Una imagen, una frase (Semana 13)

Mariano Tovar

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Esta historia no es de este año. La llevamos viviendo desde que Brees llegó a los Saints. Es un QB magnífico pero con dos defectos tremendos. El primero es que le cuesta muchísimo coger ritmo en los partidos. El segundo es que no es un jugador inteligente. Por eso, Brees lleva años acumulando yardas sin que eso sea garantía de nada. Y, también por eso, Brees necesita un entrenador en la banda que le obligue a ser muy disciplinado en la elección de jugadas. Brees no ve el partido con perspectiva. Solo piensa en vertical. Cuando las cosas le funcionan es un genio, pero cuando no consigue ritmo, y se empeña en ganar él solo, firma cinco intercepciones y se queda tan ancho. Porque los Saints, por segunda semana consecutiva, perdieron por culpa de su QB. Su ataque terrestre estaba dominando el partido, controlando el reloj y dando aire a su defensa hasta que el QB rompió el guión, acaparó protagonismo y se cargó el invento. ¡Qué grave ha sido la sanción de Payton para este equipo!

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Al final, el algodón no engaña. Después de dos actuaciones deslumbrantes, Henne volvió a ser el QB exasperante que no da una a derechas. Los números son horribles, pero lo peor es que fueron maquillados en los últimos minutos. Enfrente, los Bills dieron el día libre a Fitzpatrick para que el uno-dos de Jackson y Spiller noqueara a sus rivales con rotundidad.

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Durante gran parte de la temporada critiqué a Wilson como una mala elección frente a Flynn. ¡Cómo me equivoqué! El chaval ha crecido partido tras partido y ahora ya es un auténtico factor de desequilibrio. Inteligente y elusivo, completa con una facilidad pasmosa y tiene mucho peligro en el pase profundo, sobre todo con lanzamientos desde fuera del pocket y en jugadas rotas (la especialidad del mejor McNabb). Estos Seahawks me gustan mucho. Defensa dura, ataque terrestre machacón y, ahora, pase seguro. Si llegan a postemporada, ojito con ellos. En Chicago sigue la epidemia. El último lesionado es Tim Jennings, de calle, su mejor cornerback.

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Todo el mundo está hablando del drive ganador de Luck, pero yo vuelvo a fijarme incrédulo en los Lions. Su línea defensiva, pese a las críticas, es tremenda. Su quarterback, casi nunca valorado como merece, buenísimo. Tiene grandes receptores y tight ends, Leshoure es un corredor que cumple… Posición por posición deberían estar aspirando a postemporada. Pero cada vez es más evidente que la dirección desde la banda es espantosa. Tenían el partido resuelto y fueron incapaces de matarlo. Se dedicaron a templar gaitas cuando es evidente que su medio natural es la explosividad. Ridículo, deprimente. En Detroit hace falta un nuevo equipo técnico ya.

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El entrenador principal ha confirmado a Ponder como QB titular del equipo. ¿Cómo es posible? Ya no hay ninguna duda. Ponder es un espía del enemigo. Hizo todo lo que estuvo en su mano para destruir el trabajo de Peterson ¡¡¡210 yardas de carrera y un touchdown y su equipo perdió!!! Nunca había visto a un QB tan letal para sus propios colores. ¡Qué bestia! ¡Fuera ya, hombre! Si hasta hace bueno a Tarvaris. Los Packers, que durante el primer cuarto volvieron a parecer el equipo alegre de antaño, se contagiaron de sus rivales para terminar ganando por inercia, sin grandes alardes y la mosca detrás de la oreja por el trabajo de su defensa..

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Después de varias semanas de sobresaltos, los Texans volvieron a la tónica de principio de temporada y se entrenaron contra los Titans. Solo una consideración: Foster es una sombra de si mismo. Ya no consigue romper la línea rival, ni encuentra huecos. Parece lento y desganado. Sin él, pese al paseo del domingo, los Texans dan mucho menos miedo.

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¡¡Brady Quinn jugó bien!!! ¡¡¡Albricias!!! En realidad, los Chiefs jugaron, por primera vez en toda la temporada, como creían que iban a hacerlo desde septiembre. Pase eficaz, buena protección de la línea ofensiva, Jamaal perforando… ¡Ilusos! Los Panthers, en otro partido gris de Newton pese a sus tres pases de touchdown, tuvieron muy poca pegada y fueron esclavos de las penalizaciones. Demasiadas y siempre en el peor momento. A propósito, sobre la historia de Belcher y repercusión mediática escribiré el próximo jueves, que el tema tiene miga.

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El debate del QB de San Francisco se complica y amenaza culebrón. Ya sabéis que Kaepernick ha sido confirmado como titular. Sigo pensando que Harbaugh no quería quemar este año a su QB de futuro, pero las circunstancias le han obligado y una vez subido a ese carro, y más tras la reacción colérica de Alex Smith, está obligado a ir a muerte con Colin. También creo que con él tienen más pegada, pero funciona peor su motor diesel, que en el fondo ha sido la gran virtud ofensiva del equipo. Gore no está rindiendo con Kaepernick como con Smith. Tienen un mes para recuperar la compenetración y evitar que el joven QB termine siendo un cadáver en el camino. Ah, y sí es safety. Y también es absurdo que se saliera del campo. Es lo que tiene la falta de experiencia.

Los Patriots recordaron a los de hace años. Ganaron por oficio, sin estridencias, casi aburriendo. Nunca terminaron de apretar el acelerador y, por una vez, la defensa sí que pareció dominante. Los jugadores de secundaria ya no pierden la posición ni la cobertura y se ven jugadas imaginativas en un front seven que hasta hace pocas semanas se limitaba a intentar sobrevivir. Así que todo empieza a apuntar a que Belichick ha recordado la fórmula de la poción mágica y el posible Broncos-Patriots de postemporada apetece más que nunca.

Perdón por el exabrupto, pero no me puedo contener. ¡¡¡Vaya mieeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeerdaaaaaaa!!!

Esto es lo que tiene Manning. Llega pasota, se enchufa durante el tercer cuarto, arrolla a sus rivales y a otra cosa mariposa. Esta vez Moreno fue tan insulso como siempre, pero la línea protegió bien a Peyton y colorín colorado. Sin olvidar por supuesto, a una defensa que atropelló a la línea de Freeman, desactivó a Doug Martin y no dio demasiadas opciones a Vincent Jackson. Lo dicho, ya estoy organizando la fiesta del año en mi casa para ver el Broncos –Patriots en enero.

A estas alturas de temporada hay partidos lastimosos. Yo creo que fuera de los pobladores del Agujero Negro de Oakland, la mayoría de los aficionados de ambos equipos, que estaban en su casa viendo el partido por televisión, mediado el segundo cuarto ya habían cambiado de canal para ver duelos más interesantes. Porque en esta auténtica pachanga de pretemporada solo pudimos llegar a dos conclusiones: Richardson va a marcar una época en Cleveland y Carson Palmer es un monstruo inflando estadísticas que no tienen ninguna repercusión real en el juego de su equipo. ¡Vaya chufla!

La grada de San Diego ya es un clamor. ¡¡¡Fire Norv!!! La actuación de los Chargers volvió a ser patética. Ridícula. Casi infame. Rivers falla pases sencillos y es un cero a la izquierda en la zona roja (y luego decíais de Orton). Su línea no le da un segundo, ya nadie se cree a Mathews… Como sería la cosa que Dalton volvió a sufrir una de sus empanadas mentales y fue Green-Ellis el que marcó la diferencia. Los Bengals nunca pensaron que pudiera ser tan sencillo.

Durante la pretemporada escribí que Flacco estaba preparado para dar un paso hacia delante. Lo que no me esperaba era que le obligaran a dar tres o cuatro. ¿Dónde vaaaas John? El otro Harbaugh se ha vuelto loco. Porque es que el asunto es evidente. Cada vez que Ray Rice coge el balón, el público contiene el aliento esperando que suceda algo grande. Cada vez que lo tiene Flacco también se corta el ambiente, pero porque todos nos tememos lo peor. Así que llegó Charlie Batch y, antes de la llorera, se marcó un partido estupendo que pudo ser mejor si Emmanuel Sanders no se hubiera empeñado en pifiarla cada dos por tres. Y ahora los Steelers siguen vivitos y coleando, algo que no le hace ninguna gracia al resto de los aspirantes.

Curioso. Nick Foles jugó bastante bien. ¿Buenas noticias para los Eagles? Nooooo. Lo único que les falta ahora es terminar la temporada con dudas sobre si salvar a su QB novato de la quema. Lo mejor para ellos es derruirlo todo, empezar de cero, no dejar piedra sobre piedra ni conservar un solo detalle que les recuerde esta etapa infausta. Y además, es del género tonto intentar ganar a los Cowboys a base de pim-pam-pum y con las defensas de vacaciones. Romo tendrá muchas cosas, pero en los partidos de alta anotación se mueve como pez en el agua. Ah, y se me olvidaba. ¿Cómo puede ser Dez Bryant tan insultantemente bueno?

Me fui a la cama en el descanso con los Giants por delante y convencido de que ganarían a su modo. Estaban dominando y el choque se movía en los parámetros que mes les gustan. No terminaban de rematar, fallaban field goals, perdían la frescura al llegar a la yarda 30 rival y sufrían penalizaciones costosas en el peor momento. Sin embargo, tenían bastante controlados a RGIII y compañía. La segunda mitad siguió por los mismos derroteros monótonos. Cuando los Redskins parecían acelerar, Morris sufrió un fumble que colapsó el arreón y devolvió la rutina. Y así, como quien no quiere la cosa, Griffin consiguió un buen drive mediado el último cuarto y Eli falló donde casi nunca lo hace: la conducción de un drive ganador. Solo un detalle. Los Redskins están 5-1 con Garçon y 1-5 sin él.

mtovarnfl@yahoo.es / twitter: @mtovarnfl