Nueva final de Copa Davis para un equipo de ensueño
Tomás de Cos
La España de Corretja se ha plantado en una nueva final de Copa Davis, que se disputará frente a Chequia en Praga, del 16 al 18 de noviembre, en una pista cubierta y ultrarrápida. La novena de la historia y la séptima desde que Juan Carlos Ferrero diera con la fórmula para ligar con una competición hasta entonces esquiva.
Ferrer finiquitó el triunfo frente al equipo norteamericano (3-1) en el segundo match ball de la eliminatoria. Su victoria ante un Isner tocado (6-7, 6-3, 6-4 y 6-2) sirvió además para alargar un poco más la racha de imbatibilidad de España como local. La última derrota, encajada ante la todopoderosa Brasil de Guga Kuerten, data de 1999. Ahí es nada.
Ferrer ha liderado al equipo y ha vuelto a cumplir a la perfección con su rol de número uno sumando sus dos puntos. Sin embargo, la eliminatoria quedó marcada por el partidazo de Almagro ante el mismo Isner en la jornada del viernes. Y no quiero olvidarme de Marc López y Granollers, que hicieron un partido muy serio e inteligente frente a una de las mejores parejas de todos los tiempos. De no ser por la lesión de Marcel, que aguantó como un titán, podían haber dado la sorpresa.
Ahora parece lejana aquella lamentable rueda de prensa, con el trofeo de 2011 aún sobre la mesa, en la que Nadal, Ferrer, Feliciano López y Verdasco anunciaron el “fin de un ciclo” y dejaron entrever la salida de Albert Costa. Un anuncio incomprensible por el que no se ha dado explicación alguna, que puso a prueba las dotes diplomáticas de Corretja y que abrió la puerta a Almagro, un talento de fuerte carácter que había tenido algún encontronazo con el anterior capitán.
Corretja ha sabido mantener la fórmula del éxito en su complicado primer año al frente de la selección: el compromiso, el espíritu de equipo y la profundidad de banquillo. En el que se tildó como un año de transición, España peleará por la sexta Ensaladera de Plata. Ha vuelto a quedar claro que hay vida más allá de Rafa Nadal, el indiscutible líder del tenis español, que casi seguro tampoco estará en la final por estar recuperándose de su lesión. No será fácil repetir éxito frente a los planazos de Berdych y la presión constante de Stepanek, pero este equipo se ha ganado el crédito a pulso.
PD: Recomiendo encarecidamente el artículo de Alfredo Relaño que hoy publica ‘El País’ sobre la polémica que levantó la visita del equipo yanqui de Copa Davis a Barcelona en 1965.