Vincent Jackson y Carl Nicks a los Buccaneers. ¡Bufff! El receptor más deseado, y el mejor guard de la NFL actual, de golpe y porrazo a un equipo que en 2011 perdió completamente el norte y pareció, durante muchas jornadas, un boxeador noqueado.
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Son movimientos inteligentes. La fe en Freeman es infinita y han intentado darle protección y destino. El año pasado lo pasó entero corriendo por su vida y Mike Williams se desinfló completamente, incapaz de conseguir grandes jugadas y con unas manos de mantequilla. Son dos pasos importantes, y las previsiones anuncian que los Bucs no se quedarán ahí y seguirán muy activos en los próximos días (LeGarrette Blount también pinchó en 2011 y se esperan refuerzos en el backfield), pero lo que de verdad me ha dejado boquiabierto es el arranque meteórico de Chicago.
Definitivamente, Cutler se ha convertido en el nuevo amo de la ciudad del viento. Brandon Marshall por dos terceras rondas es el mejor regalo a precio ‘todo a cien’ de los últimos tiempos. Se está hablando de que los problemas psiquiátricos, y un presunto enfrentamiento en un bar que terminó con Marshall denunciado por agredir a una mujer, pudieron decidir a los Dolphins. También os recuerdo que Marshall entró en estado de cólera cuando los Broncos de McDaniels decidieron prescindir de Cutler y se mantuvo en un plan de ‘media rebeldía’ hasta que consiguió viajar de las Rocosas a Florida.
Cutler y Marshall son amigos y se entienden. El primero es el receptor número 1 que hace falta en los Bears desde hace muchísimos años. Estaréis de acuerdo conmigo en que el grupo de receptores del equipo estaba, sin duda, entre los cinco peores de la NFL (si no era el peor). Devin Hester, Johnny Knox, Earl Bennett y compañía tendría serios problemas para ser considerados terceros receptores en la mayoría de franquicias.
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El fichaje de Marshall (MVP de la última Pro Bowl) da una nueva dimensión al ataque de Chicago, pero estoy seguro que no será el único receptor en llegar. Creo que los Bears seguirán reforzando una posición que a pesar de todo sigue coja, aunque tal vez esperen al draft para hacerlo.
El otro gran fichaje de Chicago es Jason Campbell. Nadie duda de que los Bears enterraron sus opciones de playoff tras la lesión de Cutler. Y lo peor para ellos es que en ese momento eran uno de los equipos más enchufados, y estaban encontrando el punto de forma en el mejor momento. Su valor en las casas de apuestas subía como la espuma y todo se derrumbó al mismo tiempo que Cutler entraba en la lista de ausentes. Intentaron fichar a Orton a la desesperada, pero se interpuso Kansas City y desde entonces todo fue un camino cuesta abajo.
Campbell salió muy tocado de Washington, pero en sus dos últimas temporadas en Oakland se ha reivindicado como un jugador seguro, capaz de dirigir un ataque con éxito. El año pasado sufrió una lesión mediada la temporada que cerró su periplo con los Raiders, pero incluso esa lesión le ha venido bien a los Bears, que han podido hacerse con sus servicios sin rascarse demasiado el bolsillo.
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Todo lo anterior confirma lo que ya os conté hace algunas semanas. Cutler tendrá en la ofensiva de los Bears tanto peso como tenía Peyton Manning en la de sus Colts. Ya no terminará cada entrenamiento discutiendo con Mike Martz. Mike Tice es mucho más maleable y complaciente. No obligará a Cutler a acoplarse a un sistema, creará un plan de juego por y para Cutler. Por si eso fuera poco, el quarterback ha conseguido que Jeremy Bates sea el entrenador de QBs. Bates coincidió con Cutler en Denver, y es amigo personal del jugador, que incluso intentó imponerlo como relevo de Martz cuando la relación entre coordinador y pasador estuvo más incendiada.
Durante todos estos años los Bears han sido esclavos de su apelativo. ‘The Monsters of the Midway’ han intentado imponerse en una división complicadísima a base de defensa. Las cosas están cambiando. Seguirán empeñados en mantenerse como referentes del paradigma defensivo, pero se quieren subir al carro de la modernidad. Cutler llegó a Chicago con vitola de top 5 y prestigio de hall of fame. Ha sufrido altibajos y momentos muy complicados como su papel humillante en la derrota de 2010 en playoff contra los Packers, o su lesión el año pasado cuando mejor estaba jugando. Creo que esos pocos partidos, en los que por fin vimos a un Cutler de fantasía, han sido suficientes para que la franquicia del viento se haya dado la vuelta como un calcetín.
Brandon Marshall y Jay Cutler vuelven a estar juntos. El QB tiene todo el poder en sus manos. Ahora solo falta que las adorne con un anillo.
mtovarnfl@yahoo.es / twitter: @mtovarnfl
