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Ferrer, el primero de la otra Liga

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Tomás de Cos

David Ferrer (Jávea, 2 de abril de 1982) es el tenista más en forma en este arranque de 2012. Con un espectacular balance de 18 victorias y una derrota, ‘Ferru’ es el único tenista que ya suma tres títulos (Auckland, Buenos Aires y Acapulco), el mismo número que cosechó en su mejor año (2007).

El último de ellos lo ha vuelto a conseguir en tierras mexicanas, donde ha ganado en las tres últimas ediciones. Verdasco esta vez no fue rival para el alicantino: 6-1, 6-2. Un triunfo que le deja a un título de igualar los cuatro sombreros mexicanos de Muster, campeón entre 1993 y 1996. Además, recupera el número 5 de la ATP, en el que vive instalado desde hace tiempo, por segunda vez en su carrera.

Su humildad y dedicación le convierten en un competidor casi inhumano. Hace años Roddick comentó que Ferrer parecía moverse sobre ruedas. No se me ocurre un piropo más acertado para las piernas más resistentes del circuito. Siempre a la sombra de Nadal, el suyo es el triunfo del trabajo y representa el arquetipo perfecto del tenista español. Por eso sus méritos despiertan tanta admiración en muchos de los jóvenes que trabajan para ser ricos y famosos al lado de una raqueta.

Ferrer no tiene la potencia de Tsonga, ni la derecha de Berdych, ni el servicio de Del Potro, ni la envergadura de Isner, ni la pegada de Almagro, ni el cuerpo de Monfils… Pero está por delante de todos ellos por su carácter inconformista, su brutal autoexigencia y su tenis rocoso. Así se explica que se haya mantenido entre los veinte mejores durante las últimas 7 temporadas, terminando 3 de ellas como segundo top ten español tras Nadal. Sin embargo, su mejor posición histórica ha sido el cuarto puesto que mantuvo durante 14 semanas no consecutivas en 2008.

Con 14 títulos (6 ATP 500 y 8 ATP 250), 3 Copas Davis (2008, 2009 y 2011) y otras 14 finales, los Masters 1000 y Federer son sus dos grandes cuentas pendientes. La espina que espera sacarse antes de la retirada. Nadal le apartó de esa gloria en las finales de Roma 2010 y Montecarlo 2011. Murray en Shanghai 2011. Y con el suizo cayó en la final de la Copa de Maestros de 2007, su gran momento como tenista hasta la fecha. Ante su bestia negra ha perdido en las doce ocasiones en las que se han medido y sólo ha podido anotarse 3 de los 28 sets disputados.

Es uno de los mejores restadores del mundo, ha mejorado el servicio y apenas se lesiona (ha jugado los últimos 40 Grand Slams y en los últimos 8 años sólo ha faltado en dos Masters 1000). Pero al bueno de Ferrer le ha tocado vivir una de las épocas más difíciles de la historia del tenis, un factor que ha limitado claramente su palmarés. Sabe lo que es ganar a tres de los cuatro integrantes del G-4. Tiene un balance de 5-7 con Djokovic, 4-13 frente a Nadal y 4-5 ante Murray, pero ninguna de esos triunfos llegó en una final (0-2, 0-5 y 0-1 respectivamente). Como su amado Valencia CF, Ferrer es el primero de la otra Liga.