Niners-Giants (Previa de la final de conferencia Nacional)
Claro, luego llega el momento de analizar a aquellos Giants, con Parcells, Belichick y Coughlin en el staff técnico y un QB de circunstancias a los mandos del aparato. Algunos, un 1% como mucho, le cogimos el gustillo al equipo azul aunque solo fuera por llevar la contraria después de digerir el disgusto inicial (no conozco a nadie que quisiera que los Bills perdieran ese partido).
Con esos antecedentes, el cuerpo me pedía hacer una previa emotiva, pero tras leer la de Jordi en su blog illegalreturn, me di cuenta que era imposible mejorarla. En este punto aún no sé lo que os voy a contar.
Candlestick Park acogerá el partido más emocional de los últimos años. El pasado sábado, Vernon Davis reflejaba con sus lágrimas lo que siente toda la nación Niner. De repente, es como si la última década no hubiera existido. Como un mal sueño del que han despertado. Esa es la fuerza de estos Niners. Una vez más, Montana, Rice, Lott, Craig, Young, Taylor y compañía volverán a estar dentro del campo. San Francisco se enfrentará a los Giants con once jugadores en el emparrillado, un público entregado y el peso de la historia.
En la previa de los Niners, antes de comenzar la temporada, recordaba la última hazaña de San Francisco antes del largo peregrinaje por el desierto. Fue en los playoff de 2002. Garcia remontaba 24 puntos de ventaja de los Giants para terminar imponiéndose 39-38. Aquel duelo increíble está, sin duda, entre los cinco mejores partidos de football americano que recuerdo, junto a aquel memorable en el que Belichick bostezaba de aburrimiento mientras Patriots y Colts se machacaban en una sucesión de drives perfectos.
Hasta aquí los antecedentes. Los análisis de los equipos los he repetido en las previas anteriores y a ellas me remito. Creo que ya no les quedan secretos ni ases en la manga. Los dos están en porretas para que todos podamos medir sus poderes sin temor a equivocarnos.
Por eso quería centrarme en los detalles que, en mi opinión, pueden inclinar la balanza en un partido imprevisible en el que no hay guión preestablecido. Todo puede suceder. Los Niners pueden romper el partido a base de big plays defensivos y matarlo antes del descanso. Eli, Cruz y Nicks pueden quemar la Bahía a base de bombazos. Podemos estar cero a cero a falta de dos minutos…
La otra clave del partido estará en que el ataque de los 49ers tenga paciencia. Los Falcons fracasaron estrepitosamente en wild card contra los Giants, pero en sus mejores drives demostraron que la mejor manera de quemar a la agresiva defensa de Coughlin es moviendo el balón sin prisa, sin intentar grandes jugadas, balanceando pase y carrera y corriendo los menores riesgos posibles. Esa es precisamente la especialidad de estos Niners. Alex Smith conecta con soltura con sus receptores con el sistema de pases cortos que le hace jugar Jim Harbaugh y Gore es casi infalible consiguiendo primeros downs. Creo que pueden multiplicarse las series en las que los visitantes terminen desesperados, incapaces de frenar un ataque sostenido.
En el último artículo no comenté otra de las características típicas de las defensas de Coughlin, y que también puede convertirse en factor. Desde siempre han sido muy agresivas intentando arrancar el balón de las manos de corredores y receptores. Contra los Packers dieron una lección magistral en esa faceta. Consiguen provocar muchos fumbles, pero esa agresividad también conlleva consecuencias negativas: fallos de placaje y errores de cobertura. Algunos de los famosos ‘apagones de los Giants’ tienen ahí su origen. Como ya he escrito muchas veces este año, cuando los de Nueva York se enchufan se convierten casi en invencibles, pero ese mismo equipo sin grietas se puede suicidar si se pasa de vueltas.
Como dije en el otro partido, me hubiera gustado no tener que pronosticar sobre los duelos de este fin de semana. Me parecen muy abiertos e indescifrables. De hecho, algunos interpretasteis que en la otra previa dejaba a los Patriots sin opciones, pero, como expliqué, no me extrañaría que Brady fuera capaz de anotar en sus dos primeros drives y marcharse en el marcador en el primer cuarto. Mi intención no es acertar o fallar, sino dar pistas que os ayuden a descubrir cosas nuevas en cada partido.
En este caso no espero un choque espectacular, sino violento. Creo que será muy táctico e igualado. Tanto Niners como Giants demostraron la semana pasada que les importa más mantener la iniciativa, e imponer su juego, que marcharse en el marcador. Espero mucha lucha en la línea, sucesiones de tres y fuera, errores por ambas partes y alta tensión a raudales. La Super Bowl está en juego y la intención de los dos entrenadores no será dar espectáculo, sino ganar como sea. El antecedente de la jornada 10 cayó del lado de los Niners, pero fue un partido que pudo ganar cualquiera y las cosas han cambiado mucho desde entonces.
La gota que incline la balanza debe ponerla Candlestick Park. Creo que el público de San Francisco será el auténtico ganador del partido con su empuje. Si los Giants consiguen silenciarlo, fallaré en mi pronóstico.
mtovarnfl@yahoo.es / twitter: @mtovarnfl