Previas de wild card: Ravens-Colts
Sinceramente no sé a que juega la ofensiva de los Ravens. Tienen a un RB top 3 de la liga en Ray Rice, pero están empeñados en lanzar con un Joe Flacco que cuando se inspira juega de las mil maravillas, pero que cuando tiene uno de esos días feos no da pie con bola. En realidad, Flacco no puede quejarse. El grupo de receptores del que dispone esta completamente infravalorado, Anquan Boldin es un trabajador incansable y Torrey Smith ha despertado recuerdos de Derrick Mason con sus atrapadas espectaculares. Su pareja de TE está siendo infrautilizada, pero Dennis Pitta tiene calidad y Ed Dickson un potencial impresionante. Su juego de carrera esta apoyado en los devastadores bloqueos de Vonta Leach y las carreras filosas de Rice, pero también se complementa magníficamente con la aportación de Bernard Pierce. Finalmente, su línea ofensiva ha flaqueado mucho durante todo el año, aunque por suerte para ella esta tampoco ha sido la temporada de Freeney y Mathis, por lo que en realidad no veo mucho temor en el pass rush de Indy.
Los equipos especiales me han sorprendido gratamente. Sam Koch es muy seguro y sus punts son suficientes. Justin Tucker ha firmado una campaña de ensueño para un kicker novato (este año hemos visto mucho de eso). Finalmente, Jacoby Jones es un retornador letal. Los fans de Pittsburgh pueden dar fe de eso.
Los Colts han enamorado a la NFL este año con su historia de dedicación, fuerza y fe. Hasta ahora eso estuvo muy bien, y fue bonito, pero toda la fe del mundo no ayuda en este tipo de partidos. Si los Colts quieren salir con vida del MT&T Park tendrán que hacer mucho más que intentar remontar en los últimos minutos del partido. Andrew Luck es, como dije arriba, el novato maravilla del año, pero ser el más querido y capaz de culminar remontadas sorprendentes no te asegura nada en playoffs. Ha lanzado para 23 TD, pero también entrego 18 veces el balón a los rivales. Cuando tienes enfrente a alguien con tanta experiencia como Ed Reed eso puede ser letal. El cuerpo de receptores ha hecho una temporada mágica. Nadie sabe de donde salieron ni T.Y. Hilton, ni Donnie Avery. Dwayne Allen y Coby Fleener si que prometían más, pero la campaña de este último ha sido decepcionante. Pero la auténtica clave ha sido Reggie Wayne. Un animal y una de las principales razones por las que los Colts están en playoffs. Siempre que Luck necesita encontrar a alguien que lo saque de apuros aparece Wayne de la nada, como demostró en el partido contra los Packers. También ha sorprendido el juego de carrera, que además ha cobrado vital importancia en los últimos juegos donde ha sido decisivo para romper y abrir las defensas. La línea ofensiva ha hecho un buen trabajo. No significa que sea de las mejores, pero ha rendido por encima de lo esperado pese a que permitieron 41 sacks esta temporada.
Los equipos especiales están adheridos al siempre seguro Adam Vinatieri, que no falla en los momentos importantes, y Pat McAfee ha hecho un buen trabajo como punter.
Realmente, una vez repasado el calendario de los Colts, creo que muchas de sus victorias han venido más por la fe que se tienen en ellos mismos que por sus capacidades reales. Además, la enfermedad de Check Pagano, su entrenador principal, ha sido un motivo para que toda la franquicia se conjurara y rindiera por encima de sus posibilidades en una carrera emotiva se ha ganado las simpatías de todos los aficionados. Pero creo que los milagros se han terminado y es hora de decir adiós. Por otra parte, los Ravens llegan muy presionados. Tienen que ganar este partido si no quieren que este proyecto estalle. Lo más curioso es que la llave de la victoria puede estar en manos de Jim Caldwell, anterior entrenador principal de los Colts y actual coordinador ofensivo de los Ravens. Si le da la responsabilidad a Flacco, y vuelve el festival de pases verticales a ninguna parte, los Ravens pueden complicarse la vida. Si le devuelven el balón a Ray Rice, que nunca debió perderlo, la frágil defensa contra la carrera de los Colts puede terminar abrasada. Aunque parezca obvio para todos, algo tan sencillo no está aún claro en el staff técnico de Baltimore.
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