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Giants 24- Falcons 2

Actualizado a

El trueno y el relámpago achicharraron a Atlanta

Hace algún tiempo, alguien bautizó a Bradshaw y Jacobs como el trueno y el relámpago. Los dos solo son eficaces cuando trabajan juntos. Entonces se vuelven imparables, como dos martillos neumáticos que se turnan para perforar todo lo que encuentran a su paso. Esos son los días en los que aparecen los mejores Giants, el equipo que juega como en el pasado pero que tiene éxito en el presente. Y eso fue los que contemplamos este domingo.

Llevamos tres partidos y en todos ellos se ha destruido el guión y la tendencia de toda la temporada. Los protagonistas no han sido quarterbacks y receptores, sino los corredores. Foster (Texans), Thomas, Sproles e Ivory (Saints) y Bradshaw y Jacobs (Giants) han sido los grandes protagonistas en la ofensiva de los equipos vencedores. Cuando llegan los partidos de verdad, se impone el football de siempre.

El Giants-Falcons comenzó con una sucesión de tres y fuera, en drives cortísimos y de tanteo, y con las líneas defensivas de ambos equipos llevando la iniciativa. Fueron minutos a los que ahora no estamos acostumbrados, pero habituales en casi todos los duelos hasta hace muy poco tiempo. Atlanta rompió la dinámica con una serie ‘made in Falcons’, trabajada y sostenida, con un juego balanceado y apoyándose en terceros downs cortos. Los Giants sufrieron para frenar el drive y dejaron a sus rivales a distancia de field goal, con un cuarto down y pulgadas que se convirtió en una tarta a la puerta de un colegio para Mike Smith. El entrenador más aficionado a intentar cuartos downs de toda la NFL se la jugó y perdió. Por suerte para los Falcons, en la siguiente serie Eli Manning demostró que seguía dormido. Los Giants retrocedieron 24 yardas hasta su propia end zone para sufrir un safety. 2-0 a favor de Atlanta. Los únicos puntos de su equipo en toda la noche. Ni una sola anotación ofensiva de Ryan y compañía. Definitivamente, los Falcons se cortocircuitan en enero.

La anotación rocambolesca encendió a los de la Gran Manzana. A partir de ese momento el ataque de los Giants se revolucionó, apoyado por una defensa majestuosa, que no dejó ni moverse a los Falcons. Eli empezó a desperezarse con una carrera que anticipaba la tromba que se le iba a caer encima a sus rivales. Desde entonces, y hasta el final, Jacobs y Bradshaw se turnaron para percutir y romper el front seven rival que después de un magnífico primer cuarto comenzó a desmoronarse.

A partir de ahí el partido fue un monólogo. Los Falcons intentaban atacar, pero Turner era parado en cuanto recibía el balón y Ryan veía como Pierre-Paul y compañía se le echaban encima sin darle tiempo a armar el brazo. Lección de placajes bien hechos tras la decepción de los Lions el día anterior. Los Giants insistían con la carrera en sus posesiones y Eli lanzaba pases profundos letales en cuanto sus rivales acumulaban unidades en la línea. El clásico uno-dos del boxeo. El football de siempre. Nada de sofisticaciones. Músculo, disciplina y sentido común. Y Eli cada vez más inspirado, jugando a placer. Como sucedió en los dos partidos anteriores, el último cuarto casi sobró entero.

El duelo fue una guerra de pequeños detalles, un football primoroso sin fanfarrias, pero plagado de momentos decisivos que siempre cayeron del lado azul. Coughlin, viejo zorro, volvió a confirmarse como uno de los grandes de la banda. Un genio gruñón que tal vez nunca tenga un busto en el Hall of Fame por su carácter, aunque lo merezca, pero que ha sabido sacar petróleo de una plantilla que parecía mediocre en septiembre. ¿Quién hubiera querido para su equipo a principio de temporada a cualquiera de los titulares de los Giants? Ahora se rifarían a muchos de ellos.

El próximo domingo, en Lambeau Field, Packers y Giants se volverán a ver las caras en postemporada. La última vez que ocurrió, el frío extremo colapsó a Favre y compañía. El duelo de este año vuelve a tener sabor a batalla cruenta y a football del bueno.

Ya os lo dije. La morcilla de León nunca decepciona. Su sabor es fuerte y difícil de digerir, pero también es auténtico.

mtovarnfl@yahoo.es / twitter: @mtovarnfl