49ers-Ravens: la previa
Mariano Tovar
Este partido no se presenta como un ‘duelo de quarterbacks’. Eso no descarta que pueda terminar siéndolo. Porque es un choque completamente imprevisible. Si me dicen que acaba 2-0 con un safety solitario, me lo creo. Tampoco me extrañaría que se convirtiera en un mano a mano de baja anotación entre Gore y Rice. Y nunca descartaría que Flacco empiece a conectar bombas y Kaepernick a liarla con sus carreras para que la noche termine convertida en un circo de fuegos artificiales con anotación de Pro Bowl.
Los Ravens eran a principio de temporada los máximos favoritos de la Americana para casi todos los analistas. Y quien no les ponía primeros, tampoco les bajaba del podio. Flacco llegaba convertido en factor tras su estupendo trabajo durante el final de la temporada 2011. La defensa seguía pareciendo dominante pese a la edad de algunas de sus figuras y en el resto de la Americana nadie parecía tener mejores argumentos. Luego llegaron las lesiones, la locura pasadora, las derrotas incómodas y la sensación de que Baltimore estaba jugando muy por debajo de sus posibilidades. No voy a insistir en el tema. Todos sabéis lo que sucedió. Cambio de coordinador ofensivo, regreso de lesionados, mejora generalizada del rendimiento, anuncios de Ray Lewis...
Potencialmente, los Ravens son un equipo monstruoso, pero nadie tiene muy claro cual puede ser su auténtico rendimiento de un domingo a otro. Además, son casi un clon de los Niners. En un principio pensé hacer una comparación línea por línea de los dos equipos, pero lo descarté porque se parecen como dos gotas de agua. ¿Es mejor Gore que Rice? ¿Crabtree que Torrey Smith? ¿No son las dos OL tremendas? ¿Y las parejas de safeties? ¿Es más desequilibrante ahora mismo un front seven que otro? Las grandes diferencias están básicamente en el quarterback, pero tampoco sabría decir quién es mejor. Flacco en ‘modo playoff’ es una bestia y Kaepernick en ‘modo option’, más de lo mismo.
La defensa de San Francisco es muy disciplinada y obediente a las órdenes de la banda, mientras que la de los Ravens es más intuitiva y al hombre, como es tradición en el equipo. Muchos de sus jugadores priorizan sus instintos sobre las decisiones de unos coordinadores que les dan mucha libertad. Las dos fórmulas funcionan. Los Niners cambiaron de formación una y otra vez contra Atlanta en busca de soluciones y los Ravens, de un modo menos científico, supieron ir tapando todos los agujeros que abría Peyton Manning durante la ronda divisional.
Así que estamos en las mismas. ¿Veremos a los Niners de la defensa infranqueable o del ataque explosivo? ¿Confluirán todas las estrellas para que ataque y defensa jueguen un partido perfecto? Los 49ers, como los Ravens, son un equipo con mil caras, capaces de ganar sacando todo, o incluso sin enseñar casi nada. Porque hay un mandamiento común en los dos conjuntos: arriesgan lo justo y con cuentagotas.
Mientras escribo todo esto sigo rememorando viejas Super Bowls para encontrar alguna que se le parezca un poquito. Por mucho que bajo en la lista, no encuentro nada igual. Ni siquiera el Ravens-Giants de 2001 se le asemeja. Los de Baltimore de hoy son muy diferentes a los de entonces. Los Giants, que también vivían de su defensa, tenían a un Collins recuperado para la NFL después de sus problemas con la bebida, no a un jovencito descarado con ganas de comerse el mundo.
También creo que entre dos hermanos suele haber mucha confianza. Es conocido que Peyton Manning daba consejos a su hermano Eli cuando éste se enfrentaba a equipos que él conocía mejor. Estoy seguro de que Jim y John han hablado en muchas ocasiones este año cuando uno tenía que enfrentarse a un rival que el otro tenía más estudiado, o simplemente cuando surgía un problema que no tenía muy claro como resolver. Los dos entrenadores han tenido dos semanas para analizar a un rival que, muy probablemente, ya conocían al dedillo solo por su parentesco. Será complicado que nadie sorprenda a nadie en esta partida de ajedrez.
Vuelvo a insistir en que este partido es imprevisible. Aquí no hay una fórmula mágica que anule al rival. Los dos equipos pueden ganar con el ataque o con la defensa, corriendo o pasando. Seguramente sea la final más difícil de pronosticar en mucho tiempo. Todo el mundo espera un partido igualado, sobre todo por las grandes semejanzas entre ambos equipos. Las casas de apuestas están siendo muy precavidas tanto para elegir ganador como número de puntos. Nada de lo que suceda podrá considerarse sorpresa. En un principio pensé poner Niners +3, sobre todo porque un +0 casi obligaría a Akers a anotar el field goal de la victoria, algo que no quieren ver ni en pintura los aficionados de San Francisco. Más allá del ganador, lo que todos queremos es presenciar un gran espectáculo. Y da igual que sea ofensivo o defensivo. El último partido del año es el recuerdo que tiene que quedar en la memoria durante la larga travesía anual por el desierto de la Offseason.
¡Que todos disfrutéis mucho de un gran partido!
mtovarnfl@yahoo.es / twitter: @mtovarnfl