“Los Packers, con la minga”
Mariano Tovar
En realidad, soy defensor a ultranza de los equipos por los que apuesto al principio de temporada. Mi Super Bowl es Eagles-Texans, con victoria para los de la Americana. La casa de los primeros está patas arriba. Andy Reid puso en la calle a su coordinador defensivo en una decisión que sonaba más a “voy a salvar mi trasero” que a “voy a salvar a mi equipo”. Ni Vick era tan bueno antes ni tan malo ahora. Solo hace falta que enganche un par de actuaciones de las suyas, y que en la banda no entren en estado de pánico, para que los Eagles vuelvan a contar en todos los pronósticos. Si los aficionados de San Francisco creen en su plantilla por encima del QB, no sé por qué no pueden hacerlo en Filadelfia.
Sobre los Texans ya hablé la semana pasada. Parece casi imposible que no sean los representantes de la AFC en el gran partido, pero el motivo fundamental es la incomparecencia de rivales. En la Americana no hay grandes equipos y no parece que alguno de los empanados pueda despertar a tiempo. La paliza sufrida por los Ravens, que parecían los segundos en discordia, deja muy claro el panorama. Pero sigo pensando que la baja de Brian Cushing será decisiva para ellos. Mañana haré mi breve análisis de cada partido, pero el domingo era incapaz de entender que Baltimore solo apostara por Ray Rice en el primer drive. Durante los primeros minutos, el corredor cortó la defensa de Houston por el centro como un cuchillo. Inexplicablemente, Rice no volvió a tocar el balón. Mirad, en la NFL hay bajas que son casi imposibles de cubrir. Lo vimos el año pasado en los Colts sin Manning, y podríamos verlo este año en unos Pats sin Brady o unos Packers sin Rodgers. Pero no es solo un problema de QBs. En defensa también hay tipos así de importantes. Recordad cómo desapareció la defensa de los Bears en 2009 tras la lesión de Urlacher. Imaginad lo que sería la de los Packers sin Clay Matthews. Creo que la baja de Cushing en Houston quizá no les cueste la presencia en la Super Bowl, pero sí puede costarles el anillo.
¿Y por qué no apuesto por los Bears? Pues sencillamente por lo mismo que os contaba hace unos días sobre el síndrome Giants que sufren Patriots o Niners. Creo que los Packers le tienen completamente comida la moral a Cutler. Es casi imposible que los Bears puedan ganarle un partido a los Packers mientras los QBs de los dos equipos sigan siendo los mismos. No es un problema de calidad o rachas y parece casi inevitable que terminen encontrándose si ambos se clasifican.
¿Y qué pasa con los Niners? Creo que en San Francisco se están dando frases lapidarias como ciertas con demasiada frivolidad. ¿Qué son la mejor defensa de la NFL? Pues yo llevo varias semanas viendo cómo se tragan más de cien yardas de carrera con patatas. Y no solo es un tema de números. La línea se termina desarbolando si los rivales son tozudos con la carrera interior y acaba arrastrando con ella al resto de la defensa. Todo el mundo echa la culpa a Alex Smith, pero hay bastantes más problemas que resolver. El jueves tuvieron la suerte de enfrentarse a Wilson, pero mi sensación es que a estos Niners les falta un hervor, además de un QB, para ser realmente competitivos en enero.
En esta competición nada se gana con la minga. Y ni siquiera por pelotas. 17 jornadas y 16 partidos por equipo impiden el aburguesamiento. La temporada regular se escapa en un suspiro. Ha que ser muy competitivo desde el principio, pero sin desfondarse a mitad de camino y guardando fuerzas para la recta final. Un difícil equilibrio que nos pasamos cuatro meses diseccionando, en busca de un campeón que casi cada año termina siendo una pequeña o gran sorpresa.
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