Desde las trincheras de la NFL (última entrega)
Nadie nunca dirá nada en un vestuario porque es una hermandad. A tus compañeros nunca se les va a ocurrir la idea de que te chives si hacen algo malo.
La NFL es demasiado grande como para fracasar. Con un escándalo de dopaje, la cosa no llegaría a ser más que una muerte muy lenta. Esto sigue siendo el deporte rey. Para nosotros, esto es como el patio de una cárcel en el tienes que obedecer a tu instinto de supervivencia. Tienes que proteger tu hombría, tu bienestar. Te van a retar. Te van a poner a prueba.
No hay muchos sitios donde un tipo de 180 kilos con mucho carácter pueda pegarle palizas a la gente sin ser condenado a la cárcel. Yo tengo un pronto violento. Tengo que luchar para que salga de mi sistema. Pero nosotros nos apuntamos a esto, a todo. Ahí dentro no se trata de tener cordura ni ser racional.
No todo proviene de la liga. La salud también es responsabilidad de cada jugador. Me refiero a que hay muchos que se meten todo tipo de cosas en el cuerpo. Hay creatina. Hay suplementos.
Muchos tampoco se hidratan adecuadamente. Mezclas eso con alcohol y...
Para los hombres en la línea es lo peor. Ya estás obligado a tener sobrepeso y ser miserable mientras juegas. Da la impresión que pensamos ‘ay, qué bien, soy gordo’. Pues a mi no me gusta. No quiero pesar 180 kilos.
En muchas franquicias, los métodos de entrenamiento de fuerza y acondicionamiento están obsoletos. Ahora estudio kinesiología y veo que los equipos no prestan atención al equilibrio central corporal. Los jugadores se matan haciendo pesas y hacen esfuerzo excesivo, pero lo hacen sin base. Por eso hay tantos deportistas en la NFL con problemas de rodilla, de cadera... Es porque no se presta atención a este tipo de cosas en el obsoleto sistema de acondicionamiento de la NFL.
Ahora, es más importante que nunca que los jugadores se cuiden fuera de los terrenos. Los Patriots, por ejemplo, sí que lo hacen bien. En su cuerpo técnico tienen a un acupunturista. También hacen ejercicios de pilates. Y ese es una de las claves a su éxito: la recuperación. Se pueden hacer muchas cosas fuera de los terrenos. Puedes levantar pesas, puedes correr... Pero para el trauma, los impactos y los sacudimientos no se puede hacer nada. Tu cuerpo va a reaccionar naturalmente. Los músculos se ponen tensos y aumenta el líquido corporal.
El off-season está mal hecho. No tiene tiempo suficiente. Descansas un mes, lo cual te deja despejar mentalmente.
Pero tu cuerpo sigue tenso de tanto impacto, de tanto dolor.No creo que la ciencia está acompañando los cambios en este deporte.Ya no se juega en césped natural, sino artificial. El césped artificial es asqueroso para la gente gorda. Yo detesto el césped artificial. Para un jugador de línea, es el peor invento de la historia. Las rodillas absorben el impacto. El impacto viene del asfalto y viaja a través de tu cuerpo hasta llegar a la parte inferior de la espalda y de la médula.
El traslado a césped artificial se hizo cuando la gente ya no quería lidiar con el barro y la suciedad. Pero eso era una de las mejores cosas que tenía este deporte: jugar en el barro, en la suciedad, todo resbaladizo. Eso es football. El entretenimiento entonces era máximo.
Cuando los jugadores se retiran y sus cuerpos deterioran, vuelven gritando como si fueran mártires.Es casi como para decirles ‘se supone que debes de cuidarte tú mismo’.
Los jugadores deberían de pensar más en los métodos de recuperación, pero en la NFL cada hierba es un posible agente enmascarante o puede dar positivo en un control. Nadie se interesa por los métodos alternativos.
Mi objetivo es dar charlas públicas y crear un campamento para jugadores de football grandes en tamaño, como yo, en particular hombres de línea. Nadie prepara a los jugadores de línea para lo que les viene encima y alguien tendría que hacerlo.
dhidalgonfl@yahoo.es / twitter: @danihidalgo