Always Serena Williams
Tomás de Cos
La gran Serena Williams sigue coleccionando títulos y amasando fortuna. Frente a una gran Azarenka (6-2, 2-6 y 7-5), se llevó su cuarto título en el US Open (1999, 2002, 2008 y 2012) y un cheque de 1,9 millones de dólares.
La menor de las hermanas Williams (Saginaw, Michigan, 26-09-1981) sigue asombrando a los amantes de la raqueta. A sus casi 31 años se marcha de Nueva York con el decimoquinto grande de su intermitente carrera bajo el brazo y dando nuevas muestras de su absoluta superioridad.
Trece años después de su primer éxito en Flushing Meadows, Serena volvió a alzar el trofeo en la Arthur Ashe tras firmar un torneo impecable: sólo cedió un set y sumó ¡63 saques directos! Sus siete rivales (Coco Vandeweghe, María José Martínez, Ekaterina Makarova, Andrea Hlavackova, Ana Ivanovic, Sara Errani y Victoria Azarenka) le hicieron en total 32 juegos.
Tras un arrollador primer set (16 golpes ganadores por 11 errores no forzados), Serena se atascó en el segundo (9-15) y dio alas a la número uno mundial, que llegó a estar a dos puntos del título: 3-5 y 30 iguales en la definitiva tercera manga. Pero reaccionó a tiempo la cuarta mejor tenista de la Era Open, que se llevó diez de los doce siguientes puntos y acabó sumando cuatro juegos seguidos para finiquitar la primera final resuelta en tres sets desde 1995.
Un triunfo notable con el que Serena ya luce catorce victorias consecutivas contra jugadoras top 5, cinco seguidas frente a una número uno y seis ante la propia ‘Vika’ Azarenka. Y con el que iguala la marca de Navratilova en el último Grand Slam del año, con cuatro títulos, adelantando a Margaret Smith Court y Billie Jean King, ambas con tres. Por delante ya sólo le quedan Steffi Graf (5) y Chris Evert (6).
Con sus quince ‘majors’ (5 Abiertos de Australia, 1 Roland Garros, 5 Wimbledon y 4 US Open), Serena ya apunta a las míticas Evert y Navratilova, con 18 títulos individuales de Grand Slam por cabeza. Pero ni siquiera la estratosférica marca de Graf, con sus 22 grandes, parece inalcanzable para la campeona de Wimbledon, US Open y doble medalla de oro olímpica en este 2012 si le respetan las lesiones y mantiene la ambición. Más allá de las habituales críticas a la falta de competitividad del circuito femenino, lo cierto es que la poderosa mujer salida del gueto ha llevado el tenis femenino a otro nivel.