Paso al Asiático Sub-19: Amini, las dos Coreas y el gafe de Japón
Pocas semanas después de que Irán, Iraq, Japón y Uzbekistán se clasificaran para el Mundial Sub-17 a través de un Asiático Sub-16 que acabó cayendo del lado uzbeco, las generaciones dos años anteriores -las del 93- buscan el mismo objetivo pero con el Mundial Sub-20. Será mediante el Asiático Sub-19 que se disputa desde este fin de semana en Emiratos Árabes Unidos y que, como siempre, servirá de espectacular vivero de jugadores de aquel continente para los clubes europeos. No en vano, en los últimos años disfrutamos en este torneo de chicos como Bulut, Ji Dong-Won, Takashi Usami, Ahmed Khalil o Kensuke Nagai, que ya tienen un nombre importante en el primer nivel mundial.
La primera gran noticia cuando se habla del Asiático Sub-19 es que Japón, el gigante continental, jamás ha obtenido el título. Muchos grandes jugadores se quedaron a las puertas y con el objetivo de acabar con este gafe los nipones viajan haciendo gala de un equipo de buen bagaje creativo. La presencia de Oshima (Kawasaki Frontale), Kumagai (Yokohama Marinos) y, sobre todo, Yuya Kubo (Kyoto Sanga) dota de potencial ofensivo a una selección japonesa que se encontrará a tres rivales árabes y complicados en la primera fase: la anfitriona EAU, Kuwait e Irán. Aún así, debería superarlos sin problemas.
Quizá Australia sea la otra gran selección con más nombres importantes. Está, para empezar, el talentoso Mustafa Amini (Dortmund), al que ya vimos en este mismo torneo hace dos años y con la Sub-20 en el Mundial poco después. Ante la ausencia de Makarounas, él y Edwards, más el goleador Taggart, deben llevar a los 'aussies' a las rondas decisivas. Seguramente veamos en ellas también a las dos Coreas. La del norte es la actual campeona y destaca más por su bloque que por las individualidades. Así sorprendió a unos y otros en la edición de hace dos años. La del sur, por su parte, es más atrevida y cuenta con Kim Sun-Woo (Ulsan) y, sobre todo, con Kim Hyun (Jeonbuk) para darse alguna que otra alegría en una fase de grupos en la que no debería tener problemas. Lo serio empezará con los cruces. Entonces sí se verá lo mejor de todos y cada uno de los aspirantes.