El debate candente de los últimos meses es si esta estrategia puede
funcionar en la NFL. La option no la
puede ejecutar cualquiera. Hace falta un quarterback
corredor. Ni Tom Brady ni Peyton Manning podrían ejecutar este tipo de
jugadas. Y debe ser un quarterback,
un jugador que a priori suponga una
amenaza de pase, porque si se alinean dos running
backs la defensa ya sabe de antemano que no va a haber pase.
Algunos consideran la option como
un truco, una argucia, algo poco serio. Una jugada de instituto, de
universidad, pero no de profesionales. Una moda pasajera, como en su momento la
wildcat, que triunfó en su momento
por lo sorprendente que resultaba, pero que casi desapareció cuando las
defensas se prepararon para enfrentarse a ella. Dudo mucho que suceda lo mismo
con la option que con la wildcat. Los sistemas ofensivos no
pueden basarse exclusivamente en este tipo de jugadas, pero sí que pueden pasar
a jugadas habituales del playbook de
la NFL.
En estos playoffs, ni Packers ni Falcons han
sabido contener las jugadas de option que
usan los 49ers. Y ojo, porque cuando los Ravens tuvieron que enfrentarse a un
ataque similar, el de los Redskins, sufrieron.
El ataque de
los 49ers también presenta las demás características “novedosas” de la NFL. Quarterback atlético e inexperto. Y tight end dominante, que representa una
auténtica amenaza en el juego de pase (esta era la revolución de la pasada temporada, que ahora parece quedar un poco
lejos).
Si te gustan
los que van a la última, tu equipo
son los 49ers.
Este año, dos
entrenadores se atrevieron a desafiar a lo
que dice el manual. Pete Carroll dio la titularidad al jugador que mejor
jugaba en los entrenamientos, a pesar de que era un rookie de tercera ronda, en vez de al flamante fichaje. Las nóminas
pesan mucho en el deporte profesional norteamericano, y se vende mal ante el general manager que juegue un tipo que
apenas cobra 400.000 dólares en vez de aquel al que acabas de pagar 6 millones
como bonus por fichar y al que
garantizas 10 millones más en 3 años. Parece que estás insultando al jefe.
Carroll fue valiente, y el tiempo le dio la razón.
En un deporte
para valientes, Jim Harbaugh ha demostrado que no se queda atrás.
Esta temporada
hemos visto a un Randy Moss diferente. Un jugador que acepta su nuevo rol como
jugador de equipo, que pone bloqueos en condiciones, y que sigue suponiendo una
amenaza por sus condiciones físicas y experiencia.
A pesar de que
a los Packers nos faltaba al respeto de todas las maneras que pueda uno
imaginar…
… he de reconocer que me gustaría que Randy Moss se retirase con un anillo
de campeón. Por su trayectoria, lo merece.
* * *
Ambos equipos
han cambiado desde aquel día, aunque la mayoría de jugadores repiten. El cambio
más evidente e importante, el quarterback
de los 49ers. Pero la defensa de Baltimore ya no es tan temible (y sé que
no permitieron anotar un solo punto a los Patriots en toda la segunda mitad de
la final de conferencia) e incluso su ataque es otro, aunque cuente
fundamentalmente con los mismos mimbres.
Y no, a mí lo
de que los entrenadores sean hermanos no me cautiva. Sí, es la primera vez que
una Super Bowl se disputa entre head
coaches hermanos. Bueno, es que es la primera vez que dos hermanos
coinciden en la NFL como entrenadores. Pero eso incluso le quita picante al
enfrentamiento. Demasiado amor fraternal. El único aspecto positivo que le veo
es que quizá los Harbaugh se cortan un poquito a la hora de comerles la oreja a
los árbitros. Lo de ser insoportable en la banda parece genético.
En fin, espero
que el partido sea muy diferente al de la temporada pasada y que nos
divirtamos. Si no habéis encontrado ningún motivo definitivo para apoyar a uno
u otro equipo, podéis recurrir a la vía fácil: apostar por uno de ellos. Ya
veréis cómo jugándoos pasta encontráis una buena motivación. Y si no, podéis
hacer como los de cierta cadena de radio, que retransmitían el evento mientras
ingerían importantes dosis de alcohol. Diversión (y resaca) garantizadas.
Qué buen
broche al artículo, promoviendo actividades sanas como el juego y la bebida.