Pronósticos (semana 13) y una lanza por los Houston Texans
Esta semana es muy especial. Willy Bistuer ha sido el ganador en el blog con 15 aciertos y un solo error. Él suele estar a la cola de la clasificación, pero siguiendo la teoría de que la diversión está en el riesgo, que a veces no hay que poner al que va a ganar, sino al que uno quiere que gane. Por eso sus pronósticos son cada semana un aliciente, porque salen del corazón, aunque no acierte demasiado. Eso es lo de menos.
Pero, efectivamente, esto es una competición y lo que casi todos queremos es ganar. Por eso, cuando hay un pleno hay que decirlo, y muy alto. Xabier Alvite acertó los 16 resultados de la semana 12 y, aunque esté perdido en la general, se ha convertido en el rey de la semana en nuestros pickems en ESPN. En la general no hay cambios. Julio Embid y sslake siguen empatados en cabeza con 127 aciertos. Solo quedan cinco jornadas y el sprint final promete ser apasionante.
Hoy pensaba hacer un pequeño panorama sobre los equipos que, en mi opinión, terminarán clasificándose para playoff, pero mientras preparaba el artículo decidí que era mucho más interesante hacer algunos comentarios sobre dos equipos de la AFC que casi todo el mundo está descartando como auténticos aspirantes y que, en mi opinión, son los dos auténticos conjuntos a batir: Texans y Raiders.
Jordi, el autor del magnífico blog Illegal return, escribió el año pasado una frase que me encantó. Era sencilla, nada rebuscada, pero daba exactamente en el centro de la diana. Era algo así como: “en nuestros pronósticos no juzgamos a los equipos por lo que son en ese momento, sino por lo que han sido en el pasado reciente”. Él se refería a las quinielas de las primeras jornadas, en las que estamos bastante perdidos, pero creo que se puede extrapolar perfectamente a los pronósticos de postemporada.
Casi todo el mundo está dando como favoritos de la Americana a Steelers, Ravens o Patriots. Viendo su nivel de juego esta temporada, su irregularidad y sus lagunas, ninguno de los tres enamora especialmente. Simplemente los valoramos porque son tres conjuntos muy competitivos que siempre terminan aspirando a todo, sobreponiéndose a los problemas. Además, contamos con que en postemporada impondrán ese carácter y experiencia (aunque los Pats lleven una muy mala racha en enero).
Yo creo que Houston y Raiders son tan aspirantes o más, y voy a explicar el motivo.
Los Texans han perdido a Schaub y a Leinart casi simultáneamente y todo apunta a que el titular será T.J. Yates hasta final de temporada salvo debacle. En ese caso entrará Jake DelHomme y ahí ya no me hago responsable de los cataclismos consiguientes. Si analizamos el calendario que les espera a Houston y a Tennessee, sus perseguidores en la división, los tejanos tienen la clasificación prácticamente hecha. Por eso, sus últimos cinco partidos se pueden convertir en una larga pretemporada que prepare a Yates para dirigir con eficacia al equipo en enero.
Los Texans son el equipo que ha jugado mejor y más sobrado esta temporada. Más aún que los Packers. Acumulan tres derrotas, pero las victorias han sido auténticos paseos militares en los que todo estaba decidido en el primer cuarto. Casi siempre se han limitado a dejarse llevar hasta el final. Ese equipo sigue estando ahí, aunque ahora le falte un QB con experiencia.
Muchos recordaréis la primera temporada de Big Ben al frente de los Steelers. El sistema le protegía constantemente. Él solo tenía que lanzar en corto sin confundirse, y lo hizo a las mil maravillas. Los Texans de esta temporada tienen la mejor defensa de la NFL (por encima de la de los Steelers y los Ravens) y en mi opinión, como ya he escrito con anterioridad, no solo es un asunto estadístico. DeMeco Ryans y compañía dan muuuuucho miedo. También creo que el backfield de Houston, con Foster y Tate, es el mejor de la NFL. Solo es comparable el que pueden formar McFadden y Bush cuando el primero se recupere. Por eso, los rivales de los Texans van a acumular jugadores en la caja en los próximos partidos. Sospecho que podemos ver repetida la fórmula de éxito que emplearon los Vikings en la primera temporada de Favre. Las defensas acumulaban jugadores en la línea para cerrar todas las puertas a Peterson mientras Favre se daba auténticos festines sobre receptores sin cobertura. Yates no es Favre, pero en el primer partido demostró que puede ser cumplidor, y eso puede ser suficiente.
Yates fue elegido en quinta ronda del último draft y sospecho que ningún aficionado de los Texans ha pensado nunca que pudiera terminar como primer QB del equipo en algún momento de su carrera.
Además, os recuerdo que, hace ya más de una década, un tipo elegido en sexta ronda, con el pick 199, tuvo que sustituir al QB mejor pagado de la NFL y todo el mundo opinó que ese equipo, tradicionalmente perdedor y gafado, aspiraría al número uno del draft. Pocas semanas después, esos mismos tipos fueron ganadores del anillo. Algunos me diréis que es una machada comparar a Tom con Yates, pero los más veteranos recordarán que el Brady de aquel año jugó exclusivamente a no confundirse, con un plan de juego que le mimó desde el primer momento.
Olvidaos de que Houston es un pupas que nunca se ha clasificado para playoffs, olvidad su falta de carácter en el pasado y no penséis que Yates pueda ser un arma secreta. Ese equipo tiene alma, tiene defensa y carrera, tiene buenos receptores capaces de recoger melones y pizzas y, por primera vez en su historia, tienen el espíritu guerrero del que piensa que está predestinado y que puede sobreponerse a cualquier calamidad.
Los Texans de Yates, como los Patriots del primer anillo, no serán aspirantes por su QB, lo serán porque, aunque aún no os hayáis dado cuenta la mayoría, son un grupo formidable. Al tiempo.
Me he alargado demasiado, así que el lunes os explicaré porqué creo que los Raiders son el segundo equipo en discordia. Solo os voy a dar una pista: ¿Alguno de vosotros recuerda a Kyle Richardson? En mi opinión mereció llevarse el MVP en una Super Bowl, porque fue el mejor jugador de calle. El problema es que nadie se atreve a darle un galardón así a un tipo que juega a football americano con los pies.
Una última cosa. Ayer celebramos la cena de la fantasy de AS. Lo pasamos genial. Todo el mundo se lanzó a decir machadas porque la ocasión lo merecía, pero la palma se la llevó Dani Hidalgo: “Yo me marché de EEUU por culpa de la teta de la Jackson”. Ahí queda eso.
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