ASÍ LOS VEMOS: Oakland Raiders (AFC Oeste)

Actualizado a 28 de mayo de 2013 23:42 CEST

Mariano Tovar

Este año estoy insistiendo mucho en la identidad de los equipos como anclaje decisivo sobre el que construir un bloque ganador. Las franquicias perdedoras suelen tener, casi siempre, un grave problema de personalidad. Lo que parece increíble es que los Raiders se encuentren lastrados por ese problema. Y que nadie piense que el asunto pueda tener algo que ver con la muerte de Al Davis en octubre de 2011. Los Raiders ya habían perdido el norte mucho antes de la desaparición de su extravagante propietario. Los de Oakland son, simplemente, una caricatura de si mismos.

Se supone que los ‘malosos’ (como les llaman en México), aterrorizan a sus rivales con su proverbial juego duro, casi rayando la violencia, mientras su afición, enfebrecida gracias a los aullidos de los locos del Black Hole (secciones 104, 105, 106 y 107 del O.co Coliseum), sitia a la banda visitante, provocando que los contrarios huyan despavoridos del estadio, mientras se consuelan con que la derrota es solo un mal menor comparada con los horrores de los que se han librado.

Ahora los Raiders no asustan a nadie. Ni ‘malosos’ ni ‘cabronazos’. Unos tipos portando la guerrera más bonita de la NFL, negra, plata y recién tejida en el infierno, y sin saber muy bien lo que hacer con ella. Un Agujero Negro convertido en parada de monigotes y carnaval grotesco.

Como os digo, los Raiders han perdido su esencia y se han quedado solo con una cáscara vacía. Y eso es muy triste. Por mucho que le moleste al políticamente correcto Goodell, la NFL necesita el regreso de los viejos Raiders, con el uniforme manchado de sangre y el orgullo de haber terminado el partido escupiendo dientes.

La lista de bajas es casi interminable: Darrius Heyward-Bay, Rolando Mcclain, Tommy Kelly, Richard Seymour, Shane Lechler, Desmont Bryant, Matt Shaugenassy… algunas quizá sean cuestionables, pero la mayoría era inevitable. La edad no perdona y la columna vertebral del equipo llevaba mucho tiempo rota.

Y ahora, la valoración línea por línea. La nota será sobre 5. (5=sobresaliente. 4=notable. 3=bien. 2=suficiente. 1=insuficiente. 0=Muy deficiente).

Quarterback 2. Los problemas empiezan pronto. El cambio de coordinador ofensivo era inevitable. Greg Knapp pasó todo el año pasado ninguneando a un McFadden irreconocible y dando carta blanca a un Palmer que estadísticamente puede parecer brillante pero en la práctica tiene muy poca chicha. Greg Olson ha llegado con una west coast offense en la cartera y el fichaje de Matt Flynn parecía una buena decisión para poner en marcha ese sistema. Pero en los últimos días han comenzado las dudas. Tyler Wilson, elegido en cuarta ronda del draft, ha gustado mucho durante el campamento de novatos y Allen ha abierto la puerta a que entre en la lucha por la titularidad. Incluso ha habido rumores de que el elegido podría ser Pryor con una ‘read option’ como piedra angular del ataque. Demasiadas dudas con el verano a la vuelta de la esquina. Salga quien salga, llegará con poca experiencia y mucho por demostrar.

Backfield 2. Aquí me cuesta ser objetivo. Potencialmente, McFadden me parece una mala bestia. El segundo mejor corredor del momento solo por detrás de dios Peterson. Pero una cosa es el potencial y otra muy diferente el rendimiento real. Está en su último año de contrato, así que otra lesión o unos números similares a los de 2012 pueden terminar con su carrera. Por eso creo que se pondrá las pilas y volverá a ser el jugador imparable de 2010. Detrás de él está Rashad Jennings, que es casi lo mismo que la nada. Marceel Reece es un gran fullback, pero necesita tener alguien a quien abrir camino.

Receptores 2. Heyward-Bey se marchó a los Colts y a mí me da pena. Tendrá manos de mantequilla y correrá las rutas a su bola, pero me parece un currante útil para cualquier equipo. Pero más pena me da la baja de Brandon Myers, uno de los mejores tight ends de la NFL. En sexta ronda eligieron a Nick Kasa que tendrá que sudar sangre para sustituirle. Denarius Moore, Jacoby Ford y Rod Streater forman un grupo de receptores quizá algo escaso, pero que puede aportar un buen rendimiento en una WCO.

Línea 3. El año pasado tuvieron un muy bien rendimiento en protección de QB y uno lamentable abriendo rutas a la carrera. Este año sufrirán varios cambios. Eligieron en segunda ronda a Menelik Watson para que sea titular desde el primer día, ya que la posición era un coladero con Barnes. Veldheer (LT), Wisniewski (C) y Mike Brisiel (RG) siguen un año más y esa es muy buena noticia. Ha llegado el momento de que Tony Bergstrom demuestre que estuvo justificada su elección en tercera ronda el año pasado.

Línea 0. Dennis Allen es un entrenador con mentalidad defensiva y al que no le importa sacrificar yardas a cambio de conseguir grandes jugadas, pero creo que sigue sin tener los jugadores que necesita. Su línea defensiva fue el año pasado un coladero y este año ha sido remodelada casi por completo, aunque creo que con poco éxito. Solo continúa Lamarr Houston, que no está mal, y han perdido a Desmond Bryant, que tal vez hubiera debido seguir. Han llegado Pat Sims (Bengals), Vance Walker (Falcons) y Jason Hunter (Broncos). Sinceramente, me parece un cagarro de línea, y que me perdone Clark.

Linebackers 3. Alguien me tiene que explicar cómo dejaron marchar a Philip Wheeler. Por un jugador bueno que tienen y lo pierden. En tercera ronda del draft eligieron a Sio Moore, que en un principio entrará en las rotaciones. Miles Burris tuvo un año rookie esperanzador, Nick Roach fue soltado por los Bears pese a la marcha de Urlacher y Kevin Burnett sí que me parece un magnífico fichaje. El grupo no emociona, pero tiene juventud, algunas gotas de talento y profundidad.

Secundaria 3. Otra línea completamente remodelada. Llegó Charles Woodson como gran estrella… de 36 años (37 en octubre). Tendrá que pelear el puesto con Tyvon Branch, que a estas alturas no debería ser discutible. Usama Young, el otro safety titular, no hizo demasiadas cosas en los Browns. Eligieron en primera ronda a D.J.Hayden, cuyo historial de lesiones, unido a la mala suerte de Oakland en ese aspecto, convierte la decisión en temeraria. Mike Jenkins no rindió en los Cowboys como se le supone a un primera ronda del draft, pero aún está a tiempo de despertar. Tracy Porter, el nickel, también es más nombre que eficacia.

Entre nosotros, estos Raiders son bastante mediocres, por decirlo con cariño. Para ellos sería un éxito no terminar últimos de división, pero creo que lucharán con ahínco por hacerse con el número 1 del próximo draft. Lo bueno de la NFL es que dentro de la nada puede aparecer un tesoro como por arte de magia y siempre es bonito soñar con el regreso de los auténticos Raiders. En esa plantilla hay tanto individuo sin nada que perder, tanto exiliado sin galones ni prestigio, que es el lugar ideal para una conjura suicida a por el todo o nada. Y en el fondo, eso ha sido siempre los Raiders. Unos tipos que aterrorizaban al mundo porque no les importaba morir matando.

mtovarnfl@yahoo.es / twitter: @mtovarnfl

AFC ESTE

New York Jets (3 de junio)

New England Patriots (1 de julio)

Buffalo Bills (7 de mayo)

Miami Dolphins (7 de agosto)

AFC NORTE

Baltimore Ravens (15 de mayo)

Cleveland Browns (9 de agosto)

Pittsburgh Steelers (13 de junio)

Cincinnati Bengals (17 de Julio)

AFC SUR