Previas de wild card: Redskins-Seattle
Si algún aficionado de los Seahawks se pasa por aquí dirá: “Vaya...”. Naturalmente, aquí no soy objetivo. Pero me gusta el reto de intentar ser realista y lo único que puedo decir es que intentaré analizar esto lo mejor posible.
Me pasé unos minutos haciendo un fotomontaje cutre para ver qué ideas se me venían a la cabeza. Es algo cliché, pero se me ocurrió la figura del ‘Yin y yang’. Según Wikipedia, son “dos conceptos del taoismo, que exponen la dualidad de todo lo que contiene el universo”. Pues poco sé del taoismo, pero un poquito sí sobre el Russellwilsonismo, y del RG3ismo ya ni hablemos...
Cuando terminó el Dallas-Washington y vi: “Compren ya sus entradas para recibir a los Seahawks” en las pantallas del estadio, se me pasaron dos pensamientos por la mente: “Buf, era el rival que quería evitar” y “al menos es en Washington”. Ahora sigo pensando más o menos lo mismo, pero me he dado cuenta en que ambos equipos, pese a tener estilos diferentes, tienen prácticamente el mismo número de fortalezas y de defectos (aunque a veces en sitios distintos). Convirtiéndose este partido en algo como un Ying y un yang. Hay dualidad por todas partes. En las bandas están Pete Carroll y Mike Shanahan, dos entrenadores amantes del riesgo (el de Washington, encima, tiene un coordinador ofensivo que comparte su ADN). Wilson es la gran sorpresa como quarterback de Seattle, Alfred Morris la noticia grata de Washington... RGIII ha cumplido de sobra con lo que se esperaba de él, Marshawn Lynch (pese a no ser rookie) también.
Los medios en EE UU no paran de preguntarse: “¿Cómo se puede parar a Marshawn Lynch?”. Pero lo mismo se puede aplicar (y más, si cabe) a Seattle con Robert Griffin III y Alfred Morris. Seattle goza de una defensa bastante sólida, pero sufre muchísimo a la hora de parar la carrera desde que se lesionó el defensive end Red Bryant. La estrella defensiva juega lesionado desde octubre y, desde entonces, la defensa contra la carrera de los ‘Hawks’ ha caído a ser la número 27 de la liga contra la carrera (permitiendo 4,54 yardas por jugada). La secundaria, sin embargo, es de las mejores y el retorno de Brandon Browner sólo la refuerza más.
En ataque, los Seahawks son peligrosísimos con su estilo ‘read-option’, que Russell Wilson lleva a la perfección. Marshawn Lynch es un corredor complementario genial y los Redskins probablemente sufran intentando pararlos. En defensa contra la carrera, los de Washington son mejores, pero no por mucho (4,34 yardas por jugada).
Realmente, el tremendo ‘boom’ de Wilson es lo que más debería preocupar a Washington. Considerarle como rookie del año a mediados de temporada era un simple disparate, pero sus últimos ocho partidos han rozado la perfección (20 touchdowns, sólo tres turnovers y 7,9 yardas por intento de pase) y ahora disputa el premio con todo el derecho del mundo. En apenas media temporada ha hecho que Mariano vuelva a guardar en su trastero el altar que mandó a hacer con las iniciales ‘M. F.’ y se rinda al quarterback tan titular en los Seahawks como Manning en los Broncos...
Los Redskins son tan letales en ataque como los Seahawks. Morris es el mejor corredor de la historia de la franquicia con 1.610 yardas y 13 touchdowns con 4,8 yardas por intento. Seattle sabe lo que viene y ha estado entrenando a tope contra el ataque de Washington, pero es difícil imaginarse que lo consigan parar con un Bryant jugando casi con un solo pie.
Seattle también tiene otro inconveniente en frente: RGIII. Pero no el RGIII de contra Filadelfia y Dallas, sino el que vimos contra los Saints y Vikings. Para alegría de la afición de Washington, los médicos han comunicado a Shanahan que “RGIII estaba ‘tocado’ contra los Eagles, ‘ligeramente mejor’ contra Dallas y ‘completamente sano’ para recibir a Seattle. Los locales tendrán que tirar de la carrera y, si eso no funciona, hacer valer el regreso de Garçon para dinamizar el juego aéreo. Con el ex de los Colts corriendo rutas, los Redskins han ganado ocho partidos y sólo perdido uno.
Para parar al ataque de Seattle, Washington debe emular lo que hicieron los Rams y repletar el ‘backfield’ de jugadores en casi todas las jugadas. Contra Dallas, la llave al éxito de los Redskins fue continuamente tirar del blitz, contra Seattle eso sería la muerte. Tengo que estar de acuerdo con una frase que usó Manolo Arana en su último Power Ranking de la temporada regular: “La defensa de los Redskins ha tirado de oportunismo para sacar varios partidos”. En gran parte lo veo como una observación acertada, pero las últimas siete victorias consecutivas de Washington demuestran que la defensa en ocasiones puede estar lográndolo por los pelos, pero esa está siendo la norma.
Mi pronóstico: Washington +7
Esto lo pongo por no cambiar lo que puse en la quiniela de Zona Roja, pero como bien habéis visto en los párrafos anteriores no preveo para nada un partido fácil para Washington. De hecho, si los Redskins ganan este partido, tocaré el cielo. Me da más miedo este partido que un hipotético enfrentamiento en la próxima ronda contra Atlanta.
En el mundo de las apuestas dan por ganador a los Seahawks por +3. Los Seahawks están que arden, intratables, pero casi todos sus grandes triunfos han sido en casa. Fuera de casa ganaron a los insuficientes Bills, y eso además fue en Toronto... Perdieron en Miami, aunque luego ganaron en Chicago. Pero ante los Bears lo hicieron por los pelos en overtime, y este año son bastante mejores los Redskins que los de Illinois... Para mí, esto está al cincuenta por ciento. Este partido no terminará igualado, pero lo empieza de esa forma. Pase lo que pase, nos llevaremos todos una gran sorpresa.
La regla de pie en este tipo de partidos con dos equipos sin experiencia en playoffs y partidos de Wild Card es, salvo que la diferencia sea muy grande, apostar siempre por el equipo local. ¿Que Seattle es mejor equipo que Washington? Lo compro. ¿Mucho mejor? No. Entonces, colores aparte, apuesto al equipo local.