Los Saints primaban por lesionar a sus rivales
Acaba de estallar una bomba en la NFL que puede tener consecuencias gravísimas. Durante los últimas tres temporadas los jugadores de los Saints han recibido primas por lesionar a sus rivales. Lo primero que nos ha venido a todos a la memoria es la paliza que le dieron a Brett Favre en la final de conferencia de 2009, con entradas escalofriantes bajo la permisividad inexplicable del equipo arbitral. Que nadie olvide que ese año los Saints se proclamaron campeones.
La noticia viene directamente de la NFL. La liga ha anunciado que, después de una investigación, tiene datos objetivos que confirman que entre 22 y 27 jugadores defensivos, y al menos un entrenador (Gregg Williams), están involucrados. Parece ser que las primas se recibían por dos conceptos: prestaciones y lesiones a rivales.
La cantidad invertida por el club en una actividad tan macabra no parece desorbitante: 50.000 dólares. Lo llamativo es que alcanzó su punto culminante durante los playoff de 2009, cuando los Saints destrozaron a Warner, que decidió retirarse tras ese partido, y terminaron con la carrera de Favre, que arrastró las secuelas de aquella masacre durante su última temporada en activo.
Estoy escandalizado. Abochornado. Me parece repugnante que digan que Sean Payton no intervino en el asunto, aunque lo conocía y no lo evitó. Quería meter su imagen en este artículo, pero me da vergüenza ajena hasta ver una foto suya. La NFL debería inhabilitar de por vida a todo el staff técnico del equipo en los últimos tres años y a todos los jugadores implicados. ¿Querían llevar una franquicia a Los Ángeles? Pues que se la quiten a Tom Benson y se la vendan a un propietario capaz de gestionarla como lo que es, una entidad deportiva, y no como un grupo mafioso de matones que cobran por hacer ‘trabajos’ sucios.
No creo que se llegue a los extremos que propongo en el párrafo anterior, pero con los antecedentes del ‘spygate’ de los Patriots, y la preocupación de la NFL por cuidar la salud de sus jugadores, estoy seguro de que las sanciones pueden ser durísimas. Pueden olvidarse del draft durante un largo periodo de tiempo. Y aún así me parecerán pocas.
Los siento por los aficionados de los Saints. Supongo que ahora estarán con la cabeza dentro de una bolsa de papel, avergonzados por seguir a un equipo capaz de hacer una cosa así, pero desde este momento la Super Bowl que conquistaron en 2009 queda ilegitimada. No la conquistaron en buena lid. Solo me alegra saber que no estábamos equivocados, que lo que vimos en esos partidos no estaba influenciado por favoritismos, como decían algunos. Aquellos golpes a destiempo, o demasiado agresivos, o apuntando donde más duele, existieron. Y fueron promovidos por una franquicia que pagó a sus jugadores por cometerlos.
Definitivamente, la NFL le debe la disputa de una Super Bowl a los Vikings o a los Cardinals y una disculpa a sus aficionados. No se me ocurre ninguna compensación que pueda consolarles por el estado de estupor, de sentirse robados y ninguneados, en el que se deben encontrar ahora mismo.
Y quizá sea el momento de poner en su sitio a los equipos arbitrales que consintieron todo aquello. Si tuvieran un mínimo de decencia no volverían a vestirse de cebras en su vida.
Toda mi vida he intentado ser ecuánime hablando sobre NFL y sus 32 equipos. Desde ahora no podré volver a serlo. Tardaré mucho tiempo en ver un partido de los Saints sin desear que pierdan por paliza. Necesitarán empezar casi de cero, y cambiar todo su staff técnico y su plantilla, para limpiar una imagen que ha quedado destrozada por un ciclón de ignominia.
mtovarnfl@yahoo.es / twitter: @mtovarnfl