Ferrer salda su cuenta pendiente
El alicantino vivió su día grande en el Omnisports de París-Bercy, en el que sobrevivió a los cañonazos y las dejadas del joven polaco Jerzy Janowicz (6-4 y 6-3), con la tranquilidad y experiencia de quien es hace ya mucho tiempo el quinto mejor tenista del planeta. Un premio a una nueva temporada para enmarcar, en la que ha sumado más victorias (72 en 86 partidos, con un 83,7% de triunfos) y más títulos que nadie (7: París-Bercy, Valencia, Acapulco, Auckland, Bastad, Buenos Aires y Hertogenbosch). Sólo Federer y Djokovic, dos de los cuatro gigantes que dominan el tenis en los últimos tiempos, le superan en porcentaje de éxito (87,1%) y por el nivel cualitativo de los torneos, aspecto en el que también le superan Murray y el lesionado Nadal.
“El tenis es bastante justo”, decía Marcel Granollers en la entrevista publicada en la última entrada de este blog. Y al titán de Javea le debía al menos un título grande tras sus finales en Shanghai, Montecarlo y Roma, en las que sucumbió ante Djokovic y Nadal. Ferrer encadena enormes temporadas desde aquel 2007 en el que disputó la final de la Masters Cup frente a Federer. Años en los que ha reducido notablemente la brecha con éstos y en los que su juego no ha dejado de progresar, situándole como el indiscutible campeón de la otra liga. Y como prueba de ello basta subrayar sus triunfos sobre hierba (Hertogesbosch 2008 y 2012) y en pista dura y cubierta (París-Bercy, y Valencia 2010 y 2012).
Ferrer se ha convertido en el primer español en alzar el árbol de los campeones de París-Bercy y esta semana afronta el último esprint de su temporada con el torneo de Maestros y la final de la Copa Davis de Praga, en la que volverá a ser el señalado para tirar del carro.