Punto uno. Suscribo completamente la previa que hice del partido y todo lo que dije sobre Tebow, que en absoluto me parece una crítica feroz ni una falta de respeto. La he releído varias veces, sorprendido por las reacciones, y repito que no me arrepiento ni de una coma (bueno, sí, algunas están mal puestas). Si alguien ha interpretado que me río del jugador, o que quiero que fracase, no se ha enterado de nada o lee demasiado entre líneas. Yo soy muy transparente y directo. No hace falta interpretarme demasiado.
En tweeter sí que me reí un buen rato. De él y de muchos otros. Entro para ayudaros a descubrir cosas, divertirme y divertiros. Hay mucha más mala sangre en algunas críticas a mis comentarios que en las mías propias hacia Tebow. Ni estoy aquí para acertar, ni intento hacerlo.
Es ridículo enfadarse por unas opiniones. Yo siempre digo lo que pienso y no me escondo. Argumento mis razones y no las impongo. Si leéis lo que he dicho sobre Tebow desde principio de temporada, no he ido dando bandazos como criticáis alguno. Mi discurso ha ido evolucionando según veía partidos, pero dentro de un criterio. Uno de los más críticos conmigo decía indignado que las últimas derrotas habían hecho que me subiera a la ola de los críticos. Tiene razón en parte. Fue en esos partidos donde terminé de convencerme de que Tebow no puede ser un QB para todos los snaps. Lo sucedido el domingo no cambia nada. Lo malo es que los que más se enfadan no han sido capaces de dar casi nunca argumentos de peso para explicar su opinión. Se conforman con desacreditar, criticar y despreciar. Algunos decís que eso es lícito. Yo no lo creo. Es ruin y rastrero, e inunda Internet convertido en práctica habitual. Aún estoy esperando argumentos de más nivel que el aburrido “mira lo que hizo en tal partido”.
La primera es la de Urlacher: “He’s a good running back”.
La segunda la voy a personalizar en Andrea Zanoni. Andrea piensa que Tebow ya tiene lo difícil de conseguir: espíritu competitivo, afán de victoria y capacidad para sobreponerse a los malos momentos (el bajón moral al que hacía referencia en la previa no era mentira, lo ha pasado muy mal en los últimos días). Físicamente es un portento y sus lanzamientos llegan a cualquier lugar, por muy lejos que esté. Andrea piensa que si trabaja sus carencias terminará por limarlas. Afán de mejora, y orgullo para ello, tiene de sobra. Está a tiempo de ser un jugador más versátil y entonces se volverá invencible.
La tercera postura es la que defiende Manuel Arana, con el que veo y comento todos los partidos de postemporada. Me lo repitió el domingo, pero hace dos o tres meses ya escribió en este blog que Tebow podría cambiar la forma de jugar en la NFL. Su teoría es que el jugador no solo tiene muchas virtudes, sino que además las tiene de forma sobresaliente. Manolo no cree que Tebow pueda terminar siendo un pocket passer, pero sí apuesta por la evolución de una option que ejecuta a la perfección. El jugador solo necesita que un equipo de mentes ofensivas trabaje sobre las variantes de la option para crear un gran abanico de jugadas que provoque que el juego de Tebow sea más versatil. De hecho, Manolo me explicaba ayer que los Broncos no solo sacan options, sino otras muchas jugadas con nombres incomprensibles, que solo saben él y unos pocos más, y que ya se me han olvidado. Resumiendo, la postura de Manolo es que evolucionará en función de lo que evolucione la option, lo que puede provocar el enriquecimiento de los sistemas ofensivos en la NFL, el nacimiento de una nueva era y el encumbramiento del jugador.
También creo que las defensas dejarán de caer en la trampa y cada vez tendrá más problemas para tener éxito. En el mejor de los casos le pasará como al primer Vick. Sus virtudes serán suficientes para imponerse a los equipos de media tabla, pero los pesos pesados le descifrarán enseguida y le dejarán sin recursos. En el peor de los casos, acumulará derrotas que le afectarán a nivel anímico y terminará perdiendo el puesto. Por eso sigo apostando por Tebow como un QB especialista. Quizá con más snaps que los especialistas clásicos, pero especialista al fin y al cabo.
Son cuatro opiniones. Excepto la de Urlacher, creo que todas son respetuosas y están razonadas. Yo no sé quién tiene razón. La opinión de Andrea o de Manolo vale mucho más que la mía, pero, en realidad, todas son pronósticos más que opiniones.
Si yo fuera propietario de un equipo de la NFL, jamás tendría a Tebow como mi QB titular. Los Broncos sí que lo han hecho y están en segunda ronda de playoff, a dos pasos de la Super Bowl. Esto es lo que hay. Si os sigue pareciendo mal, a partir de ahora escribiré dos previas y dos crónicas de cada partido de los Broncos. Una para los pro Tebow y otra para los anti. En cada una defenderé una postura con argumentos y convicción y os tendré a todos contentos, pero también os estaré mintiendo.
Mientras tanto, yo seguiré disfrutando de mi deporte favorito y de Tebow. Vosotros podéis enfadaros lo que queráis. Son dos formas distintas de ver el deporte y quizá la segunda sea la correcta. Yo no lo creo.