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El animal que menos ve... cambios de reglamento


Pues no, los animales que menos ven no son los cebras, sean machos o hembras. Los árbitros, con sus limitaciones, son capaces de ver muchas cosas. Y más ahora que revisarán en vídeo cada cambio de posesión que se produzca.

Sabéis que siempre soy muy crítico con los árbitros. Parto de la base de que un tipo que baja a un terreno de juego no para jugar, sino para juzgar cómo juegan los demás, tiene un punto de desequilibrio mental. A ver, decidme lo que hace el común de los mortales cuando se le acerca un balón rodando (en el caso del fútbol), o un melón volando (si hablamos de football). La reacción natural es parar el balón y centrarlo con un chut poderoso, o atraparlo, armar el brazo y volver a lanzarlo. Eso es lo que sale natural al 99,9% de los humanos. Pues no. Hay una raza especial que cuando se aproxima la pelota se aparta para no interferir en su trayectoria pero intentando no perderla de vista. Y le sale de forma natural. Sin esfuerzo. Lo dicho. Unos tarados.

Por eso, la NFL, genial como siempre, se esfuerza cada año en facilitar el trabajo de esos seres con reacciones extraterrestres, vestidos a rayas negras y blancas y que lanzan al aire un pañuelo amarillo con un salero que ya querrían para sí muchas folclóricas. Podemos estar a favor o en contra de los cambios reglamentarios anuales, pero nadie puede negar que hay una preocupación permanente por que esos señores extraños que se mezclan entre el juego, sin protección de ningún tipo, jugándose la vida cada domingo, consigan mantener el orden en un caos indescifrable que dura décimas de segundo, sin desentonar demasiado.

Me parece estupendo que se revise de forma automática cada cambio de posesión. La experiencia de este año, en que se analizaba cada anotación, ha sido más que satisfactoria. Con calma, sin presión de pañuelos rojos, y desde la cabina, todo se ha resuelto con mucha más sensatez. Ha sido más rápido, más fluido, sin afectar al ritmo del partido, ni provocar parones exagerados. Una buena medida que se amplia por sentido común. Y creo que por el bien de la justicia.


Solo un ‘pero’. Me parecía muy buena propuesta que las revisiones solicitadas por los entrenadores, las de los pañuelos rojos, también las revisaran los árbitros de la cabina. Creo que tienen las pulsaciones mucho más bajas, mejor perspectiva y están menos influenciados por la decisión tomada inicialmente. Los propietarios han decidido dejar el asunto para más adelante. Supongo que para evitar que los equipos arbitrales queden desacreditados. Esa medida provocaría que la máxima autoridad en el partido no estuviera en el campo, sino en la cabina, y quiero insistir en ese tema.

Creo que el futuro llevará al referee principal a la cabina. En el campo solo habrá asistentes. Los medios técnicos han provocado que las faltas se vean casi siempre mucho mejor en la televisión que en directo. Balones que tocan el suelo antes de ser atrapados, agarrones bien disimulados, pies que tocan el campo por milímetros, etc, casi siempre son evidentes en el primer visionado televisivo, pero obligan a los árbitros a afinar muchísimo, hacer corros en los que compartir impresiones y, muchas veces, tomar la decisión equivocada. Si el juez máximo estuviera tranquilo, frente a un monitor, revisando repeticiones en varios ángulos, la decisión sería más rápida y correcta siempre.

Y que conste que sigo pensando que el arbitraje de la NFL que tanto critico, es posiblemente el mejor de cualquier deporte en todo el mundo. Me parece increíble que sean capaces de ver cosas imposibles. Es casi paranormal. En Europa tenemos a dos tipos en la banda cuya principal misión es juzgar los fueras de juego y su eficacia está muy lejos de la que vivimos en cada partido de la NFL.


El otro tema más importante salido de la reunión de propietarios es el que se refiere a los tiempos extra. Las prórrogas, que decimos en el universo futbolero. La norma decidida hace dos temporadas para la postemporada, que daba una oportunidad ofensiva a un equipo que empezara defendiendo y recibiera un field goal en el primer drive, se extenderá a la temporada regular.

También me parece una buena medida. Creo recordar que aún está inédita. Nunca ningún equipo en postemporada ha tenido la oportunidad de remontar un field goal. Los tiempos extra se han resuelto con un touchdown o un punt en el primer drive. Pero estoy seguro de que es una regla que aumentará el espectáculo y la tensión en los momentos finales del partido. No entro a valorar si es más o menos justa que la anterior. Es lo de menos. Simplemente es un argumento más que nos mantendrá taquicárdicos durante la disputa de un quinto cuarto.

La propuesta no aprobada que más se ha comentado era la que proponía penalizar los placajes por detrás del cuello a los quarterbacks. La política de los últimos años de convertir a los QBs en intocables hacía presagiar que la nueva vuelta de tuerca sería aclamada. Pues no. Sorprendente. Tal vez los propietarios se estén dando cuenta de que el aluvión de puntualizaciones y cambios reglamentarios en ese asunto estaba provocando abusos por parte de unos ataques que se aprovechaban de la letra de la norma para actuar de forma bastante poco deportiva. Últimamente el estoy cogiendo el gustillo a Goodell. Sus últimas decisiones, incluida la sanción ‘no reglamentada’ a Redskins y Cowboys, me parecen acertadas y sensatas (quién me ha visto y quién me ve, hablando bien de RG). Quizá ahora que las cabezas están más centradas y menos calientes, con el conflicto laboral resuelto, las actuaciones y decisiones se meditan con más calma y sentido común… o tal vez sea solo un espejismo.

En conclusión, los cambios de reglamento de 2012, que son bastante más ligeros que en los últimos años, me gustan mucho.

Otra pista. El animal que menos ve, además de ser hembra tiene cuernos. Y no seáis mal pensados. En el próximo artículo, una pista más. (Y no busquéis la respuesta en Google que he visto que está, pero así no tiene gracia).

mtovarnfl@yahoo.es / twitter: @mtovarnfl