España también gana sin sus principales estrellas
Tomás de Cos
Marcel Granollers y Marc López rubricaron el triunfo ante Kazajistán con un claro triunfo, en el punto definitivo, ante Korolev y Schukin (6-2, 6-3, 6-1). Un partido impecable de un doble de garantía, que se paseó ante un rival menor. “Ha sido una pesadilla”, llegó a decir un hundido Korolev.
La nueva España de Corretja, que lidera Almagro tras el feo e inexplicable “fin de fiesta” entonado por los artífices de la quinta Ensaladera rojigualda (a excepción de Verdasco), ha pasado con nota el primer examen de la temporada y se medirá del 6 al 8 de abril frente al ganador del Austria-Rusia (2-1). En casa si pasan Melzer y compañía, o en Moscú si gana el equipo liderado por Youzhny y Davydenko.
El sufrido triunfo de Juan Carlos Ferrero en su regreso al equipo (6-1, 4-6, 7-6, 4-6 y 6-4 a Mikhail Kukushkin) y la solvencia mostrada por Almagro (6-3, 4-6, 6-1 y 6-1 a Andrey Golubev) y el nuevo dobles son una noticia feliz. La profundidad de banquillo es una de las claves del éxito del mejor equipo de la última década. Qué le pregunten si no a Severin Luthi tras la dolorosa derrota encajada por Suiza en Friburgo ante Estados Unidos, a pesar de contar con Federer y Wawrinka.
España ha sumado en Vigo su vigésimo segunda eliminatoria ganada de forma consecutiva y la vigésimo cuarta sobre tierra batida. Con o sin los dos ‘top ten’ de nuestro tenis, hay equipo. Y un habilidoso jugador del tenis anónimo como Marc López, vivió su minuto de gloria al borde de la treintena. Forma un buen tándem con el versátil Granollers, por lo que espero que haya llegado para quedarse.