ASÍ LOS VEMOS: Buffalo Bills (AFC Este)

Actualizado a 7 de mayo de 2013 22:17 CEST

Mariano Tovar

Si damos un repaso a la lista de campeones siempre encontramos un punto en común. Todos fueron bloques que, por unas circunstancias o por otras, parecían predestinados. En algunos primaba la defensa; en otros, el ataque. A veces eran bloques compactos y en otras ocasiones tenían las estrellas justas en los puestos correctos para tirar de todo el carro. Al final, todos esos factores que nos parecen tan importantes, y que se convierten en motivo eterno de debate, casi siempre terminan siendo detalles secundarios. Lo que de verdad marca la diferencia es esa mirada del tigre que tan de moda puso Stallone en sus películas de Rocky.

Pero esa ambición no se consigue de un día para otro. Es un trabajo lento y complicado que implica una complicidad entre propietario, afición, staff técnico y jugadores. Por poner un ejemplo, un jugador no va a los Steelers o a los Patriots a ganar dinero (que también), sino a ganar un anillo. Todo el entrono, la mentalidad, el olor del vestuario, el tratamiento de la prensa… implican una entrega y obligan a un compromiso que lleva a los jugadores a saltar un poquito más alto, correr un poquito más rápido y empujar un poquito más fuerte de lo que sus condiciones físicas les permiten. El ser humano puede llegar más lejos por la fuerza del sacrificio, pero eso conlleva una implicación que solo se puede mantener durante meses si el entorno te abduce y te convierte en creyente.

El fichaje de Doug Marrone suena a claudicación definitiva. Parece que en Búffalo se resignan a ser un equipo perdedor, y solo buscan ser divertidos para el espectador. Porque Marrone, un tipo que ha terminado con récord 25-25 después de cuatro años en Syracuse, tiene como única vitola la capacidad para hacer que sus equipos den espectáculo aunque pierdan. Quizá me equivoque y luego resurja como un genio que aúpe a los Bills hacia la élite, pero todo huele a nuevo proyecto de tres temporadas y a otra cosa mariposa. Lo habitual en los Bills del siglo XXI.

Y por si había dudas, solo hay que mirar la agencia libre y el draft de los Bills. En el primero perdieron inexplicablemente a Andy Levitre, uno de los mejores guards de toda la competición sin que haya un recambio que justifique la decisión. En el segundo regalaron la primera ronda eligiendo a E.J. Manuel (QB) e intentaron rehacer el entuerto con Robert Wood (WR) en segunda, cuando podrían haber salido de la ronda inicial con Tavon Austin (mejor receptor del draft de largo) para llevarse a Manuel en segunda o tercera. Ahora se consuelan pensando que Wood es más versátil. El tiempo lo dirá, pero de entrada han hecho la mayor tontería del draft desde lo de Tebow. Y lo malo es que en el resto de elecciones no se movieron mucho mejor hasta llegar a Hopkins, un kicker que no necesitan para nada en sexta ronda. Efectivamente, si lo que buscan con Marrone es dar espectáculo lo están dando a lo grande. En la pista central junto a los saltimbanquis y los perros amaestrados.

Los Bills llevan buscando un QB franquicia desde que se retiró Jim Kelly. Quizá deberían cambiar el objetivo de la mirilla. Lo que necesitan es un entrenador con vitola. Un nuevo Marv Levy que reconduzca a toda la franquicia y le devuelva la autoestima en un proyecto sin fecha de caducidad.

Y ahora, la valoración línea por línea. La nota será sobre 5. (5=sobresaliente. 4=notable. 3=bien. 2=suficiente. 1=insuficiente. 0=Muy deficiente).

Quarterback 2. Todos sabéis que si por mi fuera le pondría a Kolb un notable. Porque me sigue pareciendo un QB cojonudo cuando no está lesionado. Y porque pienso que acumula lesiones porque ha pasado toda su etapa en Arizona sin ninguna protección, llevándose todos los golpes del mundo. Pero lo que Kolb necesita es que, por fin, su equipo confíe plenamente en él y le de las armas necesarias. Tras la elección de Manuel en primera ronda, sabe que le mirarán con lupa y, en el mejor de los casos, dentro de doce meses ya habrá perdido el puesto. Yo iría con Kolb al fin del mundo, los Bills no. Ellos se lo pierden.

Backfield 5. Fred Jackson y C.J. Spiller sumaron en 2012 casi 1.700 yardas, y eso que Jackson se pasó gran parte del año lesionado. Los dos son versátiles, decisivos y capaces de desequilibrar con grandes jugadas. Muy pocos equipos tienen un backfield tan poderoso como los Bills, aunque a Jackson ya le va quedando muy poca gasolina.

Receptores 2. Stevie Johnson es muy bueno, pero sigue sin dar el paso hacia la élite de la NFL que todo el mundo esperaba. T.J.Graham fue una malísima elección del draft del año pasado y Robert Wood y Marquise Goodwin corren el peligro de ser elecciones malas del de este año. Chandler cumple como TE. Quizá solo necesiten un buen quarterback para mostrar su auténtico nivel. Si Johnson se enchufara y Wood cumpliera como segundo....

Línea 2. La marcha de Andy Levitre deja a esta línea sin líder y con todos los interrogantes abiertos. Tendrán que cubrir una posición clave con un jugador sin experiencia como Snow. Para aumentar el desconcierto, también dejaron marchar a otro guard de garantías, Chad Rinehart, lo que deja la posición coja definitivamente. En el draft ni se plantearon reforzarla. Ellos sabrán.

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Línea 4. Mario Williams y Mark Anderson deberían haber formado una de las mejores parejas de ends en 2012, sobre todo por su facilidad para llegar al QB rival, pero la lesión de Anderson dio al traste con la pinza, pese a que Williams tuvo una estupenda y desapercibida temporada. Dareus y Williams siguen en los tackles. Una línea muy poderosa en la que tal vez falte banquillo.

Linebackers 1. Necesitaban reforzarse y eligieron a Kiko Alonso en segunda ronda del draft, un tipo prometedor, pero con la cabeza poco centrada. También ficharon a Manny Lawson (Bengals) pero la sensación es que en esta línea falta calidad y experiencia.

Secundaria 4. Jairus Byrd sigue en Buffalo y esa es la mejor noticia para una secundaria que ha salido muy reforzada del draft con la elección de dos safeties que tal vez no hicieran tanta falta. Aaron Williams, Gilmore y Ron Brooks forman un estupendo grupo de cornerbacks que además es muy joven y tiene margen de mejora.

Me gustaría decir que Kolb quizá sea el QB de garantías que la estupenda plantilla de los Bills necesitaba para demostrar todo su potencial. Me gustaría decir que por fin reúnen receptores suficientes para tener peligro en el juego aéreo. Querría pensar que su defensa, pese a las dudas con los linebackers, tiene figuras, juventud y calidad suficiente como para ser decisiva, pero al final termino pensando que los Bills seguirán siendo los Bills, que Marrone es muy poca cosa para reflotar un barco que zozobra y que terminarán estrellándose como todos los años. Todo el mundo espera que los Pats sigan bajando escalones y que los Dolphins quizá puedan entrar en la batalla por la división. Yo creo que los Bills tienen plantilla para entrar en la pelea, pero son el equipo de Buffalo y ese es un lastre muy grande.

mtovarnfl@yahoo.es / twitter: @mtovarnfl

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