Epílogo de la AFC
Mariano Tovar
Hasta esta temporada, el artículo ‘Una imagen, una frase’
que escribo todos los martes después de cada jornada, era eso literalmente: una
frase por partido. Este año cambié la fórmula porque la mayoría pedisteis que
convirtiera la frase en un párrafo que diera una visión más completa de lo
sucedido en cada encuentro.
Os hice caso en contra de mi opinión. A mí me gustaba mucho más el estilo antiguo. Pero ya sabéis lo que pienso: el público es soberano… que no es lo mismo que infalible.
Todos los años despido la temporada con un artículo en el que describo lo que me ha parecido cada equipo y esta vez no voy a hacer caso a nadie. Vuelvo a la fórmula de la frase sencilla, desnuda y, en algún caso, lapidaria (bueno, en algunos equipos son dos o tres frases, lo admito). Así que nadie espere análisis sesudos. Estoy harto de minuetos. Prefiero los bocinazos. Hoy toca la AFC.
Patriots: A la pócima de Belichick le faltaron varias
cucharadas de aliento de receptor, un chorrito de sangre de secundaria y le
sobró una pizca de autocomplacencia.
Dolphins: en septiembre pagaron la novatada, en octubre ilusionaron, en noviembre se diluyeron y en diciembre ya nadie se acordaba de ellos.
Jets: ¡¡¡FIESTA!!! Y como sería el jolgorio que hasta el bombero inasequible al desaliento terminó por rendirse y darles la espalda.
Bills: un año más, convirtieron en cochambre todo lo que tocaron. Un año más, podrán dedicar la offseason a su afición favorita: empezar de cero.
Ravens: el cambio de coordinador ofensivo y el
anuncio de Ray Lewis, resucitaron un equipo que estaba con respiración asistida
y terminó ascendiendo a los cielos.
Bengals: la aparición en playoff es un premio magnífico para una plantilla que aún tiene bastantes zonas oscuras, pero que ahora sí vislumbra con claridad el camino.
Steelers: los Señores del Acero están perdiendo la identidad al mismo ritmo que sus estrellas defensivas se hacen mayores y Big Ben se empeña en minimizar la carrera.
Browns: después de tantos años, parecía que estaban construyendo el edificio con criterio... pero su inercia suicida es imparable y volverán a derruirlo hasta los cimientos.
Texans: entre la lesión de Cushing, la falta de carácter de
Schaub y la autocompasión de Kubiack la mataron… y ella sola se murió.
Colts: Pagano, Arians y Luck hicieron un truco de prestidigitador que aún nos tiene boquiabiertos: nadie llegó nunca tan lejos con tan poco.
Titans: ¿Hay alguien que me sepa decir a lo que jugaron estos tipos durante 2012? ¿Quiénes son? ¿De dónde vienen? Y, sobre todo ¿¿¿A DÓNDE COÑO VAN???
Jaguars: en una franquicia de la que los jugadores huyen como de la peste, que no le importa a nadie, y que no consigue ni media entrada en su estadio, la prioridad es cambiar el logotipo y colocar la pantalla gigante más grande del mundo. ¿Por qué no se van a Los Ángeles de una vez y dejan de hacer el idiota?
Broncos: Manning llegó, revolucionó Denver, capitaneó el
equipo más completo de la AFC
y se pegó un tortazo inesperado para revivir la vieja leyenda urbana: Peyton en
postemporada se convierte en Eli; Eli en enero se transforma en Peyton.
Chargers: ¡¡¡ALBRICIAS!!! Norv Turner fue despedido el 31 de diciembre de 2012. Solo hay un 'pero': la feliz noticia llegó con seis años de retraso.
Raiders: dos semanas después de morir Al Davis, los Raiders ficharon a Carson Palmer para hipotecar su equipo futuro por falta de elecciones en el draft y dinamitar su equipo presente, que no sabe a lo que juega. ¿Hay certeza absoluta del fallecimiento de Al? ¿Seguro que no está detrás de todo esto?
Chiefs: Romeo Crennel es un hombre bueno, primo hermano de Santa Claus, tan genial coordinando defensas como incompetente al frente de un staff técnico. Si a eso le sumamos Matt Cassel y Brady Quinn… el público es soberano.
mtovarnfl@yahoo.es / twitter: @mtovarnfl