Una imagen, una frase (Semana 6)
Mariano Tovar
Pouncey, lesionado; Mendenhall, lesionado; Redman, lesionado… la decadencia de los Steelers se amplifica por la epidemia de bajas.
Quinn o Cassel. Yo también estaría muy enfadado si me dieran a elegir entre susto o muerte.
Que Shonn Greene le haga 161 yardas y 3 touchdowns a una defensa significa que es tan mala que hasta vosotros y yo tendríamos éxito corriendo contra ella.
Las tres intercepciones a Dalton mataron a los Bengals. La única intercepción a un gran Weeden devolvió la victoria a los Browns once meses después.
Los Eagles deciden despedir a su coordinador defensivo cuando lo único que les funciona bien es la defensa. Definitivamente están tan esquizofrénicos como unos Lions que, domingo tras domingo, solo rinden durante un último cuarto de hora frenético.
A falta de tres minutos parecía imposible que los Falcons ganaran un partido en el que Matt Ryan estuvo desastroso, Turner desaparecido, y la defensa agobiada, pero los Raiders hicieron lo imposible para salvar la perfección de sus rivales.
Zuerlein tuvo la culpa de los dos field goals fallados en la primera mitad, pero el de 66 yardas que decidió el partido fue una temeraria decisión de Fisher, que además demostró muy poca confianza en Bradford.
Creo que Ray Lewis disputó el domingo su último partido en la NFL, pero lo realmente grave para los Ravens es la lesión de Webb. Después de tantos años, se están quedando sin defensa.
Un tuerto miró a Arizona el domingo: se lesionó Kolb, Feeley falló un field goal decisivo de 38 yardas poco después de meter uno de 61 y los Cardinals dejaron de ser infalibles en las prórrogas.
Dicen que la segunda parte de los Patriots ha sido la peor desde que Belichick es el entrenador. Todos señalan a la secundaria, pero la línea ofensiva no funciona y Brady este año no tiene ganas de recibir golpes. Ah, y ya he escrito mil veces: “no volveré a criticar a Carroll por sacar a Wilson”.
Lo vivido en Candlestick Park no fue un partido de la NFL, fue una violación. Los Niners, como antes los Pats, ya tienen todos los síntomas del síndrome Giants.
Ya no hay ninguna duda de que RGIII sabe pasar y correr. A estas alturas a ninguno nos extrañaría que también supiera volar.
Todo el mundo mira a Rodgers y a sus seis pases de touchdown que igualan el récord de Flynn, pero yo me quedaría con una defensa que limitó a Foster a 29 yardas y sumó tres intercepciones.
No sé que fue más increíble, si la remontada de un maravilloso Manning o la patética segunda mitad de un Rivers que, por segunda semana consecutiva, regaló un partido que los Chargers tenían controlado.
O.J.Simpson, Bubba Smith, Dwight Johnson, George Plimpton...son muchos los rostros archiconocidos de la pequeña y gran pantalla que un día, al leer una reseña de sucesos o un obituario, advertimos que, además de estrellas de cine o televisión, habían sido también grandes sobre el emparrillado. El último caso es el del actor Alex Karras, el inolvidable Papadopolis de la serie Webster, el sheriff Wallace de Porky's, el guardaespaldas de Víctor o victoria, episodios de MASH, y tantas y tantas apariciones televisivas. Pues bien, el pasado 10 de octubre fallecía en Los Angeles a la edad de 77 años, tras una larga y penosa concurrencia de enfermedades, algunas de ellas derivadas de los impactos sufridos en sus doce años como defensive tackle con los Lions, en los que formo una de las mejoras duplas de tackles de la historia junto con Roger Brown. Cuatro veces Pro Bowler y en tres ocasiones All Pro, Karras fue asimismo pionero en la interposición de demandas de responsabilidad frente a la NFL por los daños cerebrales causados durante su carrera deportiva. Riley Reiff, el tackle ofensivo de Detroit, tuvo ante Filadelfia una ocasión inmejorable para honrar el número que porta, el 71 que siempre vistió Mad Duck Karras.
Descanse en paz.
mtovarnfl@yahoo.es / twitter: @mtovarnfl