñado de jóvenes más que prometedor. No se puede decir lo mismo de la agencia libre. Los Steelers llegaban con gravísimos problemas para ajustar los salarios al límite y han tenido que desprenderse de varios jugadores titulares.

James Harrison merece un aparte. Lleva en el equipo desde 2002, cuando le ficharon tras un draft en el que no fue elegido por bajito. Durante sus primeros dos años como profesional fue cortado numerosas veces, pasó por los Rhein Fire de la NFL Europa e incluso por la escuadra de prácticas de sus rivales más encarnizados, los Baltimore Ravens. Pero desde 2004 se convirtió en una de las almas de este equipo, uno de los Señores del Acero con mayúsculas, una fiera que no dudó en enfrentarse al mismo comisionado Goodell por defender un juego agresivo que en muchas ocasiones sobrepasaba la línea de la violencia. Después de tantos años, no fue capaz de llegar a un acuerdo con el equipo, que necesitaba de él una reducción salarial que no fue aceptada. Harrison, a sus 35 años, ya no es el jugador determinante de antaño, pero su alma seguía intacta y creo que en Pittsburgh la echarán mucho de menos.

Más allá de la broma, Haley lo apuesta todo a Big Ben y para mí eso está matando a este ataque. El año pasado fue un ejemplo claro del problema. El QB sufrió menos sacks que nunca, tuvo todo el protagonismo del mundo, pero el ataque no funcionó. Es verdad que Big Ben se perdió partidos, pero los drives siempre fueron a tirones. Quizá sea una manía mía, pero los Steelers deben recuperar urgentemente su legendario ataque terrestre y hacer lo contrario de lo que tienen previsto: Roethlisberger debe perder protagonismo. Eso le convertirá en mucho más peligroso. Me remito a Cowher.

Y ahora, la valoración línea por línea. La nota será sobre 5. (5=sobresaliente. 4=notable. 3=bien. 2=suficiente. 1=insuficiente. 0=Muy deficiente).

Quarterback 4. Big Ben ha sido durante muchos años una torre indestructible. Los defensas se le agarraban e intentaban tirarle, pero conseguía mantener el equilibrio ese instante inalcanzable para cualquier otro quarterback del mundo y que al él le permitía lanzar un pase magistral. Esa torre indestructible empieza a tener grietas. Ben comienza a lesionarse demasiado y necesita protección. En el draft eligieron a Landry Jones con una segunda ronda y todos los aficionados del acero rezan a Crom para que nunca tenga que salir al campo.

Backfield 2. Le’Veon Bell es la elección en el draft más polémica del equipo con diferencia. Todos los analistas creen que los Steelers podían haber elegido a tres o cuatro corredores antes que a él. A mí la elección no me disgusta tanto porque me parece un corredor muy ‘Steeler’. Es grande, capaz de percutir, pero también con manos para recibir pases en el sistema de Haley. Se convierte en el corredor para todos los intentos que necesitaba el equipo y yo pujaré por él en el draft de mi fantasy. No creo que salga muy arriba y puede ser una joya escondida. Dwyer y Redman ya demostraron el año pasado que no tienen demasiado recorrido.

Receptores 3. Wallace se ha ido, pero el bueno es Antonio Brown, que sigue como número uno. En tercera ronda del draft eligieron a Markus Wheaton, que es un receptor todoterreno e inteligente, muy parecido a Brown, y que en poco tiempo debería rendir al máximo nivel. Emmanuel Sanders es un estupendo tercero que deberá justificar el esfuerzo hecho por el equipo al retenerle. Heath Miller es un gran TE receptor que además se entiende con Big Ben como si durmieran en la misma cama, pero en diciembre sufrió una lesión de triada que además se ha complicado y su vuelta no tiene fecha.

Línea 3. El alma de esa línea seguirá siendo Maurkice Pouncey, uno de los centers de referencia en la NFL actual. Un animal. Mike Adams, Ramon Foster, David DeCastro y Marcus Gilbert completan una línea que el año pasado protegió a Big Ben mucho mejor que en los años anteriores, en la que se notó muchísimo la llegada de Adams y DeCastro, pero que sufre bastante para abrir huecos a la carrera y echará de menos a Colon.

Línea 4. Hood y Keisel son jugadores muy listos, que se las saben todas, y que tal vez no aporten demasiados blitzs, pero se bastan y se sobran para frenar el ataque terrestre rival. El nose tackle será para McLendon, que dio un buen susto a los Steelers cuando se entrevistó con los Packers, interesados en adquirirle. En Pittsburgh perdieron entonces el culo para renovarle por tres años. Veremos si se lo merece.

Linebackers 5. Harrison se ha ido, pero llega Jarvis Jones, primera elección del draft, que según todos los analistas es como Harrison pero a lo bestia, lo que me produce cierta desazón, porque no se me ocurre qué puede ser más bestia que Harrison. Woodley, Foote y Timmons repiten, lo que debería ser una buena noticia si Woodley deja de sufrir lesiones y recupera el nivel de hace un par de años. El reto de todo el front seven es volver a conseguir la grandes jugadas que tanto echó en falta la defensa de los Steelers en 2012 pese a sus espectaculares números.

Secundaria 3. La baja de Keenan Lewis me parece demoledora y lo siguiente que voy a decir os parecerá una herejía, pero Polamalu ha pasado de ser el strong que estaba en todas partes, ayudando a todo el que lo necesitaba, a un jugador que demasiadas veces necesita ayuda para asegurar su cobertura. Ryan Clark y Ike Taylor están en la misma situación que Polamalu. La edad no perdona, las lesiones se acumulan y la gasolina se acaba. En la agencia libre ficharon a William Gay con la esperanza de que juegue al nivel de 2011 y no al del año pasado. En el draft eligieron a Shamarko Thomas como heredero de Polamalu y a Terry Hawthorne para dar profundidad al grupo. Darle una nota de 3 a una secundaria que el año pasado lideró a la NFL en las estadísticas contra el pase puede parecer una temeridad, pero creo que necesita una renovación con urgencia y que difícilmente se sobrepondrá a la marcha de Lewis.

La AFC Norte está patas arriba. Los Ravens vienen de ganar el anillo, pero también de afrontar una profunda renovación (en los últimos días cortaron a Vonta Leach), los Bengals siguen a los suyo, en un perfil bajo que les está llevando a postemporada pero con poco recorrido. Los Browns, a su bola, inician cada año una larga reconstrucción que les convierte en eternas cenicientas. Aparentemente, el camino está libre para que los Steelers den un golpe de autoridad y vuelvan a reinar en su división, pero una lesión de Big Ben, o de cualquiera de los jugadores clave que el año pasado ya pasaron por la enfermería, volvería a dejarles en una situación muy complicada. Nunca hay que dar por muertos a los Señores del Acero, y es difícil imaginar una segunda temporada fuera de playoffs, pero hay demasiadas cuestiones sin responder como para apostar por ellos como auténticos aspirantes.

mtovarnfl@yahoo.es / twitter: @mtovarnfl

AFC ESTE

New York Jets (3 de junio)

New England Patriots (1 de julio)

Buffalo Bills (7 de mayo)

Miami Dolphins (7 de agosto)

AFC NORTE

Baltimore Ravens (15 de mayo)

Cleveland Browns (9 de agosto)

Pittsburgh Steelers (13 de junio)

Cincinnati Bengals (17 de Julio)

AFC SUR