Epílogo de la NFC
Mariano Tovar
Con este artículo damos por cerrada la temporada 2012. A partir de ahora empezaremos a hablar del futuro. Tengo acumuladas cuatro o cinco tribunas libres que no tuvieron hueco en el último mes y que iré sacando poquito a poco. Ya os aviso de que algunas son auténticas joyas.
Durante los últimos cinco meses ha sido raro el día que no hemos actualizado el blog. Os aseguro que nos hemos pegado una auténtica paliza para no faltar a nuestra cita. Pero ahora necesitamos un descanso. Por eso, en las próximas semanas la actualización seguramente no sea diaria (aunque luego nos terminaremos liando a la cabeza, como siempre).
También tengo pendientes algunos artículos prometidos sobre asuntos que no tienen que ver con la NFL. Por ejemplo, el que ya anuncié sobre Lance Armstrong. Durante esta offseason sí que tengo intención de tratar otros temas si se tercia. Y ya, sin más demora, vamos a la NFC.
Giants: un año más, en una vuelta cíclica al pasado, los Giants favoritos en septiembre e imparables en octubre, entran en la UVI en noviembre y en el tanatorio en diciembre.
Cowboys: cuando tu propietario es una corista con alma de Tío Gilito, es muy difícil entender que las guerras las gana quien se arrastra por el barro y lo da todo, por mucho que duela.
Eagles: Andy Reid perdió a su hijo y las ganas de luchar, pero el triste final de Vick es un aviso para todos esos pipiolos que ahora asombran al mundo con sus carreras y sus options.
Vikings: ¡Salve, Adrian, MVP de la NFL! Pero ahora llega el difícil momento de jugar a la ruleta rusa con Ponder.
Bears: a Cutler le dieron todos los galones que exigía, como solución genial para luchar por el anillo. Una vez derruido el edificio, me pregunto si Trestman no emulará a McDaniels y se librará del QB como primera medida sanitaria.
Lions: ni Megatrón ni leches. Entre un entrenador al que nadie hace ni caso y un quarterback que siempre empieza a entonarse mediado el último cuarto, condenaron a una plantilla con vitola de aspirante.
Panthers: los hermanos pobres de la ‘option’ empiezan a desconfiar de Cam Newton mientras se preguntan si su equipo está en reconstrucción o en implosión.
Saints: da gusto ver pasar a Brees. Es todo elegancia, espectáculo y ambición. Pero la experiencia nos dice que el arma secreta de los Saints debe ser la infantería y no la artillería.
Buccaneers: Doug Martin se lo dio y Josh Freeman se lo quitó. Ahora tienen un gran corredor, una plantilla interesante y una vacante en el puesto de quarterback.
Seahawks: cuando Carroll soltó las riendas a Wilson, y dejó que empezara a asombrar al mundo, todos descubrimos a un QB de otra galaxia y a un equipo que desde ya es mi máximo favorito para la próxima temporada.
Rams: Fisher ha vuelto a demostrar que es el McGiver de la NFL y Bradford sigue sin demostrar que sea el quarterback franquicia que casi todos pronosticaban.
Cardinals: hay muchas formas de tortura horribles, pero no se me ocurre ninguna tan cruel como poner a un reo como quarterback de los Cardinals. “Por favor, tenga piedad, máteme ya, pero no me haga volver a salir ahí afuera”.
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