Voy a daros
razones para apoyar y repudiar a cada uno de los equipos. Porque la
indiferencia es aburrida, uno se lo pasa mejor si toma partido. Obviamente,
estas razones son para el público neutral. Los aficionados de Ravens y 49ers
tendrán sus motivos más o menos racionales para ser de estos equipos, pero en
eso no entramos.
Obviaré los
motivos del tipo “es que eliminaron a mi
equipo” o “son rivales de división
del mío” e intentaré dar razones más “universales”, que pueda compartir
cualquier aficionado neutral. Dicho esto, seguirán siendo cuestiones totalmente
subjetivas, con las que muchos estarán, y por motivos igual de válidos, en
total desacuerdo.
Ah, y pese a
que eliminaron (y humillaron) a mi equipo, anticipo que voy con los 49ers.
Advierto también que les tengo cierta tirria a los Ravens.
Así que
empezaremos hoy por lo que me resulta más complicado, dando razones para
animarlos.
Mi suegro
siempre me dice que no entiende cómo puede gustarme esa serie, que ha intentado
ver el primer capítulo seis veces y es incapaz de terminarlo sin quedarse
dormido. Vale, puede que el inicio sea un poco árido. Pero esa serie es una
auténtica maravilla. Hay que ver unos cuantos capítulos para comenzar a
apreciarla. Y está a años luz de las demás. La recomiendo fervientemente. Eso
sí, hay que verla en versión original, doblada al español no merece la pena.
¿Qué tiene que
ver The Wire con todo esto? Que su
acción se desarrolla en Baltimore. Y después de ver esa serie, que no diré que
es la mejor de la historia (porque no he visto todas las series de la
historia), pero sí mi favorita, es inevitable cogerle bastante cariño a la
ciudad de Baltimore. Y eso que la imagen de la ciudad no es precisamente
idílica. Pese a que en toda la serie no vemos ninguna referencia a los Ravens
(sí a los Orioles de béisbol), supongo que si Baltimore ganase el anillo,
McNulty y Bunk Moreland se pillarían una de sus típicas borracheras para
celebrarlo.
Ray Lewis,
además de uno de los mejores linebackers de
la historia, es un ejemplo de redención tras el turbio suceso en el que se vio
envuelto en 2000 (véase más abajo). Antes de ese incidente, Lewis despertaba
fuera del campo temores parecidos a los que generaba dentro. Desde entonces,
Lewis ha tenido un comportamiento ejemplar fuera de los terrenos de juego
(bailecitos aparte).
Hablando de
series míticas, Flacco es de familia italoamericana de New Jersey. Sabéis a qué
otra serie me refiero, ¿no?
Para esta
Super Bowl, los Ravens son de nuevo el equipo pequeño. El spread no es tan exagerado como en rondas anteriores. Poco más de 3
puntos. San Francisco parte con poco más que un field goal de ventaja. Pero sigue siendo favorito, como en sus
anteriores partidos de postemporada.
Coño, ya es
hora de que John consiga superar los logros de su hermano, ¿no?
Si la
secundaria de Denver no comete esa cagada épica, los Ravens habrían sido
eliminados. De eso no cabe duda. Pero ellos lo intentan hasta el final. Porque
tienen un par como nadie en la NFL.
Digamos que el
estilo del equipo de Baltimore resulta en muchas ocasiones “difícil a la
vista”. Quizá el declive defensivo que han experimentado esta temporada ha
cambiado un poco la tendencia, pero ni siquiera su defensa me parecía
“agradable de ver”. Los amantes del football
defensivo se me echarán a la yugular, pero esa es mi impresión.
Fieles a su
condición de cuervos, aves carroñeras, los Ravens siempre han sido unos
maestros del aprovechamiento del error ajeno. Lo comentaba antes: casi nadie
aprovecha mejor las defensive pass
interferences que los Ravens. En 2010 y 2011, fueron el equipo más
beneficiado en este apartado. Esta temporada, son terceros, por detrás de Colts
y Giants. No es casualidad. Y es perfectamente legítimo, ojo. Cuando Flacco
lanza esas bombas profundas, no me digáis que no huelen a interferencia
defensiva. En las tres últimas temporadas, los Ravens siempre han estado en el
podio de los equipos más yardas consiguen por las penalizaciones ajenas.
Totalmente legítimo, incluso inteligente, pero poco agradable de ver.
Quien quiera
consultar estadísticas sobre penalizaciones, las tiene en www.nflpenalties.com, de ahí las he sacado.
Lo peor es que
aquellos Browns eran muy competitivos. La noticia del traslado arruinó una
temporada muy prometedora. NFL Network dedicó un capítulo de A Football Life a esos Browns. Esta es solo
una parte:
A Modell le
guardan rencor eterno en esa ciudad maldita (en términos deportivos). Para
colmo, tras años de frustraciones en Cleveland, Baltimore gana el anillo en
2000. Eso jode más.
No se guardó
un minuto de silencio en el estadio de los Browns cuando Modell falleció. Los Browns
se lo ofrecieron a la familia Modell, pero estos, con buen criterio, pidieron
que ni se intentara.
En descargo de
Baltimore hay que decir que esa ciudad vivió una situación similar cuando sus
Colts se trasladaron a Indianápolis. Desde aquí, mi apoyo a que el equipo de
Baltimore se redenomine “Baltimore Colts”. Y que en Houston vuelvan a jugar los
“Oilers”; en Charlotte, los Hornets y en Minneapolis, los Lakers (¿hay algo más
ridículo que presumir de títulos ganados por una franquicia en otra ciudad? En
Los Ángeles lo hacen con los anillos logrados por los Lakers en Minneapolis).
Lo que más
ensombrece la figura de Ray Lewis es lo que sucedió en Atlanta en 2000. Ray
Lewis se vio envuelto en un suceso, todavía no completamente aclarado, que
terminó con el asesinato de dos personas. En principio, Lewis y dos colegas
suyos fueron acusados de asesinato. La acusación a Lewis se retiró cuando este
se comprometió a testificar contra sus dos colegas y a declararse culpable de
obstrucción a la justicia. En su declaración, Lewis admitió haber mentido a la
policía. De su testimonio, se deduce que presenció cómo sus colegas mataron a
dos personas sin haber hecho nada para impedirlo. Los dos colegas acusados
alegaron legítima defensa y fueron absueltos, pero sobre el caso no ha
desaparecido la sombra de la sospecha. A OJ Simpson, pese a su absolución, la
sociedad norteamericana lo tiene crucificado. Nadie cree en su inocencia. Ray
Lewis es ídolo nacional, protagoniza anuncios y tiene asegurada una larga
carrera en los medios de comunicación cuando se retire. Los familiares de las
víctimas no han olvidado ni perdonado a Lewis. Este reciente artículo de USA
Today es estremecedor. En cualquier caso, como comentaba
antes, desde entonces la actitud de Lewis es ejemplar.
* * *
Esto es todo
por hoy. Mañana, razones para amar y odiar a los 49ers.