Masoquismo 'indio' y asilo necesario
Por Dani Hidalgo
La semana pasada escribí un artículo sobre ‘Tailgating’ y os prometí que sería seguido de un ránking ‘tailgater’ de los 32 equipos de la NFL. Y lo será, os lo prometo. Lo único es que lo voy a retrasar ligeramente. Hace unas pocas horas me encontraba en la redacción de AS y, tras presenciar un ridículo tras otro de los Redskins esta temporada durante tantos domingos sentado en mi mesa de trabajo, el Atlético de Madrid, club al que me inclino y me dedico profesionalmente, me ha permitido terminar el año 2011 con una grandísima patada en todas mi partes sensibles. Otra temporada más de montañas rusas, otra temporada más de asqueo por mala gestión, otra campaña de ser ninguneado por los demás. Demasiado paralelismo con los Washington Redskins, aunque los Skins, más que montaña rusa, son directamente un tobogán.
No me considero una persona particularmente hipocondriaca. Si lo paso mal, no lo oculto, pero rara vez me oirás quejándome o yendo al médico sin necesidad de ello. Sin embargo, últimamente estoy de los nervios: empiezo a perder cabello, tengo falta de sueño y me cunde el pesimismo en todas las parcelas de mi vida. Volviendo a lo del paralelismo, sigo a dos equipos que “no hacen honor a su historia ni a su gran afición” (El Doblete, la primera etapa de Joe Gibbs), “que fichan a jugadores que paran de rendir nada más llegar” (Godín, Maniche, Seitaridis, Haynesworth, Randle El, Deion Sanders), “gestionado de la peor manera por gente que sólo busca lucrarse” (Gil Marín, Dan Snyder), Indios, Nativos Americanos, el rojo y blanco, el rojiblanco...
¿Pero qué he hecho? Tantos deportes y equipos en todo el mundo y me hago del mismo... ¡¡¡dos veces!!! Doble los dolores de cabeza, doble tristeza, doble alegría, doble desgracia, doble burla... ¡Doble Gilma Snyder! Doctor, tengo un problema. ¿Existe el masoquismo accidental? O quizá es que tengo un subconsciente muy cabrón, al que le pone hacerme sufrir.
Sólo se me ocurre un remedio, una cura. Me voy a ir a un sitio en el que estaré perdido, marginado completamente de la sociedad. En el que no hayan oído hablar nunca del Atleti, de los Redskins, de la NFL, del fútbol... Muchos pensarán que no es posible. ¿Quién no habrá oído hablar alguna vez del fútbol? Pues en mi asilo me dicen que me encontraré a muchos bajitos que me mirarán con cara de incomprensión si les menciono a Mike Shanahan o Rex Grossman. Me dicen que son tipos que andan muy extraño, ponen huevos y viven sin luz ni agua corriente.
Para encontrar este oasis y sanear mi mente voy a tener que irme casi hasta el otro lado del planeta. Me dicen que, de tantos sitios con internautas que visitan Zona Roja, en este no hay ni uno que haya oído hablar de Mariano Tovar ni Manolo Arana. ¡Y menos mal! ¡¡¡¡ME VOY!!!! ¡Me voy a la Antártida! Me voy y no volveré hasta que se haya ido Dan Snyder (o hasta mediados de enero, fecha que indica mi billete de avión).
Lo cierto es que pese a mis esfuerzos, soy un caso sin solución. Probablemente acabe convirtiendo a todos los pingüinos y leones marinos que me encuentre en hinchas acérrimos del Burgundy & Gold, divulgar pasión por los Redskins y crear aún más desespero en el reino animal. Intentaré no ser egoísta y dejarles vivir en paz, pero no puedo prometer nada...
[Aprovechad y mandadme curiosidades al correo para Blue42! o lo que queráis ya que los tendré que hacer antes de irme. ¡Felices fiestas a todos! Un abrazo y nos vemos en el 2012]
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