¿Por qué están corriendo tanto los Patriots en esta pretemporada?
Mariano Tovar
Este año he escrito 26 previas. Me faltan tres, Dani hizo la de Redskins. Patriots y Raiders las prepararon dos insignes seguidores del blog. Por eso llevo ya algunos meses sin escribir una línea sobre los Patriots, y se me hace un poco raro.
Estáis debatiendo sobre si este año los de Boston van a intentar recuperar ese juego de carrera que les llevó al título en 2001, 2003 y 2004 (las tres Super Bowls fueron ganadas en febrero del año siguiente). Sinceramente, yo no lo sé. Como ya os he dicho, los partidos de pretemporada son muy engañosos y es posible que Belichick tenga más en la cabeza asentar el backfield y decidir qué jugadores le sirven para según qué cosa, que ensayar un sistema que le devuelva al pasado. Entre otros motivos, porque el sistema actual tiene éxito. Los Patriots jugaron la última Super Bowl a pesar de que su defensa era bastante mediocre. Lo lógico sería preocuparse más por solucionar los graves problemas defensivos que los detalles ofensivos. Si analizamos la offseason de los Patriots, creo que la prioridad ha sido la defensa en contra de lo que parece por lo que estáis comentando.
Resumiendo, es un poco pronto para afirmar que los Patriots van a dar más protagonismo al ataque terrestre en 2012.
Muchos preguntáis una y otra vez por los motivos que llevaron a Belichick a cambiar un sistema de juego que estaba siendo imparable para todos sus rivales. El motivo son dos nombres propios: Antowain Smith y Corey Dillon. Ambos eran corredores muy dominantes, muy buenos bloqueadores en el backfield y que podían estar martilleando el front seven rival durante todo el partido. De hecho, en aquella época era más que habitual que Belichick usara con éxito jugadas de carrera en todos los snaps de un drive largo, algo imposible de ver hoy en día y que ya sorprendía entonces.
El caso es que Dillon solo duró un año al ciento por ciento y Belichick no pudo encontrar ningún veterano de calidad descartado por su equipo original, como había hecho con Smith y con Dillon. Recurrió a Maroney, un jugador que no bloqueaba en el backfield como sus antecesores y que antes de lanzarse por el hueco, lo contemplaba con parsimonia para ver si pasaba alguien por allí.
Además se sumó una segunda cuestión. Los Patriots no habían tenido demasiados problemas para imponerse a cualquiera de los gallitos divisionales en la primera mitad de la década, pero Peyton Manning les estaba cogiendo el tranquillo. El proverbial control del reloj de Belichick comenzaba a fallar cuando el QB de los Colts se enchufaba. En New England hicieron cuentas y dedujeron que los Colts serían el único equipo que les podría hacer sombra en los siguientes años. Decidieron reconvertir su forma de jugar para enfrentarse contra ellos con más garantías.
Entonces todo cambió. Brady, que hasta entonces nunca había llegado a las 4.000 yardas en una temporada, y cuya distancia media por pase completado era inferior a las siete yardas, empezó a superar las 4.000 yardas con soltura y a rondar las 8 yardas por pase de media. Pero la fórmula no acababa de funcionar. Era evidente que Brady, un jugador de pases medios y cortos hasta entonces, tenía capacidad (pese a su limitado brazo) para mantener un juego eficaz de pase profundo, pero al otro lado del balón faltaba un receptor desequilibrante de verdad. Todo se solucionó en 2007 con la llegada de Randy Moss. Aquello fue un festival. 50 touchdowns de pase en una temporada. El sueño se estropeó en el último minuto del último partido, y se fue al garete definitivamente cuando Brady se lesionó en inicio del primer partido de la siguiente temporada. Ese año los Patriots jugaron muy bien con Cassel, pero fue el último de una defensa poderosísima formada por un grupo de jugadores extraordinarios por su entrega y disciplina, pese a las evidentes limitaciones de muchos de ellos.
Desde entonces, los Patriots han tenido un ataque aéreo explosivo, un ataque terrestre testimonial y una defensa que casi siempre ha ido a remolque. Del control del reloj ni hablamos. Belichick se olvidó de él más o menos en 2006. Entre otros motivos porque no le hacía falta. Los Patriots hace ya mucho tiempo que no juegan a asegurarse el último drive y la última anotación, sino a llegar al descanso con el partido ganado. Y lo mejor para ellos es que casi siempre lo consiguen.
Sobre su etapa en San Louis creo que le sucedió lo mismo que a Martz en sus últimos equipos. Tenía al mando a Spagnuolo, un tipo que, como sabéis, me ha parecido sospechoso desde que todo el mundo decidió que él fue la clave que había llevado a los Giants al anillo en 2007. Semejante patochada me parecía inexplicable viendo cómo jugaba la defensa de Nueva York y cómo habían jugado las defensas de los equipos de Coughlin a lo largo de los años. Así que no me extrañó que fracasara en los Rams ni me extrañará que pueda hacerlo en los Saints como coordinador defensivo. Y tampoco me extraña que no supiera trabajar con un McDaniels que es un tarado.
Yo creo que Belichick baja de vez en cuando las escaleras de Foxboro, hasta una cueva oscura en la que solo están las ratas y McDaniels trabajando. Abre la puerta y dice: “Josh, diséñame 35 jugadas con doble TE pero que terminen con un pase de pantalla, pensadas para ser usadas contra la defensa de los Bills”. Un día después, el tipo aparece con un taco de hojas y escientasmil jugadas que nunca se le habían ocurrido a nadie. Durante un partido, Belichick llama a McDaniels y le pide que le busque dentro del game plan una serie que pueda hacer daño a la defensa rival. Josh le ofrece varias diferentes casi al instante. Entonces es Belichick el que decide cual usar. Sabe que si deja en manos de su coordinador la decisión final, el caos puede ser infinito.
Por eso sí creo que McDaniels es un gran elemento en manos de Belichick. También por eso creo que es imposible saber cuales son los designios de esa banda de creadores de pócimas.
Ya solo quedan unos días para conocer la respuesta.
Y ya que estamos, creo que en Green Bay hicieron cuentas bastante similares (salvando las distancias de estilo de juego) cuando ficharon a Cedric Benson. El juego terrestre ya no gana Super Bowls, pero no tenerlo las pierde. Pero sobre Green Bay y Benson hablaremos otro día.
mtovarnfl@yahoo.es / twitter: @mtovarnfl