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Tomás de Cos
Daniel Gimeno-Traver (Valencia, 7 de agosto de 1985) es uno de los más desconocidos pero esforzados miembros de la ‘Armada Española’ . El que fuera campeón de Europa júnior y cuarto jugador del mundo júnior en 2003, hace tiempo que vive instalado en el top 100 de la ATP y vuelve a acercarse a su mejor ranking. Recientemente ha ganado el Challenger de Madrid , tanto en individual como en dobles. En uno de los pocos días al año que pasa en casa, nos explica cómo le va la vida agarrado a una raqueta y habla además de los “casi imbatibles” Nadal , Federer , Djokovic , Murray y Ferrer y de la final de la Copa Davis .
-¿Cómo lleva el hecho de compartir generación con un fenómeno mediático como Nadal y tenistas más conocidos que tú como Almagro o Granollers?
-Lo llevo bien. Con normalidad. Hay gente que está mucho más arriba que yo. (En el puesto 67, Gimeno- Traver es actualmente el décimo jugador español del ranking mundial tras Nadal, Ferrer, Almagro, Verdasco, Granollers, Feliciano, Andújar, Ramos y García-López). Rafa es una máquina y es lógico que se hable tanto de él.
-La suya fue una gran generación…
-Sí, nos conocemos todos desde muy peques. Llegamos unos cuantos, la verdad. Rafa ha sido un ganador desde pequeño, aunque entonces alguna vez le sorprendíamos. Ahora es casi misión imposible. Marcel ahora está muy arriba aunque obviamente es más asequible. Y Almagro siempre ha jugado muy bien. Siempre tuvo mucha fuerza y mucha pegada. Entonces era bastante grande comparado con nosotros.
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-¿Qué es lo más duro de la vida de un tenista que vive alejado de los focos?
-Lo más duro son los viajes. Estar tantas semanas fuera y no ver ni a la familia ni a los amigos. Es lo que llevo peor… Evidentemente el tema económico también es importante… Porque si no existes, nadie apuesta por ti. Pero a eso ya estamos muy acostumbrados. Pero no me puedo quejar, y menos con la que tenemos encima. Me gano bien la vida haciendo lo que más me gusta.
-¿Qué te está llevando a ese repunte en tu tenis? Un amigo común me ha contado que estás “tirando la derecha como un camión”…
-El nivel no lo ganas, ni lo pierdas. Es más una cuestión de confianza. Cuando la tienes juegas más suelto, sin pensar tanto y llegan los resultados. Hice unas semifinales en Holanda sin jugar demasiado bien, luego gané en Sevilla jugando muy bien y entonces te da igual cambiar de superficie porque todo sale más natural.
-¿Qué objetivos se había marcado este 2012?
-De ranking ninguno. A veces te marcas un número y acaba siendo contraproducente. He tratado de estar entre los cien primeros y luego acabar lo más alto posible. Intento no mirar mucho el ranking. Tampoco miro demasiado los cuadros porque producen llevarte a pensamientos que te ponen nervioso.
-Entonces, ¿cómo prepara los partidos?
-A algunos técnicos y jugadores les gusta analizar mucho a los rivales por vídeo, a otros no… Yo suelo hablar con el entrenador de cómo enfocar el partido, me cuenta cómo cree que le podemos hacer daño al rival y poco más. Más o menos ya nos conocemos todos y sabemos por dónde debemos atacar. Es más cuestión de confianza porque a nadie se le gana por tirarle sin más a un determinado sitio.
-¿Dónde cree que está su techo?
-¡Espero no haberlo tocado ya! Creo que ahora estoy más maduro, antes iba más a impulsos. Ahora además estoy siendo bastante más regular.
-¿Cómo definiría su juego?
-Soy un jugador más de tierra batida, pero con buen saque y derecha. Tal vez por eso mi mejor resultado en un grand Slam fue en el US Open (tercera ronda en 2010). Estando bien creo que puedo hacer daño en cualquier superficie. Por el contrario, la volea no es mi mejor arma...
-¿Y cómo es Gimeno-Traver en la pista?
-Intento ser tranquilo. No soy muy de hacer gestos. Prefiero no enseñar al otro lo que me pasa por dentro. A veces estoy nervioso e inseguro pero trato de esconderlo. Pero obviamente hay veces en las que te sale el impulso.
-¿Qué le falta a tu tenis para codearte con los mejores?
-Quizás consistencia y fe en que las cosas se pueden hacer. Ser más resistente de cabeza.
-¿Qué tenista le ha impresionado más al otro lado de la red?
-Aunque en partido oficial nunca he jugado contra él, Roger Federer sin duda. Lo hace todo tan fácil… He entrenado con él y te hace sentir malo. Parece que juega a otro deporte.
-¿Cuánta cuerda diría que le queda a Federer?
-Hace poco ha dicho que estaba cansado. Pero después del parón volverá con ganas seguro. Creo que seguirá un añito o dos más seguro.
-¿Y quién será el próximo en desbancarle del número 1?
-Djokovic.
-No parece que dé a Murray muchas opciones de ser nº 1…
-Creo que sí que llegará, aunque tiene que pillar a los otros tres sin estar al mejor nivel. Pero con el triunfo en los Juegos y el US Open se ha quitado el tema mental que tenía con las grandes finales y puede lograrlo.
-Una de sus primeras victorias ATP en 2006 fue ante un tal Novak Djokovic. ¿Qué piensa cuando mira la clasificación?
-Ha mejorado un poquito el chaval, eh… (risas). Entonces estaba cincuenta o así. Éramos muy jóvenes los dos, pero él ya apuntaba que llegaría muy alto. Entonces regalaba más, era más irregular, fallaba más con la derecha porque arriesgaba mucho. Ahora prácticamente no falla. Es completísimo. Ataca, defiende, llega a todo, no te regala nada... En el Masters 1000 de Madrid de este año perdí con él por 6-3 en el tercer set. Luego se cruzó bastante con el tema de la pista... Patinaba, pero como muchas otras. No creo que fuera como para montar tanto espectáculo.
-¿Se puede ganar la final de la Davis sin el concurso de Nadal?
-Sí, creo que sí. Será complicado porque pondrán seguro una pista muy rápida. Pero hay equipo para ganar. David Ferrer ha demostrado que puede ganar a cualquiera en hierba, rápida o donde le pongan…
-¿Te ves jugando en ese equipo?
-Buf, ¡ojalá!. Pero está muy complicado el tema, ¿eh? (más risas).
-¿Por qué ahora a los más jóvenes les cuesta tanto asomar la cabeza?
-Ahora el tenis es más físico. Ahora que un chaval con 18 años llegue arriba como lo hizo Hewitt es muy complicado, salvo que esté físicamente muy desarrollado. Además un Rafa Nadal o un Roger Federer salen uno por cada millón… Por eso no es fácil sacarlos de ahí. Los cuatro o cinco primeros son casi imbatibles. No solo para los jóvenes, sino para cualquiera. Por eso siempre están ellos en las finales.
-¿Quién es su mejor amigo en el circuito?
-Me llevo muy bien con Iván Navarro, con quien además comparto entrenador. Pasamos muchas horas juntos. Pero también con David Ferrer… Tiene un gran carácter y es un ejemplo de profesionalidad. Todo lo que gana es porque se lo merece.
-Ganaste a Köllerer en su primera final de un challenger en 2004. ¿Estaba tan zumbado como parece?
-La verdad es que en la pista te hacía todas las perrerías posibles. Te paraba el partido dándole puñetazos a las cuerdas porque sangrando no se puede jugar. Luego decía que se le habían roto las zapatillas y sacaba otras nuevas. O llamaba al supervisor por cualquier cosa… Cuando jugaba contra él, trataba de no decirle nada porque él buscaba precisamente que entraras al trapo.
-¿Qué pensó cuando la ATP decidió suspenderle de por vida por su implicación en amaños de partidos por apuestas?
-No me extrañó. Antes ya había estado sancionado a petición de algunos jugadores. Fuera de pista no parecía mal chaval, pero estaba muy tocado del ala...