Concacaf Sub-20: triunfó México, sorprendió Cuba y el once ideal
El PreMundial de la Concacaf Sub-20 concluyó con victoria de México, que mantiene el gran nivel en categorías inferiores, tras derrotar a EEUU en una final que se resolvió en la prórroga. Dos goles de Julio Gómez y Espericueta, de penalti, hicieron sucumbir a una selección estadounidense que ofreció un gran nivel pese a no contar con algunos de sus jugadores titulares, de vuelta ya a sus clubes. Además de estos dos países, acudirán al Mundial de Turquía las selecciones de El Salvador y Cuba, dos sorpresas mayúsculas que también triunfaron en un torneo que, a nuestro juicio, deja el siguiente once ideal:
Richard Sánchez (portero, México, 1994, Dallas)
Muy sobrio durante todo el torneo, apenas tuvo trabajo pero cuando le llegó lo solventó con creces. No encajó goles hasta la gran final ante EEUU y dio una sensación de tranquilidad indispensable para todo buen guardameta.
Yosel Piedra (lateral derecho, Cuba, 1994)
Una de las noticias agradables de la sorprendente selección cubana. Utilizó la banda derecha para demostrar un enorme poderío físico, sobre todo en tareas defensivas. Muy difícil de superar, casi todos los goles en contra de Cuba llegaron a balón parado.
Caleb Stanko (central, EEUU, 1993, Friburgo)
Sólo necesito jugar los primeros partidos para que los estadounidenses se clasificaran para el Mundial. Después regresó al Friburgo, club de este central elegante y con buen criterio técnico. Una de las claves norteamericanas.
Antonio Briseño (central, México, 1994, Atlas)
Sus dos goles en semifinales ante El Salvador, ambos en acciones a balón parado, denotan el enorme poderío en el juego aéreo. Pero no sólo ahí. Muy fuerte y también potente, a lo que añade buena salida de balón. Un gran central.
Juan Pablo Ocegueda (lateral izquierdo, EEUU, 1993, Chivas)
Mantuvo el orden y se asomó bastante al ataque en partidos en los que su equipo estaba algo atascado. No comenzó de titular, pero su entrada en el segundo encuentro ante Costa Rica fue el preludio de lo que después demostró.
Wil Trapp (mediocentro, EEUU, 1993, Columbus Crew)
Manejó con calidad y criterio el centro del campo estadounidense. Aún por hacer en cuanto a musculatura se refiere, se fajó también en defensa y ayudó al equipo en esa faceta. Un buen constructor de juego, con bastante protagonismo.
René Gómez (mediocentro, El Salvador, 1993, FESA)
Tácticamente muy completo, el capitán de los salvadoreños mantuvo entero al equipo cuando le tocó hacerlo y fruto de ello fue la meritoria y trabajadísima clasificación para el Mundial. Supo dar la pausa al fútbol alegre de El Salvador.
Julio Gómez (volante, México, 1994, Pachuca)
No hizo tampoco un gran torneo, pero apareció en la prórroga de la final para marcar de chilena el tanto que dio el título a su equipo. Igual que hace dos años en las semifinales del Mundial Sub-17 ante Alemania. Un volante de fuerza y raza tocado por una varita mágica.
Luis Gil (mediapunta, EEUU, 1993, Real Salt Lake City)
Otro que sólo jugó lo justo y necesario. En cuanto EEUU aseguró su presencia en el Mundial, su equipo lo recuperó para jugar en la MLS. Aún así hubo tiempo para ver un talento descomunal, con calidad y llegada desde segunda línea.
Jesús Corona (volante, México, 1993, Rayados)
Jugó muy suelto y con libertad, lo que favoreció a sus condiciones técnicas y a su facilidad para marcar. El mejor jugador mexicano y probablemente el más completo del torneo. Incluso apareció en la final para hacer el primer tanto. Ya había dejado detalles en el Mundial de Clubes con Rayados.
Maykel Reyes (delantero, Cuba, 1993)
Por delante del estadounidense Villarreal o del mexicano Bueno, destacó la figura espigada y técnicamente asombrosa del cubano Reyes. Su estreno con dos goles frente a Canadá fue una delicia y después marcó también ante Nicaragua.