NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Nadal y los domingos felices

Ampliar

En Brasil y frente a su amigo David Nalbandian (6-2, 6-3) Rafa Nadal ha vuelto a morder un trofeo tras su larga ausencia por lesión. El viaje de París a Sao Paulo se le ha complicado más de la cuenta: 251 días sin avistar tierra (léase triunfo) son muchos para un hombre que vive casado con el éxito desde la adolescencia.

Aunque las sensaciones no fueron del todo positivas (un bache de concentración le obligó a levantar un 0-3 en el segundo set), Rafa parece haber encontrado el sendero hacia la cima que conquistara en 2008 y 2010. Es evidente que el ‘rey David’, que también regresaba de un periodo de inactividad, está lejos de su mejor nivel y de quienes marcan el paso hoy en el circuito. Pero el balear se sobrepuso a la altura, a la pista cubierta, a la deficiente tierra batida y a las polémicas bolas Wilson.

Su movilidad y potencia siguen lejos del nivel habitual y prueban que la rodilla aún no está al 100%. Con un plus de confianza volverán los tiros devastadores y el completo control del juego y la pista. Pero el zurdo de oro sabe lidiar con el dolor y compensar las carencias con inteligencia y estrategia táctica. Sin brillar ha sumado su 51º título y el 37º sobre su superficie favorita, donde tiene un balance asombroso: 261-20. Con 250 puntos más en el zurrón Nadal mira ya al torneo de Acapulco. Allí estará Ferrer, la antesala del poder establecido. Rafa siempre vuelve y con él los domingos felices.