Una imagen, una frase (semana 3)
Mariano Tovar
Los Giants tenían tantas bajas importantes que llegaron a Carolina como víctimas ante unos Panthers que gustaron mucho en la segunda jornada. ¡Ilusos! Lo malo para los Giants es llegar como favoritos. Como víctimas son invencibles. Y más con Eli jugando a nivel de MVP.
No sé quién fue peor si Romo y sus balones perdidos o Freesman y su incapacidad para completar algún pase. Lo que está claro es que la defensa de Dallas este año sí que es un factor. De los Bucs aún no me atrevo a hablar. A ratos me recuerdan a los de 2010 y minutos después a los de 2011.
Me habéis convencido. Gabbert es un animal, una bestia, un fenómeno de la NFL. Los Jaguars tienen en él a un QB franquicia para la próxima década. ¡Qué tío! 75 yardas totales en todo el puñetero partido, 80 en los últimos segundos y se convierte en el héroe del choque. Mientras tanto, Jones-Drew sigue empeñado en quitarle protagonismo y la afición de Indiana se moría de envidia al verle jugar. Los Colts nunca ha tenido ni tendrán un QB así de bueno. ¿Pensáis que estoy de broma? Gabbert terminó con un rating más alto que Luck. ¡Es que no hay color! Como es posible que no me diera ya cuenta el año pasado. I love Gabbert!
Y ya que venimos de Gabbert, voy con otro de mis favoritos. Me gusta Weeden. Y éste de verdad. En tres partidos, y pese al saco de intercepciones, me ha transmitido mucho más que McCoy en dos temporadas. Pero esta vez a Fitzpatrick le tocaba día bueno y la defensa de Buffalo secó a Trent Richardson. C.J.Spiller será baja un par de semanas. Para los Bills las alegrías nunca son completas.
No os cuento dónde tenía que haberse metido las manos Joe Philbin antes de pedir el tiempo muerto que le costó el partido a los Dolphins. Pero tampoco desentonó. Simplemente fue la culminación de un despropósito que algunos llamarán ‘partido de football americano’ y que a mí me sonó a ‘insulto a la inteligencia’.
Una vez más, Brees se empeñó en ganar el partido él solo y, por tercera semana consecutiva, los Saints perdieron merecidamente. No estaría mal que se fijaran en sus rivales. Las 233 yardas de Jamaal Charles compensaron el mal partido de Cassel. En Nueva Orleans siguen sin dirección desde la banda y se acercan peligrosamente al punto sin retorno.
Dani Hidalgo definió perfectamente lo que sucedió en el partido con una sola frase: “Es un drama. Ahora que por fin tenemos un ataque capaz de anotar 30 puntos, tenemos una defensa que encaja 40”. Las lesiones pueden matar a estos Redskins. Mientras tanto, los Bengals llegarán a donde les lleve Andy Dalton y yo creo que eso puede ser muy lejos. A propósito, estoy deseando ver a RGIII ejecutar un play action.
Cutler volvió a dar un petardazo y, como os dije, alguna voz del vestuario ya dijo la semana pasada que algunos jugadores empiezan a estar hartos de su actitud. Pero nada de eso importa si la defensa de los Bears vuelve a ser la de siempre. Machacaron a Bradford, colapsaron el juego de carrera y ganaron ellos solos el partido.
Manolo Arana llevaba toda la semana diciéndome que los Vikings ganarían seguro. Su razonamiento era sencillo: “ellos juegan a lo mismo que nosotros. Dependen de la defensa, de la carrera y de que su QB no se equivoque. Ganaremos porque Peterson es mejor que Gore, Ponder mejor que Alex Smith y nuestra defensa será llevada en volandas por el público”. Yo añado que sin explosividad en el ataque es muy difícil ganar la Super Bowl.
Si no lo habéis hecho todavía, tenéis que ver el cuarto periodo del partido. Es la mayor locura deportiva que he vivido en mi vida. Dicho lo anterior, Los Lions siguen como el año pasado. La defensa y los equipos especiales destrozan todo el trabajo de un ataque que no empieza a jugar hasta la segunda mitad. A ver con que narices digo yo esta semana que si tuviera en mi equipo a Hasselbeck siempre sería el titular.
El duelo de invictos solo duró cinco minutos. La defensa de Atlanta sigue intratable, Matt Ryan quizá sea el QB más en forma de la liga y Michael Turner despertó de su empanada tras su arresto. No sé si los Falcons podrán mantener el nivel durante toda la temporada, pero ahora son el mejor equipo de largo. Y la semana pasada ya lo eran como dejó muy claro Manolo Arana en nuestro Power Ranking.
Kevin Kolb fue desechado por los Eagles para fichar a Vick. Kevin Kolb es criticado por muchos de los seguidores de este blog (aunque sospecho que es únicamente por llevarme la contraria) Kevin Kolb es ochenta veces más quarterback que Vick. Y si me apuráis, Orton también es ochenta veces más quarterback que Vick. Vamos, que estos Eagles, que eran mis favoritos en la Nacional al principio de la temporada, serían imbatibles si tuvieran un QB de verdad como Kolb u Orton. Espejito, espejito mágico, ¿De verdad es la de los Niners la mejor defensa de la NFC oeste? Pues no lo tengo muy claro mi señor, que las de Arizona y Seattle tampoco le van muy a la zaga.
Os acordáis cuando hace dos temporadas decía en cada partido de los Steelers algo así: “¡¡¡Dadle el balón a Mendenhall!!!” Pues como el corredor no se de prisa en volver (lo que parece inminente) dará lo mismo que Big Ben haga partidazos todas las semanas. Los Raiders, con un McFadden aún a medio gas y un buen Palmer, dieron la sorpresa y me alegro. El golpe a Heyward-Bey es de cárcel y Ryan Mundy un delincuente.
Los Texans, una semana más, salieron a entrenarse. Esta vez se centraron en los pases profundos, pero se pasaron de listos. Se dejaron llevar sin darle la puntilla a Manning y en el último cuarto casi se atragantan. Peyton ya no es el mismo, pero sigue teniendo instinto asesino hasta el último aliento.
Parto de la base de que creo que el field goal es bueno y que el único que tenía una visión perfecta era el referee que estaba debajo del palo. Otra cosa es que lo diera como bueno para salir vivo del campo. Pero más allá del arbitraje, Flacco y Ray Rice comienzan a encontrar el equilibrio perfecto. Una mención para Torrey Smith, que hizo el mejor homenaje a su hermano para terminar llorando a moco tendido en la banca. Se me hizo un nudo en la garganta. La defensa de los Pats, mal; el control del reloj, peor; Bardy, eficaz pero sin alma. Pero sobre el bueno de Tom volveré a escribir en unas horas.
Más allá del destrozo arbital, que fue brutal (el primero que tuvo posesión fue Jennings y eso, según reglamento, cierra el debate), el jugador de Green Bay debió golpear la pelota para sacarla del campo y no agarrarla. Pero eso ya no tiene arreglo. Lo que sí tiene solución es la falta de ritmo del ataque de Green Bay. En los drives en que más usó a Benson, Rodgers tuvo más tiempo para pasar y más acierto. Los Packers deben usar más la carrera. En los Seahawks pasa lo contrario. Wilson os gustará mucho a algunos, pero es un chaval pequeñito, sin brazo, loco por salir del pocket cuanto antes y que no busca el pase ni un segundo. No sé si tendrá algún futuro en la NFL, pero ahora se limita a no equivocarse y eso es muy poco. Ya sé que si algo no está roto no hay que arreglarlo, pero Lynch y la defensa no serán suficientes para llegar a postemporada y no pasaría nada por probar si con Flynn el ataque tiene más volumen.
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