Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

NextGen Series 2013: título para el Aston Villa, once ideal y Boga

Nextgen

Ampliar

El Aston Villa dio la gran campanada y se llevó el título en la segunda edición de la NextGen Series, la Champions juvenil. Los villanos suceden en el palmarés al Inter, que el curso pasado se deshizo en la final del Ajax. El conjunto de Birmingham funcionó como un equipo durante todo el torneo y acabó por dar la sorpresa en la final ante el Chelsea. Antes había eliminado a Sporting de Portugal, Olympiacos y Ajax ofreciendo la sensación de tratarse de un bloque por encima de las individualidades. El Chelsea, que fue subcampeón, dejó para apuntar el nombre del joven francés Boga, una de las estrellas más sonadas, pero no fue la única de un torneo espectacular y en el que Athletic y Barça no pudieron estar entre los mejores. Este es un once ideal que se extrae de esta edición de la NextGen Series:

Sergei Revyakin (portero, CSKA, 1995, Rusia)

El mejor portero del torneo, ya ha debutado con el primer equipo del CSKA y es fijo en las categorías inferiores rusas. Fue fundamental para que los moscovitas destacaran en la primera fase y llegaran a los cruces.

Héctor Bellerín (lateral derecho, Arsenal, 1995, España)

Extraordinario partido de semifinales ante el Chelsea, aunque su equipo acabara cayendo. Un puñal por la banda derecha, desoxigenó muchas veces el ataque de los gunners con subidas muy inteligentes. Sigue creciendo.

Leandro Pinto (central, Olympiacos, 1994, Brasil)

Jugador fundamental en el Olympiacos, central alto y con buena salida de balón, aportó carácter y colocación, además de mucho peligro en las jugadas a balón parado. Tiene cualidades para llegar al primer equipo.

Janoi Donacien (central, Aston Villa, 1993, Inglaterra)

Nacido en Santa Lucía pero con nacionalidad inglesa, pasó de ser un lateral derecho más a un gran central, sereno y sobrio, sin complicaciones con la pelota y siempre dando mucho empaque a la zaga del equipo campeón. En la final se multiplicó.

Lewis Kinsella (lateral izquierdo, Aston Villa, 1995, Irlanda)

Potente lateral izquierdo de los villanos, jugó y cumplió con creces en las semifinales y la final, y eso que tuvo que tapar a extremos del nivel de Medeiros y Kiwomya. Una buena aportación defensiva y un físico con el que destacar por alto.

Samir Carruthers (mediocentro, Aston Villa, 1993, Irlanda)

Pieza fundamental en el centro del campo del Aston Villa junto a Burke, su recorrido y su intensidad en el ámbito defensivo no han pasado desapercibidos para el técnico del primer equipo, Paul Lambert, que ya le ha hecho debutar. Mucho equilibrio.

Lewis Baker (mediocentro, Chelsea, 1995, Inglaterra)

Nombrado mejor futbolista del torneo, estuvo espléndido en las semifinales ante el Arsenal y también en cuartos ante el Barça. En la final se le vio menos, pero es un centrocampista con una gran llegada desde atrás que le hacer marcar asiduamente.

Iuri Medeiros (volante, Sporting, 1994, Portugal)

Un peldaño por encima de Grealish, del Aston Villa, sobre todo en el cómputo global del torneo. Este zurdo portugués hizo estragos entre las defensas contrarias partiendo desde la derecha. Mucha calidad y facilidad para el desborde.

Serge Gnabry (volante, Arsenal, 1995, Alemania)

Un clásico del fútbol juvenil europeo, se movió con total libertad por la segunda línea del Arsenal. Maravilloso en el uno contra uno, forzó la prórroga de semifinales con un auténtico golazo. Ya ha debutado de la mano de Wenger. Gran futuro.

Jeremie Boga (volante, Chelsea, 1997, Francia)

El gran nombre propio del torneo. Este jovencísimo francés dejó boquiabierto a todo el mundo con su exhibición en el cruce ante el Barça y repitió en la semifinal y la final, aunque no pudiera lograr el título. El Viktor Fischer de 2013. Una joya.

Islam Feruz (delantero, Chelsea, 1995, Escocia)

Máximo goleador del torneo junto a Burke, del Villa, nació en Somalia pero se ha criado en Escocia, con cuya selección juega. Un delantero pequeño pero fuerte y con mucha velocidad. Olfato goleador pese a que en la final no estuvo fino.