El Power Ranking Top-10 (Semana 10)
Manuel Arana
Antes de empezar, quiero pedir disculpas a todos por mis pellas de la semana pasada, y especialmente a ti Mariano por volverte loco.
Esta temporada hemos visto el regreso casi milagroso de dos estrellas de la historia de la NFL. Dos hombres que con el paso de los años, llenarán más páginas, cuando se les recuerde, que ningún otro jugador. Dos jugadores que tienen un lugar reservado en el pedestal más alto del Salón de la Fama del Fútbol Americano Profesional: Peyton Manning y Adrian Peterson.
Por Peyton Manning nunca he sentido un cariño especial. Pero tras su retirada surgió ese yo amante causas imposibles. Cuando me decían que Manning estaba acabado, siempre contestaba con ese refrán español “quien tuvo, retuvo y mantuvo para la vejez”, aunque ni yo creía lo que decía. Pero hete ahí el Sr. Manning, me está deslumbrando. He descubierto a otro Manning. Muy distinto al de Indianapolis. Peyton, perdón, el Sr. Manning, siempre me aburría. Me cansaba saber que hicieran lo que hicieran sus rivales, siempre se iba a cruzar el campo y te iba a anotar. Daba lo mismo el tiempo que quedara y la distancia que tuviera que recorrer. Primer down tras primer down, el campo se iba encogiendo para la defensa, hasta que ineludiblemente era masacrada en su propia end zone. Y si era necesario un lanzamiento para recorrer 80 yardas de un tirón, pues sacaba la varita mágica y lo fabricaba de la nada. Al final, o eras de los Colts o estabas muy jodido. El Sr. Manning ganaba casi siempre.
En Denver, ya os lo he comentado alguna vez,
el Sr. Manning me está haciendo disfrutar como hace mucho que no sucedía. No sé
cómo explicarlo. Es como si le hubieran puesto un playbook más divertido, más
creativo, donde es capaz de lanzar sus pases de siempre y también de engañar
con un end around y lanzar al receptor que lo ejecuta, o simplemente completar
un pase en la jugada que nunca hubiera soñado que el Sr. Manning pudiera
intentar alguna vez.
La jugada en cuestión es un rollout del Sr. Manning hacia su derecha en el lado corto del campo. Tres receptores abiertos en ese lado, y la protección de McGahee también en la derecha. Thomas va largo a la esquina de la end zone y arrastra a su cornerback y al safety, cover 1 con ayuda del libre contra el mejor receptor. Y el resto de la defensa basculando descaradamente hacia el lado de la jugada, esperando que la línea de banda sea el duodécimo defensor. Cuando menos espacio le queda, Brandon Stockley vuelve sobre sus pasos, y liberándose de la marca de un linebacker se abre al lado contrario y se queda solo. El Sr. Manning sólo tiene que cruzar un pase flotado para lograr completar y anotar un touchdown. Impresionante. No por cruzar un pase –que ya lo es- sino por lanzar usando una jugada de rollout.
Así es Denver esta temporada y así juega el Sr. Manning este año.
Pero por encima de cualquier otro, Adrian
Peterson es la niña de mis ojos. Un tipo de más de 185 cm y con 100 kilos de
peso con esa movilidad y esa velocidad no se había visto nunca. Ni siquiera Erick
Dickerson conseguía esos cambios de dirección en velocidad. Peterson es mucho más
que el típico norte-sur que una vez que dobla la esquina se convierte en
imparable. Peterson es un animal que gana miles de yardas después del primer
contacto. Las gana por dentro, por el exterior o, con paciencia, buscando un
hueco tras sus líneas. En cuanto ve un resquicio de luz, ataca el “gap”. Entre
tackles es un buldózer que se lleva puesto por delante a media defensa (y decía
el policía ése que derribó el sólito a Peterson. ¡Me descojono! Por cierto,
caso sobreseído). Por fuera gana la banda y parece un tren de alta velocidad
dejando atrás defensas como si fueran postes del tendido eléctrico. Pero lo que
le hace diferente y, en definitiva, especial, es esa capacidad para quebrar y
cambiar de dirección sin perder un ápice de velocidad, dejando a los defensas
sin posibilidad de tocarle. Sus galopadas me sobresaltan, pero si hay algo que
me estremece es ver cómo corta tres veces en dos yardas y deja sentados a los
defensas.
Me temo que Peterson, al igual que Barry Sanders, que es en mi opinión el mejor running back de todos los tiempos, se retirará, alcanzará el Olimpo, pero no podrá lucir en sus dedos un anillo de campeón.
Y ahora, el Power Ranking:
1. Houston Texans (8-1)
Una defensa espectacular con un gran juego terrestre. Si Schaub no tiene que decidir el partido, los más firmes candidatos.
2. Atlanta Falcons (8-1)
Matt Ryan sigue jugando a un altísimo nivel pero la defensa está dejando mucho que desear. Es un coladero contra la carrera interior.
3. Chicago Bears (7-2)
Otra defensa enorme. La baja de Cutler les debería perjudicar en principio, aunque Campbell puede ser mejor socio aún para Marshall.
4. Denver Broncos (6-3)
Van a ganar su división y pueden plantar cara a cualquiera en playoffs. Manning está a un nivel espectacular y el resto del ataque se contagia.
5. Baltimore Ravens (7-3)
Un poco de confianza por la paliza a unos Raiders que, aunque no sean muy temibles, se llevaron puestos 55 puntos. Y esos son muchos puntos.
6. Green Bay Packers (6-3)
En dos semanas veremos si los Packers son candidatos. No es por el calendario, sino por los ajustes que necesitan en todas las líneas para cubrir las bajas por lesión.
7. New Orleans Saints (4-5)
Nunca pensé que me gustaría tanto poner a los Saints en mi top. El ataque comienza a estar como un tiro. Si la defensa recupera el nivel están a tiempo de colarse en playoff y ahí todo el mundo empieza de cero. ¡Ay que miedo! Al fin y al cabo Brees puede lanzar 500 yardas en un partido y eso es demoledor.
8. San Francisco (6-2-1)
No me los he creído en ningún momento. Willis está a años luz de la temporada pasada, a Gore no lo involucran en el juego como debieran y pienso que Kapernik es mejor que Smith.
9. New York Giants (6-4)
No creo que el atasco sea definitivo, tienen una semanita para pensar en los errores cometidos y volver a la senda de la victoria.
10. New England Patriots (6-3)
¿Es Buffalo un rival serio para un equipo que quiera dominar su Conferencia? Corregirme pero no veo unos Patriots con la solidez necesaria para afrontar una postemporada con garantías.
Y mis Vikings, pues bueno no daba un duro por ellos al inicio de temporada y llevan seis victorias. Soy feliz.